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Negocios internacionales

Estos seis sectores de la economía africana están preparados para crecer

por Acha Leke, Paul Jacobson, Susan Lund

Estos seis sectores de la economía africana están preparados para crecer

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En 2011, publicamos un artículo en HBR, en el que se examina el sorprendente crecimiento rápido de las economías y los mercados de consumo africanos. Ayudó a despertar nuevos niveles de interés en África por parte de la comunidad empresarial internacional, y desde entonces empresas de una variedad de sectores (desde bienes de consumo hasta servicios financieros y tecnología) han ampliado su presencia en África.

Sin embargo, hoy en día, muchos inversores y líderes empresariales se preguntan si el crecimiento de África se ha agotado. Los precios más bajos de los recursos y los niveles más altos de inestabilidad sociopolítica se han hecho mella: el PIB real de África creció una media del 3,3% anual entre 2010 y 2015, considerablemente más lento que el 5,4% de 2000 a 2010.

Nueva investigación realizado por el Instituto Global McKinsey deja claro que África se enfrenta a verdaderos obstáculos económicos, como la caída de la inversión y el ahorro y el aumento del endeudamiento público. Sin embargo, el panorama general oculta una marcada divergencia. El crecimiento se ha ralentizado considerablemente entre los exportadores de petróleo y los países del norte de África afectados por los movimientos democráticos de la Primavera Árabe de 2011, pero el resto de África registró una aceleración del crecimiento a una tasa anual media del 4,4% entre 2010 y 2015, en comparación con el 4,1% entre 2000 y 2010.

Eso apunta a unos fundamentos económicos sólidos a largo plazo. En un mundo que envejece, África tiene la ventaja de tener una población joven y en crecimiento y pronto tendrá la tasa de urbanización más rápida del mundo. Para 2034, se espera que los países de África tengan una fuerza laboral mayor que China o la India y, hasta ahora, la creación de empleo supera al crecimiento de la fuerza laboral. Acelerar el cambio tecnológico está abriendo nuevas oportunidades para los consumidores y las empresas, y África todavía tiene recursos abundantes.

Todo esto significa que el continente sigue ofreciendo oportunidades prometedoras para los inversores y las empresas globales. El gasto de los consumidores y las empresas africanos en la actualidad asciende a 4 billones de dólares. Se espera que el consumo de los hogares crezca una media del 3,8% anual hasta alcanzar los 2,1 billones de dólares en 2025, impulsado tanto por el crecimiento de la población como por el aumento de los ingresos. Solo en África Oriental, se espera que más de seis millones de hogares pasen a la clase consumidora de aquí a 2025. El gasto empresarial es aún mayor y se espera que pase de 2,6 billones de dólares en 2015 a 3,5 billones de dólares en 2025.

Nuestro nuevo estudio también pone de relieve las empresas —tanto las multinacionales globales como las empresas con sede en África— que están mejor preparadas para atender a estos florecientes mercados. África tiene más firmas grandes de las que se supone normalmente. Cuando pedimos al público empresarial que adivine cuántas empresas con ingresos superiores a los mil millones de dólares operan en todo el continente, sus respuestas oscilan entre 50 y 100, pero la cifra real es de 400, con un ingreso anual combinado de 1,2 billones de dólares. En la mayoría de los sectores, estas empresas crecen más rápido y son más rentables que sus homólogas del mundo. Nuestra base de datos de grandes empresas muestra que África tiene un panorama empresarial más diversificado de lo que cabría esperar. Por ejemplo, descubrimos que solo el 30% de los ingresos los obtienen empresas que operan en el sector de los recursos. Alrededor de dos quintas partes de las 400 empresas cotizan en bolsa y poco menos del 30% son corporaciones multinacionales.

Sin embargo, las empresas africanas necesitan aumentar su desempeño para aprovechar al máximo las oportunidades económicas del continente. Fuera de Sudáfrica, el continente tiene solo el 60% del número de grandes firmas que cabría esperar si estuviera a la par de las regiones homólogas, y sus ingresos medios, de 2000 millones de dólares al año, son menos de la mitad que los de las grandes firmas de Brasil, India, México y Rusia, por ejemplo. Ninguna empresa de propiedad africana figura en la lista Fortune 500.

Para impulsar el crecimiento, las empresas deberían buscar oportunidades en seis sectores que, según nosotros, tienen «espacios en blanco»: venta mayorista y minorista, alimentos y procesamiento agrícola, atención médica, servicios financieros, fabricación ligera y construcción. Todos estos sectores se caracterizan por un alto crecimiento, una alta rentabilidad y una baja consolidación. En la industria manufacturera en particular, estimamos que África podría casi duplicar su producción, pasando de 500 000 millones de dólares en la actualidad a 930 000 millones de dólares en 2025. Tres cuartas partes de ese potencial podrían provenir de la demanda interna: hoy en día, África importa un tercio de los alimentos, bebidas y productos procesados similares que consume.

Para crear empresas panafricanas rentables, las empresas pueden tomar varias medidas clave. Al acceder a los mercados de consumo, tendrán que desarrollar una comprensión detallada de las tendencias geográficas, de los ingresos y de las categorías, incluidos los muy diferentes perfiles de crecimiento y estabilidad de cada país africano. Prosperar en los mercados empresariales requerirá que ofrezcan productos y desarrollen fuerzas de ventas capaces de dirigirse al relativamente fragmentado sector privado de África.

Las empresas que deseen crecer en todo el continente deberían desarrollar una posición sólida en su mercado nacional, utilizarla como base para expandirse a mercados mucho más allá de su región inmediata, adoptar una perspectiva a largo plazo, invertir en talento y crear las asociaciones necesarias para mantener el éxito durante décadas. Las multinacionales con mejores resultados de África hasta la fecha han sido pacientes y han creado una amplia presencia; la mayoría lleva más de quince años en África y más de la mitad están presentes en más de diez países.

Las turbulencias —tanto económicas como políticas— en algunas partes de África en los últimos años sin duda han sido impactantes, pero no han hecho descarrilar la historia de crecimiento del continente. Sin duda, los gobiernos deben hacer muchas cosas para mejorar la aptitud de las economías de África, como acelerar el desarrollo de la infraestructura, profundizar la integración regional, crear el talento del mañana y garantizar una urbanización saludable. Pero el papel del sector privado es igual de importante. Las grandes empresas, tanto de propiedad africana como globales, deben estar al frente y al centro de la marcha del continente hacia la prosperidad.