Un breve ejercicio para impulsar la innovación en su equipo

Shana Novak/Getty Images

Tu negocio lo necesita, le pides a los empleados, los incentas para entregarlo, pero al final, ¿realmente lo entiendes? Estoy hablando de innovación. Cuando el Consejo de Conferencias consultó a los directores ejecutivos en 2018, encontró que una de sus preocupaciones más importantes era «crear nuevos modelos de negocio para adaptarse a tecnologías disruptivo».

Desafortunadamente, muchas empresas, incluso aquellas con historias innovadoras, luchan por mantenerse al día con el tórrido ritmo del cambio en sus industrias. Este otoño pasado, por ejemplo, Starbucks, una organización ampliamente considerada como ágil y con visión de futuro, anunció una reestructuración, con el CEO Kevin Johnson haciendo hincapié en la necesidad para «aumentar la velocidad de la innovación». Las empresas establecidas tienen problemas para innovar por muchas razones, incluyendo estructuras siloizadas, estrategias difusas, talento inadecuado y financiamiento insuficiente. Los factores «más suaves» también entran en juego, por ejemplo, una cultura de equipo o empresa que no da a los empleados el tiempo y el espacio que necesitan para pensar creativamente.

¿Cómo pueden los líderes eficaces superar estos obstáculos? He pasado la última década estudiar jefes creativos, como el cineasta George Lucas, el gurú de los fondos de cobertura Julian Robertson, y el magnate de la moda Ralph Lauren, que no solo innovan sino que también crean entornos de trabajo en los que todos lo hacen. Cuando aconsejo a los líderes sobre cómo llevar algo del mismo comportamiento a sus organizaciones, hago hincapié en que está bien comenzar de manera pequeña. Y una de las primeras herramientas que recomiendo es un ejercicio grupal que llamo «cambiar cuaderno».

Así es como funciona: En tu próxima reunión de equipo, saca un bloc de papel, vuelve a una página vacía y divídalo en tres columnas. Cada una corresponde a una pregunta relevante para la innovación:

  1. «¿Cuál es la práctica existente/la receta para el éxito/la forma en que siempre lo hemos hecho en nuestra organización?» Anota tus pensamientos en la columna de la izquierda, incluyendo las creencias o suposiciones clave subyacentes a la práctica. Luego mire críticamente cada uno de ellos y pregúntese si alguno está a punto de volverse anacrónico u obsoleto.
  2. «¿Qué cambios de mercado, fuerzas externas o tecnologías podrían amenazar los elementos de nuestro statu quo operacional?» Enumere estos en la columna central.
  3. «¿Qué podemos hacer con estas interrupciones inminentes que has descubierto?» Para cada una, utilice la columna de la derecha para anotar alguna acción preventiva que podría realizar. A veces querrá modificar una práctica existente para que sea «a prueba de interrupciones». Otras veces tendrás que tirarlo y empezar desde cero.

Cuando un equipo de una de mis empresas cliente, una aseguradora mediana especializada en el mercado del automóvil, ejecutó este ejercicio, los empleados identificaron una serie de «vacas sagradas» operativas — prácticas como diseñar parámetros de política basados en la experiencia pasada, vender a los clientes a través de agentes independientes, subcontratar con los ajustadores de seguros para trabajar con los clientes después de un incidente, y poner las primas en opciones de inversión seguras. Entre las amenazas al negocio señaladas por el equipo se incluyen automóviles autoconducidos, el crecimiento de los servicios de tipo Uber, el aumento de compañías de seguros más grandes que ofrecen «ventanilla única», la personalización digital de las políticas para los clientes, un clima de inversión volátil y la mayor vulnerabilidad de la compañía a la mala publicidad en las redes sociales.

Las acciones de lluvia de ideas para tomar, los ejecutivos idearon una gama de opciones, incluyendo el estudio de los automóviles autoconducidos y sus implicaciones más de cerca, la creación de nuevos productos y servicios para los trabajadores de la economía de mercado, la búsqueda de formas de estrechar las relaciones con los clientes existentes, la búsqueda de su red de intermediarios para las innovaciones digitales que podrían explotar y reevaluar la cartera de inversiones de la empresa para su resiliencia frente a la volatilidad. Independientemente de que todas estas iniciativas en curso tengan éxito o no, el ejercicio estimuló a los miembros del equipo a salir de las mentalidades arraigadas, lo que llevó a resultados mucho más innovadores que si se hubieran mantenido pasivos.

A medida que experimentes con el cuaderno de cambios, descubrirás que los miembros de tu equipo se sienten cada vez más cómodos explorando nuevas ideas, incluidas aquellas que entran en conflicto con el statu quo, y tomando medidas para lidiar con el cambio inminente antes de que los atraiga por sorpresa. No solo hagas el ejercicio una vez y olvídalo; haz que sea una parte regular del flujo de trabajo de tu equipo. Dedica 15 minutos en una reunión semanal del equipo, llenando una nueva página del cuaderno cada semana. Recuerden las posibles interrupciones que han identificado en el pasado, y luego trabajen en detectar otras nuevas.

Con el tiempo, su equipo ganará más facilidad en el ejercicio. Debido a la naturaleza estructurada de estas conversaciones, el cambio parecerá menos caótico y aterrador, y los miembros del equipo se acostumbrarán a hablar a través de desacuerdos y problemas difíciles. Si mi experiencia consultando con equipos es alguna indicación, también conseguirás que los miembros del grupo tengan el hábito de alejarse de las preocupaciones diarias para enfocarse en el panorama general. Los ayudarás a interiorizar la noción de que el cambio, no la estasis o la estabilidad, es una cualidad fundamental del negocio; eventualmente, esta sensibilidad coloreará todo lo que hacen.

Es fácil para los equipos y las organizaciones caer en un patrón de reacción ante el cambio. Pero ¿por qué no puedo ser los agresivos, proactivos? Puedes hacerlo. Sigue el ejemplo de los jefes más grandes del mundo y da un paso importante hacia inculcar una cultura de creatividad, crecimiento, apertura e innovación que tu equipo u organización necesita desesperadamente.

Sydney Finkelstein Via HBR.org