Think Like a Rocket Scientist

Aprende poderosas estrategias científicas que te ayudarán a hacer realidad tus sueños.

¿Has bajado el listón de lo que crees que puedes conseguir? O peor aún, ¿te has resignado a la mediocridad? Tal vez te sientas frustrado por no poder encontrar una solución que impulse tu negocio a un nuevo nivel. O tal vez te hayas dicho a ti mismo que tu aspiración no es más que una quimera. ¿Y por qué no ibas a hacerlo? ¿Acaso el éxito no es exclusivo de los genios de élite del mundo, o de las personas con dinero suficiente para seguir su corazón?

La verdad es que todo el mundo es capaz de lograr un gran avance, ya sea esa idea brillante para un nuevo producto, conseguir ese ascenso o incluso aprender una nueva habilidad. Lo que diferencia a los que lo consiguen de los que no, no es necesariamente la inteligencia o el dinero, sino la mentalidad. Una vez que cambias tu forma de abordar los problemas y los retos, puedes dar saltos gigantescos en todos los ámbitos de tu vida. Y para hacer ese cambio, necesitas aprender a pensar como un científico espacial.

En este resumen, aprenderás

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    • el ingrediente secreto para ser original;
    • por qué debes ser original.
    • por qué deberías aburrirte más a menudo;y
    • qué tienen en común los astronautas y los cómicos
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  • Los ingenieros y científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA tienen una extraña tradición. En los momentos cruciales de cada misión espacial, mastican cacahuetes. Este fenómeno comenzó cuando una nave espacial Ranger se lanzó con éxito tras una larga racha de fracasos. Aquel día, un ingeniero había llevado una bolsa de cacahuetes al control de la misión. Desde entonces, se comen cacahuetes en cada lanzamiento para ahuyentar la mala suerte.
  • Esto demuestra que incluso los más científicos temen la incertidumbre. Por eso nos involucramos en extraños rituales -como comer cacahuetes o llevar nuestros vaqueros de la suerte- para recuperar la sensación de control. No podemos evitar sentirnos así. El miedo a lo desconocido ayudó a nuestros antepasados a mantenerse a salvo de los tigres dientes de sable. Pero cuando evitamos por completo la incertidumbre, nos cerramos a nuevas posibilidades.
  • El miedo a lo desconocido.
  • El mensaje clave aquí es: Cambiar tu actitud hacia la incertidumbre te abre al descubrimiento.
  • Los científicos no ven la incertidumbre como algo que haya que temer. Cuando se enfrentan a una habitación oscura y llena de sombras, no se apartan como la mayoría de nosotros. Hurgan en ella hasta que encuentran un interruptor de la luz. Una vez encendida esa luz, pueden evaluar lo que han encontrado. Puede que haya algo curioso en la habitación, o puede que haya otra puerta que lleve a otro misterio más.
  • La incertidumbre no hace que los científicos entren en pánico. Los estimula. En lugar de preocuparse por los monstruos que puedan estar acechando en los rincones, se centran en todas las cosas asombrosas que aguardan a ser descubiertas.
  • La incertidumbre no hace que los científicos entren en pánico.
  • Hay algunos pasos prácticos que puedes dar para entusiasmarte con lo desconocido, en lugar de dejar que te inhiba. Empieza preguntándote cuál sería el peor resultado posible. A continuación, considera la probabilidad de que se produzca ese resultado. Escribir estos pensamientos los pone en perspectiva, ya que rara vez ocurre una tragedia. La mayoría de las veces, verás que las cosas que más valoras seguirán intactas, aunque se produzca el peor escenario. Reconocer esto desarma tus miedos a aventurarte por un nuevo camino. Una vez que te hayas enfrentado a tus miedos, serás libre para emprender tu viaje y ver lo que puedes conseguir.
  • El empresario tecnológico Elon Musk tenía un problema, uno de 20 millones de dólares. Quería lanzar una empresa espacial para perseguir su sueño de colonizar Marte. Pero no podía permitirse ni un solo cohete. Las empresas aeroespaciales que los construían subcontrataban el trabajo a subcontratistas, que a su vez subcontrataban aún más. Todos esos márgenes se sumaban a un artículo ya de por sí caro, haciéndolo inalcanzable.
  • Musk estaba a punto de darse por vencido cuando tuvo una revelación. Se preguntó qué se necesitaba para ir al espacio. La respuesta, por supuesto, era un cohete. ¿Y qué hace un cohete? Materias primas. Tras hacer números, Musk descubrió que esos materiales costaban sólo el 2% del precio medio de un cohete. Y si Musk realizaba la mayor parte de la fabricación internamente, tendría un control mucho mayor sobre la calidad y el presupuesto. Emprendiendo por su cuenta, Musk podría empezar a trabajar en la consecución de su sueño.
  • El mensaje clave aquí es: La mejor forma de innovar es dejar de conformarse.
  • La vida está llena de rutinas y rituales que seguimos sin rechistar. Nos levantamos a la misma hora, tomamos el mismo camino al trabajo, comemos lo mismo cada día. Esto tiene un propósito útil; sencillamente, no tenemos tiempo ni cabeza para analizar cada decisión que tomamos. Pero cuando seguimos ciegamente rutinas anticuadas, acabamos privilegiando el proceso sobre el resultado. En lugar de cuestionarnos si hay una forma mejor de hacer algo, nos quedamos atrapados en hábitos que obstaculizan las ideas originales.
  • Puedes liberarte de las rutinas.
  • Puedes liberarte de las rutinas restrictivas abrazando al científico espacial que llevas dentro. Los científicos de cohetes utilizan el pensamiento de primeros principios. Este método te pide que cuestiones sistemáticamente todos los aspectos posibles de una situación, hasta que llegues a una verdad indiscutible. Por ejemplo, que necesitas materias primas para construir un cohete. Durante este ejercicio, suelta todas las suposiciones sobre lo que se ha hecho en el pasado. Esto te llevará más allá de los límites establecidos, como creer que sólo las agencias espaciales financiadas por el gobierno pueden permitirse cohetes. Así, entrarás en el reino del pensamiento innovador.
  • Para identificar qué procesos desafiar con el pensamiento de primeros principios, reflexiona sobre por qué haces algo de la forma en que lo haces. Cuando justifiques tu respuesta, asegúrate de que tu explicación está relacionada con tus circunstancias actuales, no con el pasado. Al igual que Musk, puede que descubras que, forjando tu propio camino, puedes alcanzar ese ambicioso objetivo.
  • Cuando tenía 16 años, Albert Einstein reflexionaba sobre qué pasaría si pudiera observar la luz corriendo tan rápido como ella. Sabía que esto estaba fuera del alcance de su cuerpo. Pero imaginar este escenario sentó las bases de lo que se convirtió en la teoría especial de la relatividad, una década más tarde.
  • Nikola Tesla también utilizó su imaginación como laboratorio. Dedicaba horas a planificar sus inventos mentalmente, antes de dibujarlos. Su mente fue el primer campo de pruebas de su sistema de corriente alterna, del que nos beneficiamos todos los días. Ni él ni Einstein habrían logrado sus increíbles avances si sus vidas hubieran estado repletas de ocupaciones.
  • El mensaje clave aquí es: La productividad es enemiga del pensamiento original.
  • La creatividad necesita tiempo y espacio. Por eso muchos lugares de trabajo modernos son tan poco creativos. La mayoría de nosotros estamos atrapados en un ciclo de trabajo que se autopropaga. Cada correo electrónico que enviamos da lugar a otro correo electrónico, que nos sentimos obligados a responder inmediatamente. Estamos sometidos a tanta presión para obtener resultados y cumplir lo prometido que queda poco margen para la curiosidad y la exploración. Antes de que nos demos cuenta, hemos olvidado que una vez fuimos niños a los que les encantaba descubrir, que no paraban de hacer preguntas sobre el mundo.
  • Pero esa curiosidad infantil no es lo que nos hace sentirnos como niños.
  • Pero ese sentido infantil de asombro y apertura es esencial si quieres encontrar soluciones innovadoras a los problemas. Por suerte, no es difícil volver a conectar con tu niño de siete años interior. Todo lo que tienes que hacer es llevar a cabo un experimento de pensamiento.
  • Los experimentos de pensamiento nos ofrecen el espacio para considerar una cuestión concreta en un mundo paralelo en el que la realidad funciona de forma diferente. Esto te libera de limitaciones como las habilidades, el acceso a los recursos o incluso -como en el caso de Einstein- la realidad física. No se trata necesariamente de dar con la respuesta correcta, sino de ganar en perspicacia al forzarte a salir de patrones de pensamiento anquilosados.
  • Añadir tiempo libre a tu agenda fomenta los experimentos mentales. Cuando tu mente tiene permiso para divagar, las áreas de tu cerebro responsables de la creatividad cobran vida. Por eso muchos autores, como J. K. Rowling, defienden el aburrimiento. En 1990, antes de que se inventaran los smartphones, el tren de Rowling de Manchester a Londres sufrió un retraso de cuatro horas. La historia de Harry Potter surgió en su mente mientras estaba atrapada en la estación sin nada que hacer. Imagina lo que tu mente podría regalarte si le dieras tiempo para divagar.
  • Probablemente conozcas la historia de Ícaro, que intentó escapar de su encarcelamiento en Creta utilizando unas alas hechas de cera. A pesar de las advertencias de su padre, Ícaro voló demasiado alto. El sol derritió sus alas e Ícaro se precipitó a la muerte.
  • A través de advertencias e historias como ésta, la sociedad te enseña a temer correr riesgos. Esto te mantiene a salvo cuando eres joven, pero te frena cuando eres adulto. Te dices a ti mismo que no tienes lo que hay que tener para conseguir ese ascenso o pedirle una cita a la persona que te gusta. Pero si cambias la historia que te cuentas a ti mismo, por fin podrás volar.
  • La clave del éxito.
  • El mensaje clave aquí es: Tu mente es el mayor obstáculo entre tú y tu objetivo.
  • Muchos de nosotros pensamos que el éxito pertenece a la élite, no a la gente corriente, por lo que no nos molestamos en intentarlo. Esta actitud demuestra un punto que el autor David Schwartz expone en su libro La magia de pensar a lo grande. El principal obstáculo que te impide alcanzar tus objetivos no es tu saldo bancario ni la falta de tiempo: es tu mente.
  • Para combatir los pensamientos que te impiden alcanzar tus objetivos, es necesario que te pongas en marcha.
  • Para combatir los pensamientos que te desaniman a perseguir tus sueños, practica el pensamiento divergente.
  • El pensamiento divergente es un método utilizado para estimular la creatividad generando ideas sin limitaciones ni restricciones. En el pensamiento divergente todas las ideas son bienvenidas, independientemente de las restricciones del mundo real, como el presupuesto. Cada idea se acepta como una posibilidad. El objetivo es que surjan tantas ideas como sea posible, no dar con la solución perfecta. Así te aseguras de no descartar ningún concepto prematuramente.
  • Para practicar el pensamiento divergente, destierra esa voz racional de tu cabeza. De ese modo, tu mente queda libre para entrar en el reino de la creatividad y la innovación. Aquí puedes explorar lo que podrías hacer, en lugar de lo que crees que deberías hacer. Una vez que hayas terminado de generar posibilidades, puedes dar la bienvenida de nuevo a tu yo racional, para que evalúe tus ideas.
  • Creatividad.
  • Si tu mente vuelve a caer en ideas viejas o pedestres, empújala fuera de la caja. Pregúntate a qué solución llegarías en un mundo de ciencia ficción. Esto no es tan absurdo como podrías pensar. En sus inicios, el fabricante aeroespacial Blue Origin contrató al autor de ciencia ficción Neal Stephenson para que le ayudara a imaginar formas de llegar al espacio sin utilizar un cohete. Puede que Stephenson no fuera un científico de cohetes, pero su creatividad inspiró diseños innovadores.
  • En 1999, Ozan Varol recibió una terrible noticia de la NASA. El sistema de aterrizaje de tres patas que pretendía utilizar para posar un vehículo explorador en Marte acababa de fracasar estrepitosamente en otra misión. Varol se puso inmediatamente en acción. La pregunta que le rondaba por la cabeza era ¿Cómo arreglamos el sistema existente?
  • Pero el ingeniero Mark Adler veía las cosas de otro modo. Se preguntó: ¿cómo desafiamos a la gravedad para que el rover llegue a Marte sano y salvo? Para responder a esta pregunta, Adler abandonó por completo el sistema de tres patas. En su lugar, diseñó un sistema de enormes bolsas de aire que se inflarían alrededor del rover, dejándolo rebotar unas docenas de veces antes de detenerse en la superficie marciana. Al final, el diseño de Adler llevó dos robots a Marte de forma segura.
  • El mensaje clave aquí es: Para obtener la mejor solución, debes hacer la pregunta correcta.
  • Cuando se trata de resolver problemas, muchos de nosotros actuamos como Varol: obsesionados por dar una respuesta sin considerar plenamente la pregunta. Y en cuanto nos implicamos emocionalmente en una solución concreta, la defendemos obstinadamente. Nunca reflexionamos sobre si podría haber un enfoque mejor. Pero si cambiamos la pregunta que hacemos, como hizo Adler, a menudo podemos llegar a una respuesta revolucionaria.
  • Entonces, ¿cómo se hacen mejores preguntas?
  • En primer lugar, aprende a diferenciar entre una estrategia y una táctica. Una estrategia es el plan que utilizas para lograr un resultado concreto, como el aterrizaje de un vehículo explorador en Marte. Las tácticas, por otro lado, son acciones que ponen en práctica esa estrategia. Una táctica es utilizar un sistema de aterrizaje de tres patas. Otra es rodear el vehículo con airbags.
  • Es fácil confundir tácticas con estrategias. Eso es lo que le ocurrió a Varol. Si tienes dificultades para identificar tu estrategia, da un paso atrás y pregúntate qué problema intentas resolver. ¿Intentas arreglar un sistema de aterrizaje averiado o explorar el Planeta Rojo? Si te centras en el panorama general, identificarás la pregunta que debes hacerte. Luego, puedes empezar a generar ideas -o tácticas- como soluciones potenciales a esa pregunta. Y sólo al final, evalúa la calidad de tus ideas.
  • "¿Qué no estamos viendo?" Si los navegantes del Orbitador Climático de Marte de la NASA se hubieran hecho esta pregunta en 1999, podrían haber evitado un error de 193 millones de dólares. Dos meses antes de la fecha prevista de llegada del orbitador, los datos proyectaban que orbitaría Marte 100 kilómetros más abajo de lo debido. Esto significaba un fracaso seguro. El orbitador se quemaría o rebotaría en la atmósfera de Marte hacia las profundidades del espacio.
  • Pero los navegantes achacaron la discrepancia de datos a un error del sistema de navegación. Se equivocaron. En su fecha de llegada, el orbitador pasó por detrás de Marte como estaba previsto, pero nunca más se supo de él. Más tarde, una investigación descubrió el verdadero origen del error: el sistema había sido diseñado por Lockheed Martin, una empresa que utiliza el sistema de libras-pulgada. Los navegantes utilizaban el sistema métrico. Todas sus mediciones estaban desviadas por un factor de cuatro. Si hubieran cuestionado los datos en lugar de ignorarlos, podrían haber evitado el costoso desastre.
  • El mensaje clave aquí es: Para llegar a la verdad, debes superar tus puntos ciegos de forma activa.
  • Incluso ante datos concretos, nuestro cerebro busca información que confirme nuestros puntos de vista e ignora cualquier cosa que no lo haga. Esto se denomina prejuicio de confirmación y ninguno de nosotros es inmune a él. De hecho, escuchar opiniones contrarias a las nuestras nos angustia tanto que las evitamos a toda costa, incluso cuando hay mucho en juego.
  • Así que, ¿cómo puedes superar tu tendencia innata a ver sólo lo que quieres ver?
  • En primer lugar, evita apegarte demasiado a tus opiniones. En su lugar, piensa en cada opinión como una hipótesis de trabajo. Esto replantea tu creencia como una teoría que puede demostrarse, refutarse o incluso abandonarse. De este modo, sigues siendo objetivo. Mejor aún, genera varias hipótesis distintas, para que no te quedes estancado en una sola conclusión.
  • Proponer hipótesis contradictorias es una forma excelente de ayudar a eliminar tus puntos ciegos. Crea estas hipótesis preguntándote qué es lo que falta. Si los navegantes hubieran hecho esto, es muy posible que hubieran descubierto el problema con las unidades de medida. Eso podría haber salvado la misión.
  • Por último, trabaja para refutar tus hipótesis, en lugar de demostrarlas. Hazlo presentándote a ti mismo tus opiniones, como si pertenecieran a otra persona. Encuentra cada agujero en cada argumento y hazlo pedazos. Recuerda que cada hipótesis que refutas te acerca un paso más a la verdad.
  • Los astronautas se entrenan durante años antes de ir al espacio. Pasan horas practicando procedimientos en el Laboratorio de Flotabilidad Neutra, una enorme piscina que alberga una réplica sumergida de la Estación Espacial Internacional. Incluso experimentan la ingravidez en un avión apodado "cometa vomitador", que reproduce la gravedad cero sumergiéndose como una montaña rusa.
  • Sin embargo, lo más duro de todo es la ingravidez.
  • Pero los ejercicios de entrenamiento más agotadores son las emergencias simuladas que llevan a los astronautas a sus límites físicos. En el espacio, un movimiento en falso podría convertir una situación así en fatal. Por eso, el programa de entrenamiento intenta engañarlos para que cometan un error. De ese modo, el astronauta está mejor preparado para su misión.
  • El mensaje clave aquí es: La mejor forma de garantizar el éxito es realizar pruebas rigurosas.
  • Típicamente, utilizamos las pruebas para confirmar nuestras creencias, no para cuestionarlas. Si obtenemos malos resultados, encontramos una razón para justificarlos, como condiciones desfavorables o mal tiempo. En lugar de eso, deberíamos cuestionarnos lo bien que hemos diseñado esa prueba. Porque el verdadero propósito de una prueba es encontrar el punto de ruptura en el que las cosas van mal.
  • No muchos de nosotros nos entrenamos en el entorno en el que nos pondrán a prueba, así que puede que no identifiquemos ese punto de ruptura hasta que sea demasiado tarde. Practicamos nuestro gran discurso en la comodidad de nuestra casa, no en un espacio cavernoso bajo luces deslumbrantes. Pedimos a un amigo de buen corazón que haga con nosotros un simulacro de entrevista de trabajo, mientras llevamos pantalones de chándal en lugar de un traje rígido. Así es más probable que fracasemos en el gran día.
  • A menos que te dirijas al espacio, puedes entrenarte con seguridad en un entorno que imite tu próximo reto. El cómico Jerry Seinfeld lo hace probando sus chistes en pequeños clubes de comedia. En función de las respuestas del público, puede modificar el material o incluso suprimirlo por completo. De este modo, está mejor preparado para las actuaciones importantes.
  • Al probar, es importante asegurarse de que cada componente se prueba individualmente. Finalmente, también se prueba todo el sistema. No cometas el error de suponer que algo funcionará sólo porque cada una de sus partes funcione bien de forma aislada. Al fin y al cabo, un medicamento eficaz por sí mismo puede resultar letal mezclado con otro. Haz pruebas lo más exhaustivas posible, y llévate a ti mismo -o a tu producto- hasta el límite. Esto te dará confianza en tu capacidad para manejar lo que se te presente.
  • El fracaso es inevitable cuando apuntas alto. Si estás a la caza de una solución original, generarás muchas ideas. Muchas de esas ideas no cumplirán el encargo. Pero desempeñan un papel importante al acercarte a ese concepto rompedor.
  • James Dyson acumuló 5.126 prototipos fallidos a lo largo de 15 años. Sólo entonces encontró el diseño adecuado para su famosa aspiradora sin bolsa. Cuando estudiamos detenidamente nuestros fracasos, como hizo Dyson, nos aportan una poderosa visión.
  • Sin embargo, no todos los fracasos son iguales.
  • Pero no basta con diseccionar los fracasos del pasado. También debemos ser escépticos con nuestros éxitos.
  • El mensaje clave aquí es: Debemos estudiar detenidamente nuestros fracasos, incluso en medio del éxito.
  • La raíz de muchas tragedias puede remontarse a éxitos pasados. Así ocurrió con la catastrófica misión espacial Challenger en 1986. El ingeniero mecánico Roger Boisjoly había expresado repetidamente su preocupación por las juntas tóricas del transbordador espacial. Estas finas bandas de goma evitan que los gases calientes se filtren por las juntas de los cohetes propulsores.
  • Pero en misiones anteriores, las juntas tóricas dañadas siguieron funcionando. Así que las preocupaciones de Boisjoly se desestimaron como un riesgo aceptable.
  • El 28 de enero de 1986, el Challenger lanzó con éxito. Pero al minuto de vuelo, el transbordador espacial se desintegró, matando a siete astronautas. Una comisión especial determinó que la causa eran las juntas tóricas. Como volar con las juntas tóricas dañadas se había convertido en una práctica habitual, la NASA lo consideró la norma en lugar de una consideración seria.
  • La confianza que surge de la experiencia de volar con las juntas tóricas dañadas se ha convertido en una práctica habitual.
  • La confianza que surge de éxitos pasados puede cegarte ante la realidad. Crees que sabes lo que haces porque ya lo has hecho antes. Pero que tuvieras éxito no significa que no cometieras errores. Puede que esos errores no te llevaran al fracaso en el pasado, pero podrían tener consecuencias nefastas en el futuro.
  • Incluso cuando pensamos que hemos tenido éxito, debemos encontrar y aprender de nuestros fracasos. De lo contrario, nunca obtendremos el conocimiento que nos ofrecen nuestras experiencias. Por eso es crucial recordar que el éxito no es un final en sí mismo. Es un hito en un viaje interminable de descubrimiento.
  • El mensaje clave de este resumen:
  • Pensar como un científico espacial significa adoptar una nueva mentalidad, una mentalidad en la que la incertidumbre se acepta como una nueva frontera que conduce a un descubrimiento sin fin. Es dentro de esta frontera donde puedes llegar a pensamientos originales e innovaciones revolucionarias. Pero esto sólo puede ocurrir si estás dispuesto a enfrentarte a tus puntos ciegos y a romper con los procesos y opiniones que limitan tu creatividad. Una vez que hayas vuelto a conectar con tu curiosidad y apertura infantiles, avanzarás hacia tus objetivos a un ritmo acelerado y vivirás una vida extraordinaria.
  • Consejos para la acción
  • Consejos Accionables: Saca tu pregunta a pasear.
  • La próxima vez que te sientas atascado mientras intentas resolver un problema difícil, ponte las zapatillas de deporte y sal a dar un paseo. Caminar te pone en la mentalidad ideal para la innovación, porque te relaja al tiempo que permite que giren los engranajes de tu subconsciente. Caminar permitió importantes avances a científicos como Darwin, Tesla y Heisenberg. Así que, la próxima vez que necesites idear una solución original, sigue sus pasos y date un buen y largo paseo.
  • ¿Tienes algún comentario?
  • ¡Nos encantaría conocer tu opinión sobre nuestros contenidos! Envíanos un correo electrónico a libros@pathmba.com con el asunto Piensa como un científico espacial y comparte tus opiniones.
  • Qué leer a continuación: Loonshots, de Safi Bahcall
  • Ahora que piensas como un científico espacial, estarás rebosante de brillantes innovaciones que podrían llevar tu negocio a un nivel completamente nuevo. Pero eso no significa que vayas a tener luz verde para seguir adelante. La innovación se basa en la experimentación, que es cara y arriesgada. Entonces, ¿cómo creas un entorno que mitigue los riesgos empresariales al tiempo que fomenta ideas aparentemente extravagantes, que podrían acabar cambiando el mundo? Descubre cómo navegar por este complejo terreno consultando el resumen de Loonshots, de Safi Bahcall.

Conclusiones

Debemos estudiar cuidadosamente nuestros fracasos, incluso en medio del éxito.

La mejor forma de garantizar el éxito es probar rigurosamente.

Para llegar a la verdad, debes superar activamente tus puntos ciegos.

"La próxima vez que sientas la tentación de dedicarte a resolver problemas, prueba a encontrarlos"

Para obtener la mejor solución, debes formular la pregunta adecuada.

Tu mente es el mayor obstáculo entre tú y tu meta.

"La prisa y la creatividad son antitéticas entre sí. No puedes generar avances mientras vacías tu bandeja de entrada."

La productividad es enemiga del pensamiento original.

La mejor forma de innovar es dejar de conformarse.

Cambiar tu actitud hacia la incertidumbre te abre al descubrimiento.