The Third Wave

Vislumbra el futuro de Internet.

Hace 20 años, Internet no era más que una moda, pero se ha convertido en una parte fundamental de la vida cotidiana de la mayoría de la gente. Y parece que seguirá impregnando nuestras vidas de formas cada vez nuevas. Nos acercamos a la tercera oleada de la revolución de Internet, una época en la que nuestro uso de la tecnología de la era de la información cambiará y entrará en una nueva etapa.

Entonces, ¿qué es Internet?

Examinemos cómo hemos llegado a esta tercera ola y qué podemos esperar de ella. Exploraremos los campos que se revolucionarán, cómo puede ocurrir esto y qué tipos de obstáculos encontrarán los emprendedores en la nueva era.

En este resumen, descubrirás

  • cómo cambiará la industria sanitaria la tercera ola;
  • qué es la inversión de impacto
  • qué es la "inversión de impacto" y por qué es una característica clave de la tercera ola;y
  • que la cooperación es a veces más eficaz que la competencia.
  • .

La historia de Internet ha tenido dos fases distintas, y una tercera está empezando ahora.

En 1980, el futurólogo Alvin Toffler escribió La Tercera Ola, un libro en el que describía cómo la siguiente "ola" de evolución en la era de la información transformaría el mundo y crearía una aldea global electrónica.

Pero para entender esta tercera ola, hay que saber qué es y por qué es tan importante.

Pero para entender esta "tercera ola", primero hay que dar un paso atrás y ver lo que hubo antes.

La primera "ola" de la era de la información.

La primera ola comenzó con la creación de los cimientos y la infraestructura del mundo online.

Empresas como Sprint, Cisco, Apple, Microsoft, AOL e IBM crearon el hardware, el software y las redes cruciales, poniendo Internet a disposición de los usuarios de a pie.

La primera oleada comenzó con la creación de los cimientos y la infraestructura del mundo online.

No fue precisamente una tarea fácil. Estos pioneros de Internet se enfrentaron a una ardua batalla, luchando por convencer a la gente de que Internet era relevante y valía la pena. De hecho, muchos lo veían como una moda pasajera. En una entrevista de 1995 en la PBS, se le preguntó al autor: "¿Por qué necesita la gente [Internet]?"

A principios del siglo XXI -el comienzo de la segunda ola- la respuesta a esa pregunta era más que evidente.

Para entonces, los motores de búsqueda como Google ayudaban a la gente a navegar por cantidades cada vez mayores de información; aparecieron mercados en línea como Amazon y eBay; y surgieron plataformas de redes sociales como Facebook y Twitter, que conectaban a cada vez más gente.

La segunda oleada revolucionó aún más las redes sociales.

La segunda ola revolucionó aún más el mundo cuando los dispositivos móviles como el iPhone de Apple y el Android de Google permitieron a la gente acceder a Internet dondequiera que fuera.

Esto nos lleva a la tercera ola, en cuyo umbral nos encontramos actualmente.

La tercera ola consiste en integrar Internet en todo lo que hacemos. Internet ya no se limita a los ordenadores personales, las tabletas y otros dispositivos, sino que está pasando a formar parte de nuestros hogares, automóviles, agricultura y ciudades. A esta era tecnológicamente integrada también se la ha denominado el Internet de las Cosas.

En la tercera oleada, los emprendedores aprovecharán esta nueva era para desafiar a sectores tan importantes como la sanidad, la educación, la alimentación y los desplazamientos.

Por lo tanto, vamos a hablar de la "Internet de las Cosas".

Así que vamos a sumergirnos y a descubrir cómo pueden ser estos futuros campos del Emprendimiento.

La sanidad y la alimentación serán uno de los principales focos de atención para los emprendedores de la tercera ola.

La tercera ola de Internet no consiste en crear el próximo juego viral o aplicación para redes sociales; se trata de abordar de forma innovadora los problemas del mundo real.

Piensa en la sanidad, un sector con un gran potencial para los emprendedores.

La sanidad es un mercado enorme, que representa una sexta parte de la economía de EE.UU., y dado que padece problemas desde hace mucho tiempo, hay mucho margen para la mejora tecnológica.

El sistema sanitario de EE.

El sistema sanitario estadounidense es notoriamente lento, ineficaz y caro; muchos hospitales siguen utilizando máquinas de fax y copias impresas de los historiales médicos, y, debido a la falta de coordinación y de datos accesibles, se cometen errores constantemente.

Por ejemplo, en 2011, el sistema de salud de EE.UU. se quedó obsoleto.

Por ejemplo, en 2011, los investigadores del centro oncológico MD Anderson descubrieron que uno de cada cuatro pacientes recibía un nuevo diagnóstico tras una segunda opinión.

Por ejemplo, en 2011, los investigadores del centro oncológico MD Anderson descubrieron que uno de cada cuatro pacientes recibía un nuevo diagnóstico tras una segunda opinión.

Muchos empresarios ya han aprovechado esta oportunidad: entre 2010 y 2014, la cantidad de dinero recaudada por las Startups de atención sanitaria digital se cuadruplicó.

Así que, dentro de poco, los teléfonos inteligentes diagnosticarán tus síntomas, comprobarán tus antecedentes médicos y te avisarán antes de que sufras un ictus o un infarto. Este control constante de los pacientes de alto riesgo desde casa podría reducir potencialmente el gasto sanitario en un 30 por ciento, dinero que de otro modo se iría en diagnósticos erróneos y tratamientos incorrectos.

Otra enorme oportunidad para estos emprendedores es la industria alimentaria, que mueve cinco billones de dólares.

La tercera ola revolucionará la industria alimentaria.

La tercera ola revolucionará la forma en que cultivamos, criamos, almacenamos, transportamos y distribuimos los alimentos.

Por ejemplo, un reportaje de The Guardian reveló que investigadores innovadores ya están encontrando formas de mejorar las colonias de abejas conectando sus colmenas a Internet. Las abejas son vitales para la polinización de los cultivos y su número está disminuyendo. Pero la tecnología de Internet puede controlar la temperatura de las colmenas y crear calor para disuadir a los ácaros que provocan el colapso de la colonia.

Los emprendedores también están desarrollando sensores para controlar la seguridad de los alimentos, ¡llegando incluso a imaginar hornos que se nieguen a cocinar carne en mal estado! Esta tecnología es muy necesaria hoy en día en las plantas de procesamiento, donde los inspectores del Departamento de Agricultura de EE.UU. controlan menos del uno por ciento de la carne procesada.

Como podemos ver, la tercera ola representa un cambio serio en las viejas formas de hacer negocios.

La disrupción es una parte inevitable de la tercera ola que las empresas deben adoptar para tener éxito.

"Si no te canibalizas a ti mismo, alguien lo hará". - Steve Jobs

En la estela de la tercera ola, las ideas seguirán surgiendo de lugares inesperados, causando disrupciones que los empresarios deben abrazar. Estas ideas harán que los viejos paradigmas cambien o se destruyan por completo, lo que significa que el éxito sólo llegará a aquellos que asuman riesgos y reconozcan las oportunidades futuras.

La autoconducción es una de las formas más rápidas y seguras de hacer negocios.

El coche autoconducido es un ejemplo perfecto de una idea innovadora que surgió de un lugar sorprendente, en este caso, el sector agrícola.

El coche autoconducido es un ejemplo perfecto de una idea innovadora que surgió de un lugar sorprendente, en este caso, el sector agrícola.

Empresas como Google y Uber están adoptando ahora esta tecnología, pero en realidad se remonta a hace 20 años, cuando la empresa de tractores John Deere, con sede en Illinois, desarrolló sistemas de navegación GPS para tractores que se conducen solos.

El coche autónomo es un ejemplo perfecto de una idea innovadora surgida de un lugar sorprendente, en este caso el sector agrícola.

Desgraciadamente, los ejecutivos de John Deere no vieron el verdadero potencial de su innovadora idea.

Aunque es poco probable que John Deere hubiera tenido los medios para construir vehículos comerciales autoconducidos desde cero, ignoraron la oportunidad de conceder la licencia de la tecnología a una empresa asociada o de introducirse en un nuevo territorio. Si hubieran estado dispuestos a arriesgarse y cambiar su modelo de negocio por algo nuevo, quién sabe qué nivel de éxito habrían alcanzado.

En otros casos, la autodisrupción puede ser la clave del éxito futuro. Esto implica ser consciente de las preferencias actuales de tus clientes y no tener miedo de deshacerte de productos o servicios probados en favor de otros nuevos.

Apple ha hecho esto muchas veces. Algunos de sus mayores éxitos se han producido a costa de sus productos anteriores. Apple no tuvo miedo de perjudicar las ventas del iPod sacando el iPhone, ni de limitar el crecimiento del MacBook lanzando el iPad.

Amazon es otro experto en la autodisrupción. Después de forjarse una reputación vendiendo soportes físicos, pasó con éxito a la transmisión de películas y programas de televisión, e introdujo el Kindle para que los clientes compraran y leyeran libros electrónicos.

La empresa se ha adaptado con éxito a las necesidades de sus clientes.

Montar con éxito la tercera ola significa salir de tu zona de confort y no subestimar la rapidez con que pueden llegar esas olas de cambio. Pero, como veremos en el siguiente resumen, mantenerse en la cima también significa mirar más allá de los márgenes de beneficio.

Los inversores de la tercera ola se fijarán tanto en el beneficio como en el impacto social de sus inversiones.

Históricamente hablando, las empresas y los directores generales se han adherido durante mucho tiempo a la vieja sentencia del economista Milton Friedman: "La responsabilidad social de las empresas es aumentar sus beneficios." Los inversores también se han conformado con esta filosofía, pero a medida que avanza la tercera oleada, estamos asistiendo a un cambio.

Ha aumentado la inversión de impacto, una megatendencia de la tercera ola que fusiona los negocios tradicionales y la filantropía.

A través de la inversión de impacto, las empresas reconocen la importancia de crear tanto rentabilidad financiera como bien social. El resultado es un escenario en el que "lo mejor de ambos mundos" es que las empresas pueden combinar beneficios y fines. Y esto es lo que vemos hoy en día: grandes instituciones como bancos de inversión, empresas de gestión de activos e inversores de capital riesgo están adoptando la inversión de impacto.

Pero este tipo de práctica está aún en sus inicios:

En 2013, la riqueza mundial alcanzó más de 150 billones de dólares, pero sólo 50.000 millones se destinaron a la inversión de impacto. Sin embargo, las proyecciones actuales sugieren que, para 2020, esta cantidad se multiplicará por veinte y superará el billón de dólares.

Esto se debe principalmente a los millennials, que están comprometidos con la creación de un cambio social positivo, tanto como empleados como consumidores. Esta nueva generación quiere apoyar a las empresas que tienen un impacto positivo en la sociedad.

Y esta tendencia ha aumentado en los últimos años.

Y esta tendencia también ha sido apoyada por los responsables políticos de las empresas.

En julio de 2013, los gobiernos del G8 crearon el Grupo de Trabajo de Inversión de Impacto Social para ayudar a fomentar un mercado rentable y orientado a fines concretos, formado por empresas benéficas, o empresas B. Como resultado, muchos estados de EE.UU. han creado leyes para apoyar a este tipo de empresas.

Entre estas organizaciones se encuentran Patagonia, Kickstarter y Etsy, todas ellas centradas en cuestiones como el cambio climático, la creación de empleo y el apoyo a las artes, además de obtener beneficios.

Kickstarter es un ejemplo perfecto de empresa de beneficio público. Su misión es utilizar una plataforma global de financiación colectiva con el único propósito de ayudar a dar vida a proyectos creativos.

La tercera ola fomentará la innovación desde lugares geográficamente diversos.

Desde hace algún tiempo, los centros tecnológicos como Silicon Valley, y las mecas de los negocios creativos como Nueva York, han mantenido el status quo en lo que se refiere a ideas brillantes. Pero esto cambiará a medida que la tercera ola engendre "el auge de los demás"

Este auge de la innovación vendrá de la mano de expertos sobre el terreno en diversas regiones geográficas.

Salidos de las zonas aisladas habituales, su ubicación les permitirá acceder directamente a las empresas en las que pretenden influir y les proporcionará el tipo de experiencia que da lugar a una innovación útil.

Al fin y al cabo, tiene más sentido que una nueva empresa alimentaria opere en el Medio Oeste de Estados Unidos, donde hay infraestructura agrícola, o que una empresa sanitaria tenga su sede en Baltimore o Nashville, donde hay muchos institutos médicos.

Por ejemplo, en Baltimore o Nashville, donde hay muchos institutos médicos.

Por ejemplo, la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Con sus amplios programas de investigación, suele considerarse una de las mejores facultades de medicina del mundo. Por lo tanto, es lógico que encuentres aquí una idea más innovadora para tu negocio sanitario que al otro lado del país, en Silicon Valley.

Este auge de las empresas sanitarias en todo el mundo se debe en gran parte a los avances tecnológicos.

Este auge del resto también creará nuevas oportunidades y mejorará el crecimiento económico.

Esto se debe a que las Startup son el motor de la economía estadounidense: en los últimos 30 años, las nuevas empresas de menos de un año han creado una media de 1,5 millones de puestos de trabajo al año.

De hecho, la Fundación Kauffman, una organización sin ánimo de lucro centrada en el espíritu empresarial, descubrió que las nuevas empresas de este tipo son casi totalmente responsables del aumento general de nuevos puestos de trabajo.

Por ejemplo, Shinola, con sede en Detroit, emplea a cientos de antiguos trabajadores del sector del automóvil para fabricar productos como relojes, bicicletas y bolsos. Su lema es "Donde se fabrica lo Americano", y han conseguido exportar sus productos a todo el mundo.

Los inversores de capital riesgo harían bien en empezar a prestar atención a lo que ocurre fuera de los lugares habituales. Pero, como veremos en el siguiente resumen, estos empresarios de la tercera ola no revolucionarán la economía completamente solos.

Construir alianzas sólidas y credibilidad será esencial para los empresarios de la tercera ola.

"Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado"- Proverbio africano

Las empresas de la segunda ola, como Google y Amazon, consiguieron convertirse en sensaciones de la noche a la mañana creando por sí solas productos masivamente populares. Aunque este método tuvo éxito en el pasado, no funcionará en la tercera ola.

Al igual que las empresas de la primera oleada, las empresas innovadoras de la tercera oleada tienen que forjar alianzas sólidas con los guardianes del sector. De lo contrario, estas grandes corporaciones pueden considerar a los nuevos empresarios como competencia y bloquearles el camino.

Así que hay lecciones que aprender de la primera oleada:

Cuando Apple estaba desarrollando iTunes y el iPod, necesitaba obtener licencias de contenidos musicales que la gente pudiera descargarse. Por ello, necesitaban asociarse con empresas que pudieran ver a Apple como una amenaza comercial.

Pero, en aquel momento, Apple no era una amenaza comercial.

Pero en aquel momento, iTunes sólo era un programa para Macintosh, y el ordenador sólo tenía una cuota de mercado del dos por ciento. Esto permitió a Apple presentar iTunes a las empresas discográficas como un experimento sin riesgos, en el que podían probar con seguridad la venta de música por Internet. Apple y las discográficas salieron ganando.

Así que, para seguir este camino probado hacia el éxito, los emprendedores de la tercera ola tendrán que asociarse pronto para crear credibilidad y ganar impulso con el fin de ganarse a los guardianes.

Y para encontrar a los socios adecuados, tendrán que buscar en diversos lugares:

Por ejemplo, cuando AOL estaba empezando, se apresuró sin parar antes de conseguir finalmente un socio dispuesto, la empresa de ordenadores Commodore. Pero no se detuvieron ahí, sino que mantuvieron el impulso y Commodore les llevó a una segunda asociación con Tandy, luego a un acuerdo con Apple y, por último, a un contrato con IBM.

Así que, incluso si tienes una empresa que se dedica a la venta de ordenadores, no te preocupes.

Así que, aunque tengas un gran producto o una idea espectacular, puede que nunca consigas ponerlos en marcha a menos que hagas de las asociaciones una parte fundamental de tu estrategia.

Trabajar estrechamente con el gobierno será especialmente importante para los futuros empresarios.

El éxito en la tercera ola de la era de la información no sólo depende de encontrar socios comerciales con ideas afines. Los empresarios también tendrán que colaborar estrechamente con el gobierno.

Después de todo, el gobierno siempre ha desempeñado un papel crucial en la innovación.

Las organizaciones gubernamentales suelen asumir riesgos financiando investigaciones, apoyando proyectos e ideas que el sector privado no quiere o no puede tocar. De hecho, sin la ayuda federal, muchas de las tecnologías actuales no existirían.

Por ejemplo, la tecnología GPS de nuestros coches y dispositivos móviles se debe al Departamento de Defensa, que creó un sistema de posicionamiento global basado en satélites como parte de su programa de disuasión nuclear.

Pero el mejor ejemplo es el de la tecnología de navegación por satélite.

Pero el mejor ejemplo podría ser la propia Internet, que se creó en 1972 como parte de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA), una agencia gubernamental creada por el presidente Eisenhower en 1958. El potencial de Internet en el uso privado y comercial sólo se hizo evidente cuando el gobierno aprobó la Ley de Telecomunicaciones en 1996.

Por tanto, es importante comprender que el papel del gobierno será cada vez más crucial en el futuro, y que para tener éxito tendrás que trabajar con él, sobre todo porque los emprendedores de la tercera ola se centrarán en sectores muy regulados.

Piensa: ¿te gustaría viajar en coches autoconducidos que no hayan sido aprobados por el gobierno?

Por tanto, para garantizar el éxito a corto y largo plazo, los futuros innovadores deben trabajar codo con codo con el gobierno para asegurarse de que actúan dentro de los límites de la legislación. Este tipo de relación puede incluso ayudar a allanar el camino para futuras leyes y políticas.

Ciertamente, no es raro pensar que el gobierno es una terrible maraña de burocracia y papeleo. Pero si tienes ideas revolucionarias para cambiar la forma en que prestamos dinero, o la forma en que prestamos servicios públicos, como alimentos o nuevas formas de energía, el gobierno debe ser un socio, no un adversario.

Conclusiones

El mensaje clave de este libro:

La Tercera Ola es la siguiente fase de la era de Internet y de la información, y se acerca rápidamente. Este próximo paso en nuestra evolución tecnológica estará marcado por las empresas y los empresarios que posean asociaciones sólidas, misiones impulsadas por un propósito y una clara comprensión de la política gubernamental.

La Tercera Ola.

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Sugerencias lectura complementaria: Las Industrias del Futuro de Alec Ross

Las Industrias del Futuro (2016) ofrece un resumen de los efectos que la tecnología de la información y la próxima ola de innovación tendrán en la globalización. Este resumen explica cómo las personas, los gobiernos y las empresas tendrán que adaptarse a un mundo cambiante impulsado por los grandes datos.