Tu agotamiento es único. Tu recuperación también lo será.
Resumen.
Si bien depende de los empleadores proporcionar un entorno de trabajo que evite el agotamiento tanto como sea posible, una nueva investigación sugiere que abordar el agotamiento una vez que lo padece es un poco más complicado. Hay pasos que las organizaciones pueden (y deben) tomar para apoyar a sus empleados, pero las medidas más efectivas para contrarrestar el agotamiento suelen ser impulsadas por el individuo. Específicamente, los empleados deben comenzar por identificar la fuente o las fuentes de su agotamiento, y luego deben tomar medidas centrándose en el cuidado personal, los actos de bondad hacia los demás o alguna combinación de ambos. Lo que es más importante, los autores subrayan que la compasión, ya sea hacia ti o hacia tus colegas, es un músculo que se puede entrenar, y que desarrollar y practicar la compasión es la clave para combatir el agotamiento.
La investigación ha mostrado definitivamente que el agotamiento es un problema organizativo, no individual. Pero si bien la responsabilidad de prevenir el agotamiento de los empleados recae directamente en los hombros de los empleadores, remediar el agotamiento una vez que lo padece es mucho menos sencillo. Los estudios muestran que los esfuerzos externos para sacar a alguien del agotamiento, sin importar cuán bien intencionados sean, a menudo fracasan. Si bien esto de ninguna manera evada a los empleadores de asumir la responsabilidad por apoyar la salud mental de sus empleados, nuestra investigación reciente sugiere que cuando te sientes agotado, la mejor persona para ayudarte a recuperarte puede ser tú mismo.
Específicamente, realizamos varios estudios que exploran las estrategias más eficaces para recuperarse del burnout e identificamos una serie de tendencias comunes:
¿Qué está causando que te sientas agotado?
En primer lugar, nuestra investigación confirmó el hallazgo establecido de que el burnout no es un fenómeno monolítico, sino que puede presentarse como cualquier combinación de tres síntomas distintos: agotamiento (agotamiento de los recursos mentales o físicos), desapego cínico (agotamiento de la conexión social) y sensación reducida de eficacia (un agotamiento del valor para uno mismo). Para recuperarse del agotamiento, debe identificar cuáles de estos recursos se han agotado y tomar medidas para reponer esos recursos.
Por ejemplo, cuando el agotamiento es la principal fuente de agotamiento, descubrimos que los actos revitalizantes de autocuidado son la herramienta más eficaz para la recuperación. En un estudio, medimos el impacto de pequeños actos de autocompasión entre una muestra de estudiantes de escuelas de negocios durante su estresante período parcial de 10 días, un momento en el que el agotamiento físico y mental es común. Cada mañana, les dimos a los participantes una tarea del día: algunas mañanas, les pedimos que notaran un desafío que enfrentarían ese día y luego se trataran con compasión, mientras que otras mañanas les pedimos que pensaran y demostraran compasión por otra persona. Descubrimos que participar en actividades de cuidado personal (como una sesión de meditación de 10 minutos, cocinar una buena comida o incluso tomar una siesta) correlacionaba fuertemente con la reducción de los niveles de agotamiento reportados al día siguiente. Estos hallazgos apoyan la noción de que el autocuidado no es autocomplaciente; por el contrario, tomarte un descanso y concentrarte en ti mismo es una de las mejores formas de combatir el agotamiento y el agotamiento.
Por otro lado, cuando el agotamiento se debe al cinismo, el autocuidado puede no ser la estrategia más eficaz. Cuando te sientes alienado, enfocarte en ti mismo puede llevarte a retirarte aún más, a la vez que eres amable con otros puede ayudarte a recuperar el sentido de conexión y pertenencia a tu comunidad. En nuestro estudio, descubrimos que cuando los participantes recibían instrucciones de centrarse en aliviar los desafíos de los demás, hacían cosas como ofrecer palabras de aliento o llevar a un compañero de trabajo a almorzar, y luego informaron de niveles más bajos de cinismo al día siguiente. Incluso solo tomarse unos minutos para consolar a un colega o escuchar sus preocupaciones llevó a una reducción del agotamiento asociado con el cinismo.
Por último, cuando los empleados tuvieron problemas con los sentimientos de ineficacia, nuestra investigación demostró que los actos enfocados en reforzar su sentido positivo de sí mismos fueron los más impactantes. Curiosamente, esto puede significar compasión por sí mismo o compasión por los demás; la clave es simplemente lograr algo que valide tu propio sentido de valor personal. Por ejemplo, descubrimos que actos externos como consolar a un compañero de trabajo provocaron un aumento de la autoestima (especialmente si el compañero de trabajo expresó gratitud), pero también lo hicieron los logros centrados internamente, como completar una sesión de entrenamiento o terminar un proyecto.
La agencia es restaurativa
Además, nuestra investigación ilustró el hecho de que la agencia es esencial. Para superar eficazmente el agotamiento, los empleados deben sentirse empoderados para tomar el control de sus propias vidas y decisiones. Por ejemplo, si un empleado se siente agotado por la falta de conexiones sociales, hay medidas que los gerentes pueden tomar para paliarlo, pero investigaciones anteriores ha demostrado que estas intervenciones son difíciles de ejecutar: a menudo son ineficaces e incluso pueden aumentar la carga de sus empleados ya agotados. Nuestro trabajo sugiere que un enfoque más eficaz en estos casos es que los empleados reafirmen su propio redes sociales. En lugar de que los jefes organicen horas felices interminables para fomentar artificialmente las conexiones o llevar a los empleados agotados a actividades forzadas de formación de equipos, la recuperación real se produce cuando los gerentes dan a los empleados el espacio para buscar sus propias oportunidades de restauración, ya sea que eso les anime explícitamente a aprovechar tiempo personal para consultar con un colega, proporcionar recursos para construir una red de mentores o incluso mostrar con el ejemplo que la organización valora el autocuidado.
Por supuesto, incluso en el entorno de trabajo más favorable, la compasión (para ti o para los demás) no siempre es fácil. En un segundo estudio, encuestamos a los trabajadores de servicios sociales, una población propensa al agotamiento crónico, durante tres años. Descubrimos que a aquellos que ya estaban sufriendo de agotamiento les resultaba más difícil participar en actos de autocuidado o de otros, pero que aquellos que eran capaces de reunir la energía para practicar la compasión mostraron reducciones significativas en el agotamiento. Esto sugiere que la compasión es como un músculo: se puede agotar, pero también se puede entrenar. De hecho, los investigadores han descubierto que entrenamiento de meditación de compasión pueden recablear los sistemas neuronales del cerebro y entrenar la respiración, los ejercicios de apreciación, el yoga y las prácticas de movimiento también se han mostrado ser herramientas eficaces para cultivar la compasión. La clave es reconocer que cualquier persona puede aprender a ser más amable consigo misma y con los demás, y que esos pequeños actos compasivos (junto con otras prácticas de salud mental) pueden ayudarte a empezar a liberarte del agotamiento.
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No se puede insistir lo suficiente en que la mejor cura para el agotamiento es la prevención. En primer lugar, depende de los gerentes y las organizaciones proteger a sus empleados para que no se agoten los recursos, y también depende del empleador proporcionar los recursos necesarios para apoyar la salud mental de los empleados. Dicho esto, no importa cuánto esfuerzo ponga una organización para combatir el agotamiento, siempre habrá una necesidad de que los empleados entiendan de dónde viene su agotamiento y desarrollen estrategias para ayudarse a salir adelante. A través de la autorreflexión, los empleados pueden comenzar a identificar las fuentes de su agotamiento y luego determinar de forma proactiva las acciones que pueden tomar que serán más efectivas para su recuperación, ya sea por autocompasión, actos de bondad o alguna combinación de los dos.
— Escrito por Yu Tse Heng Yu Tse Heng Kira Schabram