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Como entrenador, casi todo lo que haga puede provocar conflictos. Tiene que tomar decisiones que no van a gustar a todo el mundo y solo puede hacerlo si se siente cómodo con los conflictos. El mejor punto de partida es con su propio equipo. La próxima vez que evite una conversación difícil, utilice estos cinco lentes para recordar por qué debe supere sus miedos y siga adelante.
- Tiene el deber de cuidar a su gente. Si aprende a ponerse en el lugar de su gente, su deber de cuidar de ellos superará su miedo a darles comentarios críticos.
- No puede obtener resultados de un equipo por debajo de la media. El trabajo de un líder es crear un equipo de alto rendimiento, y es imposible hacerlo a menos que pueda desafiar, entrenar y enfrentarse a su gente para que dé lo mejor de sí.
- Su gente se merece la oportunidad de mejorar. Elegir no dar comentarios constructivos porque no quiere herir sus sentimientos les roba esta oportunidad.
- Todo el mundo conoce a los que tienen un desempeño fuerte y débil. Cuando los mejores jugadores ven que se tolera un mal desempeño, se desencantan (y es más probable que se vayan).
- ¿Y si necesita dejarlos ir? Antes de seguir este camino, tiene que estar seguro de que ha hecho todo lo que estaba en sus manos para ayudarlos.
••• Si es un nuevo entrenador, probablemente sienta un deseo ardiente de que su equipo le guste y lo acepte. Es la naturaleza humana. Quiere ganarse la aprobación de la gente, mantenerla feliz y demostrar todos los atributos deseables de un gran jefe. Aun así, como persona a cargo, casi todo lo que haga tiene el potencial de provocar conflictos. Tenga en cuenta sus responsabilidades principales: hacer que su equipo alcance estándares más altos; entrenar a las personas de forma individual; fijar objetivos colectivos e individuales; tomar decisiones difíciles; negociar; reducir y resolver las tensiones para desbloquear una forma de pensar diversa. La mayoría de estas tareas implicarán algún tipo de conflicto y ninguna de ellas irá de la mano con que le gusten. Si no se siente cómodo con eso, tendrá dificultades para hacer bien su trabajo y ganarse el respeto de los demás. La verdad es que el liderazgo es duro. Exige que a veces hagamos cosas que son opuestas a nuestros instintos primordiales. Nos arriesgamos constantemente a que las masas no nos amen. Es una de las barreras psicológicas más difíciles de superar, pero en última instancia, su trabajo consiste en obtener resultados. Esto significa que tiene que tomar decisiones que no van a gustarle a todo el mundo y solo puede hacerlo si se siente cómodo con los conflictos. En mi experiencia como ejecutivo corporativo y CEO en varios sectores diferentes, he tenido la oportunidad de formar y asesorar a líderes de todos los niveles, muchos de los cuales fueron capaces de superar la aversión a los conflictos para convertirse en líderes más fuertes y seguros de sí mismos. Este es mi consejo para ellos y para usted. ## Enfrentarse al conflicto El mejor punto de partida es con su propio equipo. Si puede dominar darles comentarios individuales, buenos o malos, todo lo demás vendrá después. El ADN que sustenta un equipo de alto rendimiento son las personas con alto rendimiento. Sacar lo mejor de cada persona requerirá que mantenga innumerables conversaciones directas, honestas y empáticas. Algunos líderes nunca dominan esto. Pasan años evitando la confrontación hasta que es prácticamente imposible ignorarla. Se trata de un asesino de carreras que he visto descarrilar a muchos artistas que, por lo demás, serían destacados. Ahora mismo, probablemente haya una conversación que esté posponiendo, que sabe que en el fondo necesita tener. Si no quiere que su carrera se tambalee, deje de racionalizar y evitar. Empiece a desarrollar la disciplina de proporcionar a su equipo los comentarios que necesita para triunfar. Si pronuncia sus palabras con compasión, su equipo se dará cuenta de que tiene en cuenta sus intereses. Estar estrechamente conectado con su gente de esta manera es un requisito previo para generar confianza, y si la gente confía en usted y lo respeta, no hay nada que no pueda decirles. Su habilidad mutua para mantener este tipo de conversaciones pronto se convertirá en la base de sus logros colectivos. Los cinco objetivos siguientes pueden ayudarle a cambiar de forma de pensar y a encontrar la inspiración necesaria para iniciar una charla potencialmente difícil con un miembro de su equipo. La próxima vez que se dé cuenta de que lo está evitando, considere la posibilidad de revisarlos para recordar por qué _debe_ supere sus miedos y siga adelante. Este es el primer paso para desarrollar el rasgo de un gran líder: la voluntad de hacer lo difícil cuando hay que hacerlo. ### Lente #1: Tiene el deber de cuidar a su gente. Todo el mundo se merece un liderazgo competente, es un derecho, no un privilegio. Usted es responsable del bienestar físico y mental de su gente mientras estén a su cargo, y es una responsabilidad que no debe tomarse a la ligera. Si aprende a ponerse en el lugar de su gente, su deber de cuidar de ellos superará su miedo a darles comentarios críticos. A pesar de que siga siendo abrumador, es más probable que siga adelante. ### Lente #2: No puede obtener resultados de un equipo malo. El trabajo de un líder es crear un equipo de alto rendimiento que dé resultados, y es imposible crear un equipo de alto rendimiento a menos que pueda desafiar, entrenar y enfrentarse a su gente para que dé lo mejor de sí. Los líderes fuertes anteponen su compromiso de desarrollar la capacidad y el rendimiento del equipo a cualquier miedo, ansiedad o incomodidad que puedan experimentar. Recuerde esto la próxima vez que dude en hacer una crítica constructiva a un miembro del equipo. ### Lente #3: Su gente se merece la oportunidad de mejorar. Es desgarrador ver cuántas personas siguen sus carreras sin recibir nunca los comentarios ciegamente obvios que habrían marcado la diferencia. Elegir no dar comentarios constructivos a su gente porque no quiere herir sus sentimientos o porque teme que no les guste, les roba la oportunidad de mejorar. Si alguien no actúa, esa es una cosa, pero no agrave el delito dejando que viva con el malentendido de que todo está bien si no lo está. Si puede reunir el valor para darles la opinión que necesitan, les hará un regalo increíble: la oportunidad de cambiar la trayectoria de su carrera. ### Lente #4: Todo el mundo conoce a los actores fuertes y débiles. Si permite que el mal desempeño pase desapercibido, acabará con la cultura. Cuando los mejores jugadores ven que se tolera un mal desempeño, se desencantan. Con el tiempo, la gente buena se va y la mediocridad pasa a ser la norma. No gestionar el desempeño individual lo marca como un líder débil y a nadie le gusta trabajar para un líder débil. ### Lente #5: ¿Y si necesita dejarlos ir? A veces, cuando la gente decide no cumplir con el estándar requerido, tiene que tomar la difícil decisión de dejarlos ir. Antes de seguir este camino, que probablemente tendrá un impacto significativo en la vida de otra persona, tiene que estar seguro de que ha hecho todo lo que estaba en sus manos para ayudarla. Dar su opinión pronto y con frecuencia le dará confianza. ## El respeto antes que la popularidad A medida que entre en estas conversaciones, deje que este sea su mantra. Cuanto antes acepte que no puede complacer a todo el mundo, mejor. Por cada decisión que tome, y esto incluye dar comentarios contundentes, habrá alguien que piense que debería haber tomado una diferente. Como líder, su trabajo es escuchar a todo el mundo. Bríndeles el respeto que quiere recibir. Pero, al final, considerándolo todo, hace lo que cree que es correcto. Aunque puede resultar desconcertante darse cuenta de que no todo el mundo está de acuerdo, también es extrañamente liberador: si acepta que no puede complacer a todo el mundo, se despeja el camino para hacer lo que cree que es correcto, no lo que es popular. La popularidad no importa. Hacer lo correcto sí.