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El miedo no es del agrado de todo el mundo. Si bien algunas personas gastarían dinero por amor a un susto, muchas correrían en la dirección opuesta. Entonces, ¿por qué algunos desean todo tipo de experiencias aterradoras?

  • Una de las razones por las que consumimos terror es para sentir estímulos. La exposición a actos aterradores, o incluso la anticipación de esos actos, puede estimularnos, tanto mental como físicamente, de formas opuestas: negativa (en forma de miedo o ansiedad) o positivamente (en forma de emoción o alegría).
  • Otra razón por la que buscamos el terror es para obtener experiencias novedosas. Las películas de terror apocalípticas, por ejemplo, nos permiten vivir realidades alternativas, desde brotes de zombis hasta infestaciones de extraterrestres.
  • Por último, la atracción del terror puede ayudarnos (de forma segura) a satisfacer nuestra curiosidad por el lado oscuro de la psique humana. Observar historias en las que los actores deben enfrentarse a las peores partes de sí mismos sirve como un estudio de pseudopersonajes de las partes más oscuras de la condición humana. 

••• A algunas personas les ENCANTA consumir terror. De series populares como _American Horror Story_ y _Los muertos vivientes_ a parques temáticos embrujados y novelas de miedo de Steven King, nos encantan todo tipo de experiencias aterradoras. Al mismo tiempo, el miedo no es exactamente una emoción positiva. Tumbado en la cama y dando maratones[_Es_](https://www.imdb.com/title/tt1396484/) y[_Es capítulo dos_](https://www.imdb.com/title/tt7349950), temblando cuando la oscuridad se acerca a nuestro alrededor, no es una sensación que podamos describir como agradable. Entonces, ¿qué tiene el horror que tanto atrae a los humanos? Además, ¿por qué algunos de nosotros estamos dispuestos a gastar el dinero que tanto nos costó ganar en un susto, mientras que otros hacen todo lo posible para evitarlo? Estas son las preguntas que nos llevaron a[investigar](https://academic.oup.com/jcr/advance-article-abstract/doi/10.1093/jcr/ucab024/6261767?redirectedFrom=fulltext) la floreciente industria mundial del terror. ¿Qué mejor momento para compartir nuestros hallazgos que ahora, en la época más espeluznante del año? ## **¿Por qué consumimos terror en primer lugar?** Una de las razones por las que consumimos terror es para sentir estímulos. Exposición a actos aterradores, o incluso a[anticipación](https://psycnet.apa.org/record/1996-97878-002) de esos actos, pueden estimularnos, tanto mental como físicamente, de formas opuestas: negativa (en forma de miedo o ansiedad) o positivamente (en forma de emoción o alegría). Por ejemplo, ver un vídeo de terror[simultáneamente](https://doi.org/10.1086/519498) activa ambos tipos de estimulación, y el mayor placer se experimenta en el momento más aterrador. La bioquímica del interior de nuestro cuerpo también cambia cuando consumimos horror. El susto puede provocar la publicación de[adrenalina](https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/026999399379320), lo que provoca un aumento de las sensaciones y un aumento de energía. Otra razón por la que buscamos el terror es para obtener experiencias novedosas. Las películas de terror apocalípticas, por ejemplo, nos permiten vivir realidades alternativas, desde brotes de zombis hasta infestaciones de extraterrestres. Algunas experiencias novedosas pueden incluso contribuir a nuestro sentido de[logro](https://academic.oup.com/jcr/article/37/6/935/1868983), como visitar una famosa casa embrujada. Ser aventureros de esta manera nos hace sentir más mundanos o atrevidos (sin mencionar que nos da derecho a presumir). Por último, la atracción del terror puede ayudarnos (de forma segura) a satisfacer nuestra curiosidad por el lado oscuro de la psique humana. Después de todo, en la vida real, puede que no tengamos la oportunidad de conocer a un[Hannibal Lecter](https://hannibal.fandom.com/wiki/Hannibal_Lecter) o deambular por las calles durante[La purga](https://www.cinemablend.com/news/2569741/how-purge-night-works-the-rules-and-other-facts-the-forever-purge). Como especie intrínsecamente curiosa, a muchos de nosotros nos fascina lo que los de nuestra especie son capaces de hacer. Observar historias en las que los actores deben enfrentarse a las peores partes de sí mismos sirve como un estudio de pseudopersonajes de las partes más oscuras de la condición humana. ** ** ## **¿Cuándo podemos disfrutar consumiendo horror?** Las investigaciones sugieren que debemos poseer un «psicológico»[marco protector](https://www.amazon.com/Dangerous-Edge-Psychology-Michael-Apter/dp/0029007658)» para poder disfrutar de estar horrorizado. Hay tres categorías diferentes de marcos de este tipo. 1) Tenemos que creer que estamos a salvo físicamente: un marco de seguridad. Por ejemplo, aunque la entidad malvada de una película esté cometiendo actos aterradores delante de nuestros ojos, podemos obtener placer del horror siempre y cuando creamos que la entidad malvada está físicamente lejos de nosotros y, por lo tanto, no puede causarnos daño. Sin embargo, si empezamos a creer que la entidad malvada sale de la pantalla para hacernos daño, la experiencia dejará de ser divertida. 2) La segunda categoría de marco de protección incluye[desprendimiento](https://academic.oup.com/jcr/article-abstract/34/3/283/1798846) — si podemos separarnos psicológicamente de una experiencia de terror. Cuando vemos a un asesino psicótico persiguiendo a una víctima ensangrentada en una película, podemos activar el desapego psicológico recordándonos que solo son actores, y lo que ocurre en la pantalla es una gran actuación. 3) La tercera categoría de marco de protección implica nuestra confianza en el control y la gestión de los peligros a los que nos enfrentamos. Si visitamos una casa embrujada, por ejemplo, y un zombi sanguinario y de aspecto realista ataca contra nosotros, aún podemos disfrutar del encuentro si tenemos confianza en superar el peligro. («¡Podemos superar fácilmente a ese lento zombi!») [Investigación](https://www.amazon.com/Dangerous-Edge-Psychology-Michael-Apter/dp/0029007658) sugiere que la ausencia de alguno de estos marcos de protección psicológica en este momento reduce la preferencia por el consumo de terror, lo que podría explicar por qué algunas personas se mantienen alejadas de películas, libros o eventos espeluznantes. ## **¿A quién le gusta más el terror?****  ** Hay diferencias individuales notables en cuanto a lo que nos atrae consumir terror. Algunas investigaciones indican que las personas con un[búsqueda de sensaciones](https://psycnet.apa.org/record/2006-22339-000) rasgo (es decir, una mayor necesidad de sentir emoción y emoción) tiende a buscar y disfrutar más las experiencias relacionadas con el terror. Las personas con un rasgo de búsqueda de sensaciones inferior pueden encontrar esas experiencias desagradables y evitarlas. En relación con esto, el rasgo de[apertura a la experiencia](https://doi.apa.org/doiLanding?doi=10.1037%2Febs0000152) (o la necesidad de participar en actividades imaginativas) también es un indicador del consumo de terror: un rasgo de mayor apertura a la experiencia se asocia con una mayor afinidad por el terror. Además, las diferencias individuales en[empatía](https://doi.org/10.1207/S1532785XMEP0702_5) se asocian con el disfrute del horror. Los que no son tan empáticos pueden disfrutar más del terror. Esto se debe a que las personas con un nivel más alto de empatía tienden a tener una opinión más negativa ante las situaciones de angustia que sufren los demás, como las personas que son atormentadas por un astuto asesino en una película. El sexo y la edad también parecen importar.[Una encuesta](https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/009365087014004003) descubrió que, de media, los jóvenes tienden a sentirse más atraídos por este género aterrador; los hombres tienen más probabilidades de ser fanáticos del terror que las mujeres; y a las mujeres que a los hombres les gustan los diferentes aspectos de una experiencia de terror. Es decir, las mujeres pueden disfrutar más de una película de terror cuando ofrece un final feliz (por ejemplo, la entidad malvada acaba destruida), mientras que los hombres pueden disfrutar más de una película de terror cuando está repleta de actos intensamente aterradores. Por último, mediante[nuestra investigación](https://doi.org/10.1093/jcr/ucab024) — que analizaba los datos de taquilla de 82 países — descubrimos que la preferencia por consumir terror puede variar según las etapas del desarrollo económico. Descubrimos que las personas de países con un PIB per cápita más alto consumían películas de terror en mayor medida, pero no se observó el mismo patrón en otros géneros cinematográficos, como el romance. Los resultados de nuestra posterior [estudios](https://doi.org/10.1093/jcr/ucab024) sugieren que este patrón se produjo porque la falta de recursos financieros puede degradar el marco de protección psicológica necesario para disfrutar del terror. ## **¿Consumir terror tiene algún beneficio?** Más allá del placer que nos da el entretenimiento aterrador, consumir terror puede tener algunos beneficios ocultos: **Catalizador para enamorarse:** Las investigaciones sugieren que consumir terror (por ejemplo, ver una película de terror, visitar un parque temático de terror) junto con una cita puede[facilitar](https://doi.org/10.1037/h0037031) sentimientos de romance. ¿Por qué? Vivir el terror (como un corazón que late sin parar evocado por escenas de miedo) puede aumentar la emoción que sentimos el uno por el otro. **Conducto para crear vínculos sociales:** Consumir terror en grupo es una excelente manera de crear vínculos y conectar con nuestros amigos y familiares. Las investigaciones sugieren que ese vínculo está relacionado con[oxitocina](https://doi.org/10.1111/j.1467-8721.2006.00451.x), que se publica a menudo cuando nos encontramos en situaciones aterradoras. Esta hormona facilita los sentimientos de cercanía y afinidad entre los miembros del grupo. (Tal vez, ¡es hora de ponerlo a prueba con una noche de terror con sus compañeros de equipo!) **Relajación después del terror:** Si bien nos sentimos muy estimulados durante una experiencia de terror, una sensación de alivio llega tras una conclusión positiva de la experiencia (por ejemplo, la entidad malvada es aniquilada), lo que provoca la liberación de[endorfinas](https://doi.org/10.1146/annurev.ps.33.020182.000511) en nuestro cerebro. Este grupo de péptidos puede hacer que nos sintamos relajados y refrescados. Entender la psicología del consumo de terror nos permite disfrutar más del género. Como mínimo, deberíamos preparar nuestro «marco de protección» psicológico antes de sumergirnos en todo el horror. ¡Feliz Halloween!