¿Por dónde empezamos a ser ecológicos?
por Steve Bishop
En una conversación por teléfono móvil que escuché el otro día, un hombre tenía dificultades con la compra de un coche híbrido en el futuro. «No deberíamos esperar». Preguntó, «La tecnología aún es nueva, pero ¿qué más podemos hacer?» Su tono subrayó un cambio importante en el diálogo en torno a la sostenibilidad: un paso de la inutilidad («Es difícil y lleva demasiado tiempo») a la frustración («¿Por dónde empezamos?»).
El deseo de las personas de tomar medidas es evidente y buscan las herramientas que necesitan para seguir adelante. Pero las estanterías están vacías de productos y servicios que les ayuden en el camino hacia la sostenibilidad y se están desperdiciando oportunidades de conexión.
¿Por qué? Porque las empresas se hacen la misma pregunta que sus consumidores: «¿Por dónde empezamos?»
Al carecer de una dirección clara, la respuesta más popular hasta la fecha ha sido mirar hacia dentro del proceso en lugar de hacia fuera, a las personas. Para muchas organizaciones, el primer paso en el camino hacia la sostenibilidad ha sido evaluar la huella ecológica de la empresa. Sin embargo, este tipo de ejercicio analítico no creará las nuevas herramientas que las personas necesitan para lograr un estilo de vida más sostenible.
Para aprovechar los nuevos deseos de las personas de ser más sostenibles, las empresas necesitan crear nuevas ofertas que conecten con las personas, ya sean empleados, clientes u otras partes interesadas.
¿Dónde empezar este proceso? En IDEO, hemos descubierto que dividir la sostenibilidad en tres áreas de impacto (personal, social y ambiental) permite a su empresa conectar nuevas ofertas con las personas.
El impacto personal se centra en los propios comportamientos personales. Es donde las personas tienen más control para lograr cambios, donde primero pueden limpiar su propia casa, como se demuestra en El proyecto de sostenibilidad personal de Wal-Mart programa. Más de la mitad de los empleados que usaron una PSP eligieron perder peso o dejar de fumar. Cuando hablamos del impacto personal, también hablamos del bienestar.
Social Impact se centra en la familia y la comunidad. Es donde las personas tienen más influencia para lograr el cambio. Podría implicar establecer un sistema de reciclaje doméstico, participar en Verde para todos programa de divulgación o proporcionar acceso a agua limpia para los agricultores rurales de Kenia. Todo depende de lo que la gente considere su comunidad.
El impacto ambiental se centra en los sistemas naturales que sustentan nuestro estilo de vida. Es donde las personas dependen de muchas variables para influir en el cambio. Comprar un Terapass, etiquetado de carbono, e instalar paneles solares es una actividad de impacto ambiental.
Dividir la sostenibilidad en estas áreas de impacto aporta claridad, pero también es importante tener en cuenta las interdependencias entre ellas. Por ejemplo, las uvas orgánicas de Chile son excelentes para el bienestar personal, pero no tan buenas para los recursos energéticos. Sin embargo, ir en bicicleta al trabajo es bueno tanto para el impacto personal como para el medio ambiente.
Para su empresa, centre sus esfuerzos en un área de impacto como forma de empezar a definir la sostenibilidad. Puede que su primera definición no sea perfecta, y no pasa nada. Pruebe algo, aprenda de ello y siga adelante. Una vez que comprenda mejor su oferta de sostenibilidad, puede dar un paso atrás y considerar cómo pueden hacer evolucionar los valores de su empresa, lo que le ayudará a tomar decisiones, alinear sus objetivos con los de sus clientes y, en última instancia, a expresar la sostenibilidad en todo lo que haga.
Hace poco hemos aplicado esta herramienta para entender cómo se puede hacer que la eficiencia energética sea relevante para la vida de las personas, cosa que trataré más adelante en este blog. Hasta entonces, intente utilizar el modelo anterior para responder a la pregunta inspirada en la película de Al Gore, «¿Y ahora qué?»
Steve Bishop es director mundial de Diseño para la Sostenibilidad en VÍDEO. Se centra en aplicar el pensamiento de diseño a las cuestiones de la sostenibilidad para los clientes de IDEO y ha ayudado a diseñar muebles de oficina, embalajes, paneles de instrumentos para vehículos híbridos y dispositivos de inyección médica galardonados de alta gama, de los que es titular de varias patentes.
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