The Presentation Secrets of Steve Jobs

Para que tu presentación tenga éxito, planifica meticulosamente tu argumento y tu mensaje clave.

El público queda cautivado por la historia que cuentas, no por las diapositivas en las que se cuenta.

Para que tu presentación tenga éxito, planifica meticulosamente tu argumento y tu mensaje clave.

Olvídate del ordenador y redacta primero el guión de la presentación en papel. Sólo cuando estés satisfecho con la narración debes pasar a las diapositivas.

Nancy Duarte, guionista y diseñadora gráfica de Una verdad incómoda, el exitoso documental de Al Gore sobre el calentamiento global, afirma que los presentadores deben dedicar el doble de tiempo a planificar la presentación en papel que a crear las diapositivas.

Piensa primero en el ordenador y luego en las diapositivas.

Comienza tu planificación decidiendo el mensaje clave que quieres transmitir a tu público, y conviértelo en el titular de tu presentación. Debe ser como un mensaje de Twitter: breve, memorable y que llame la atención.

Si vas a lanzar un nuevo producto o servicio, tu mensaje clave debe describir cómo beneficiará a tus clientes. Repite tu mensaje clave varias veces durante la presentación para que se quede grabado.

Si haces una gran presentación, el público y la prensa pueden estar buscando las palabras adecuadas para describir lo que han visto después. Con el mensaje clave, puedes darles una frase memorable de tu elección.

Por ejemplo, cuando Steve Jobs presentó el iPhone, dio a los medios de comunicación un titular listo para usar: "Hoy, Apple reinventa el teléfono"

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Para que tu presentación tenga éxito, planifica meticulosamente tu argumento y tu mensaje clave.

Para que tu presentación sea excelente, debes practicar sin descanso.

Como en todas las cosas, la práctica hace al maestro.

Para que tu presentación tenga éxito, debes planificar meticulosamente tu argumento y tu mensaje clave.

La práctica incesante puede convertir a cualquiera en un presentador "naturalmente carismático". Steve Jobs practicaba sus presentaciones durante horas, incluso días, para que todo pareciera fluido y sin esfuerzo.

Incluso los discursos "extemporáneos, improvisados" de Winston Churchill se ensayaban a fondo.

Ensaya tu presentación hasta tal punto que no necesites notas. En los casos en que sea absolutamente necesario utilizar notas, como en las demostraciones paso a paso, ten como máximo tres o cuatro viñetas breves con palabras clave por diapositiva. Coloca las notas donde puedas echarles un vistazo sin que se noten o, mejor aún, relaciona mentalmente las palabras clave con una imagen de la diapositiva y utiliza esa imagen como la propia nota.

Para ayudarte en la toma de notas, te recomendamos que utilices las palabras clave en las diapositivas.

Para ayudarte en el ensayo, considera la posibilidad de utilizar una cámara de vídeo para grabarte mientras practicas. Repasa el material para ver dónde tropiezas, pareces nervioso o dónde se te va la voz, y ensaya especialmente esas partes. Para obtener una valiosa segunda opinión, pide a un amigo que vea el vídeo contigo.

Para que tu presentación sea genial, debes practicar sin descanso.

No dejes que lo inesperado arruine tu presentación; prepárate para los problemas.

Incluso los presentadores más experimentados se encuentran con problemas de vez en cuando: puede que una demostración no funcione, que tu ordenador se cuelgue o que se salte una diapositiva.

Si tu presentación se estropea, no te preocupes.

Si tu presentación tiene un fallo, no te pongas nervioso. A menos que el problema sea muy evidente, no llames la atención sobre él ni te disculpes, sigue adelante. Si no puedes ignorar el problema, ríete de él y sigue adelante. El público está dispuesto a perdonar los pequeños fallos para que puedas continuar con la historia, pero sólo si no te derrumbas en un naufragio sollozante a la primera señal de problemas.

Preguntas difíciles que te hagan durante la exposición.

Las preguntas difíciles que te hagan durante la presentación también son un posible escollo que puedes evitar.

Emplea el método de las preguntas difíciles.

Usa el método del cubo para prepararte para las preguntas, y no te pillarán desprevenido tan fácilmente. En el método del cubo, primero identifica las preguntas comunes que puedes esperar. A continuación, clasifica las preguntas según su tema en "cubos" y redacta una respuesta genérica para cada cubo. Haz que la respuesta sea lo suficientemente amplia como para abarcar todas las diferentes formulaciones de preguntas de ese cubo. Durante la presentación, si una pregunta contiene una palabra clave desencadenante, puedes dar con confianza la respuesta preparada para el cubo correspondiente.

Por ejemplo, antes de que Hillary Clinton se convirtiera en Secretaria de Estado de EE.UU., dio una rueda de prensa en la que esperaba que los periodistas le preguntaran sobre la fundación internacional de su marido y los posibles conflictos de intereses.

Su respuesta preparada habría encajado con muchas posibles preguntas sobre el tema: "Estoy muy orgullosa de ser la candidata del presidente electo para la Secretaría de Estado, y también estoy muy orgullosa de lo que mi marido y la Fundación Clinton... han logrado".

No dejes que lo inesperado arruine tu presentación; prepárate para los problemas.

Para captar la atención de tu público, cuéntales cómo vas a resolver sus problemas.

Ya sea una presentación, un comunicado de prensa o un anuncio, cada comunicado que elabores debe responder siempre a la pregunta clave que todo destinatario está pensando: "¿Por qué debería importarme esto?"

Debería importarle porque le estás dando una solución a sus problemas

Para ofrecer una solución, primero debes presentar el problema, el villano de tu historia: Describe una situación en la que la gente se sienta frustrada por la falta de un producto como el tuyo (o por un producto mediocre de la competencia). Utiliza detalles tangibles y construye realmente el dolor en la mente de tu público.

Ahora es el momento de que tu producto, el héroe, resuelva el problema y mate al villano. En un lenguaje sencillo, sin jerga ni palabras de moda, explica cómo resuelve tu producto el problema del público. Esto debería ser lo único que el público recuerde de tu presentación, así que menciónalo al menos dos veces.

Cuando Steve Jobs presentó el iPod, primero describió el problema del público, enumerando las diversas formas caras y engorrosas de escuchar música en movimiento, como el famoso y voluminoso reproductor de CD portátil. Luego reveló al héroe: el iPod, que por primera vez permitía llevar toda la biblioteca musical en el bolsillo.

Lo que estás vendiendo realmente es la promesa de una vida mejor, libre de los problemas que has pintado vívidamente.

Esto también te ayudará a inyectar pasión en tu presentación. A Steve Jobs le apasionaban los problemas que podían resolver sus productos, y la pasión es la única cualidad que tienen en común todos los comunicadores inspiradores.

Para captar la atención de tu audiencia, cuéntales cómo vas a resolver sus problemas.

No abrumes a tu audiencia; simplifica tus diapositivas y tu lenguaje.

El cerebro es fundamentalmente un órgano perezoso, así que tienes que ponerle las cosas fáciles a tu audiencia.

No abrumes a tu audiencia; simplifica tus diapositivas y tu lenguaje.

Haz que tus diapositivas sean lo más sencillas posible, introduciendo un solo tema por diapositiva. Recuerda que quieres que la gente preste atención a lo que dices, no que intente leer lo que está escrito. Por lo tanto, evita utilizar viñetas o frases largas.

A la mayoría de los presentadores les gusta atiborrar sus diapositivas al máximo, sin comprender que la información superflua impide el aprendizaje en lugar de favorecerlo. Por el contrario, Steve Jobs solía utilizar diapositivas de estilo zen, en las que sólo aparecía una imagen o una palabra.

Tú también deberías construir diapositivas de estilo zen.

Tú también deberías construir diapositivas visualmente atractivas y estéticas, prefiriendo las imágenes sencillas al texto aburrido. Asociar una imagen con información verbal aumenta drásticamente la capacidad de la gente para recordar esa información.

Aplica también el mismo principio de sencillez a tu lenguaje: habla con sencillez y utiliza un inglés sencillo, evitando la jerga del sector o las palabras de moda ininteligibles. Recuerda que estás hablando en beneficio de la audiencia, no para parecer inteligente.

Por último, emplea un lenguaje sencillo y claro.

Por último, utiliza recursos retóricos como analogías y metáforas para evocar imágenes fuertes en la mente de tu público.

A Steve Jobs le encantaba comparar nuevos productos con otros ya conocidos para transmitir el mensaje, por ejemplo: "El iPod Shuffle es más pequeño y ligero que un paquete de chicles".

No abrumes a tu audiencia; simplifica tus diapositivas y tu lenguaje.

Usa los datos con moderación y haz que sean fáciles de comprender para la audiencia.

Los datos pueden ser útiles para respaldar el tema clave de tu presentación, pero nada duerme más rápido a la audiencia que una sobrecarga de cifras. Para evitarlo, debes ser muy selectivo con los datos que utilizas.

Simplifica tus datos.

Simplifica los datos con analogías y metáforas. Esto es especialmente importante en el caso de las grandes cifras, que pueden ser difíciles de comprender por sí solas.

Por ejemplo, cuando IBM lanzó un superordenador superrápido, "El Correcaminos", no se limitó a describir su velocidad como "un petaflop por segundo". En su lugar, dijeron que se necesitaría una pila de ordenadores portátiles de 1,5 millas de alto para igualar la velocidad del Correcaminos. Esto proporcionó al público una metáfora mucho más tangible.

Haz que los datos resuenen en el público haciéndolos específicos, contextuales y relevantes para el público.

Cuando Steve Jobs presentó el iPod, no se limitó a explicar que tenía 5 GB de almacenamiento y pesaba 6,5 onzas. En lugar de eso, dijo que podía almacenar 1.000 canciones, y demostró físicamente que era lo suficientemente pequeño como para caber en su bolsillo. La imagen de un reproductor de música en el bolsillo era fácil de captar y recordar para el público, mientras que la cifra concreta de "1.000 canciones" era relevante para todos los aficionados a la música de la sala.

Utilizar el reproductor de música en el bolsillo.

Utiliza los datos con moderación y haz que sean fáciles de comprender para la audiencia.

Utiliza la regla de tres.

La regla de tres es un poderoso concepto de la teoría de la comunicación. Afirma que las listas de tres son intrínsecamente más efectivas porque resultan más naturales que las listas de otras longitudes.

Steve Jobs dijo que el iPhone combina tres dispositivos (un iPod con pantalla táctil, un teléfono y un comunicador de Internet), John F. Kennedy enumeró tres inversiones principales necesarias para que EE.UU. ganara la carrera espacial y probablemente estés esperando un tercer ejemplo porque las listas de tres son muy naturales.

La agrupación de temas, asuntos y frases individuales en listas y sublistas de tres maximiza su impacto.

Las personas suelen recordar sólo tres puntos importantes de cualquier presentación. Para aprovechar este hecho, debes hacer una lista de todos los puntos que quieras exponer, y luego agruparlos y categorizarlos hasta que te quedes sólo con tres mensajes clave.

Emplea estos tres mensajes clave para maximizar su impacto.

Utiliza estos tres puntos clave como una hoja de ruta verbal, que esbozarás justo al principio de tu presentación. La hoja de ruta servirá de guía a tu público y le ayudará a mantener el ritmo a medida que avanzas en la presentación.

Utiliza los tres puntos clave como una hoja de ruta verbal.

Usa la regla de tres.

Haz que tu presentación sea impactante incluyendo detalles emotivos.

Si quieres que tu presentación sea realmente memorable, ofrece a tu público un momento "Mierda". Planifica y ensaya una revelación que provoque una respuesta emocional.

La gente puede olvidarse de la presentación.

La gente puede olvidar tus diapositivas, tu producto e incluso a ti mismo, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir. Los acontecimientos cargados de emoción se quedan grabados en la memoria como notas Post-It mentales.

El Momento "Holy Shit" puede ser algo estimulante, como Steve Jobs sacando el MacBook Air de un sobre de manila para demostrar su delgadez, o algo entrañable, como un agricultor de productos ecológicos explicando cómo puede abrazar a sus hijos justo después del trabajo sin pesticidas tóxicos en la ropa.

Si hay una revelación emotiva bien ensayada pero sorprendente, será lo más memorable de toda tu presentación.

Otra forma de potenciar el contenido emocional de tu presentación es utilizar una redacción sencilla, concreta y emotiva. Olvídate de las palabras de moda y de la jerga confusa, utiliza palabras descriptivas, "zippy" y superlativos para transmitir lo emocionado que estás con tu presentación.

Por ejemplo, Steve Jobs dijo que los botones de la nueva interfaz de OS X tenían tan buena pinta que "querrás lamerlos".

Haz que tu presentación sea impactante incluyendo detalles emocionales.

La forma en que hablas y tu aspecto pueden ser más importantes que lo que dices.

Según algunos estudios, las señales no verbales y los tonos de voz son más importantes que las propias palabras pronunciadas. Son la razón por la que la presencia escénica de Steve Jobs irradia la autoridad y confianza que irradia.

Actúa como un líder.

Actúa como el líder que quieres ser. Olvídate de estar de pie detrás de un podio, leyendo monótonamente de unas tarjetas con los brazos rígidos a los lados.

En lugar de eso, ponte de pie para que no haya nada entre tú y el público, mantén el contacto visual y utiliza gestos vivos con las manos para animar tu discurso. Utiliza pausas, distintos niveles de volumen y diferentes inflexiones para dar energía a tu discurso.

Recuerda que, aunque Steve Jobs era capaz de vestir con zapatillas deportivas, vaqueros y un falso jersey de cuello alto, tú también deberías aspirar a vestir como el líder que deseas ser, es decir, un poco mejor que cualquier otra persona de la sala, siempre que sea adecuado para la cultura de la empresa.

Para conocer mejor las deficiencias de tu discurso, grábate en vídeo ensayando. Recuerda que, incluso en vídeo, debes desprender energía y parecer que te diviertes, tanto informando como entreteniendo a la audiencia.

Para entender mejor cualquier deficiencia de tu discurso, grábate en vídeo.

Si parece que no alcanzas este objetivo, intenta exagerar tu energía. Lo más probable es que así lo consigas.

Cómo hablas y cómo te ves puede ser más importante que lo que dices.

Anima tu espectáculo con atrezzo, demostraciones y videoclips.

Utilizar muchos tipos de medios diferentes hace que tu mensaje cale. Si utilizas demostraciones en directo, videoclips y elementos de atrezzo para repartir, puedes ayudar a que todos los tipos de alumnos del público entiendan tu mensaje.

La gente aprende más rápido y mejor.

Las personas aprenden de formas diferentes: algunas responden mejor a la información visual, otras a los estímulos auditivos y otras a las experiencias cinestésicas (tocar, mover y hacer cosas). Los estudios han demostrado que el uso de múltiples medios en tu presentación puede aumentar drásticamente el grado en que el público recuerde tu presentación.

Hacer una demostración breve, sencilla e impactante en el escenario puede ser una forma muy eficaz de mostrar a la audiencia las características más interesantes de tu producto.

Cuando Steve Jobs presentó el iPhone, utilizó Google Maps para encontrar un Starbucks cercano y luego les llamó para pedir 4000 cafés con leche para llevar. Todo esto ocurrió mientras el público miraba y se reía.

Los videoclips no se suelen utilizar en la mayoría de las presentaciones de empresa, pero son una forma estupenda de hacer que tu presentación destaque. A Steve Jobs le encantaba mostrar los últimos anuncios de televisión de Apple en sus presentaciones, a veces repetidamente.

Utiliza vídeos y demostraciones en tus presentaciones.

Utiliza vídeos y demostraciones como "intermedios" durante los cuales el público pueda relajarse y reagruparse. Los estudios demuestran que, por lo general, la gente es capaz de mantener un interés genuino en una presentación durante apenas diez minutos antes de distraerse.

Amplía las presentaciones con vídeos y demostraciones.

Amplía tu presentación con atrezzo, demostraciones y videoclips.

Comparte el escenario y la gloria.

Hay tres razones importantes por las que deberías compartir el escenario con otras personas durante tu presentación.

Primero, la gente suele ser capaz de mantener un interés genuino en la presentación durante apenas diez minutos antes de distraerse.

En primer lugar, tu público ansía variedad. Escuchar incluso al orador más carismático del mundo resulta aburrido al cabo de un rato. Presentar a socios, famosos o miembros de tu equipo suele animar el espectáculo.

Considera a Steve Jobs, que hizo subir al escenario al director general de Intel vestido con un traje de conejo de Intel cuando se anunció la cooperación de Apple con Intel. En 2005, cuando Jobs declaró que todos los álbumes de Madonna estarían disponibles a través de iTunes, la propia estrella apareció a través de un enlace de vídeo para comentar la noticia. Fueron momentos memorables.

En segundo lugar, otros oradores pueden hablar con más autoridad sobre determinados temas. Por ejemplo, cuando Apple presentó sus nuevos portátiles fabricados con bloques de aluminio, Jobs dejó que un ejecutivo de diseño presentara el proceso real de diseño y fabricación.

En tercer lugar, los avales de los clientes son la mejor herramienta de ventas de cualquier empresa. Los clientes valoran las opiniones objetivas sobre los productos, por lo que debes contar con clientes satisfechos y críticos de los medios de comunicación que avalen tu producto como parte de la presentación, preferiblemente en directo o a través de vídeo.

También recuerda que las opiniones de los clientes son la mejor herramienta de venta de cualquier empresa.

Además, recuerda dar las gracias sinceramente a tus empleados, socios, clientes y público. Esto ayuda a establecer una buena relación y demuestra que tienes la integridad de dar crédito a quien lo merece.

Comparte el escenario y la gloria.

Conclusiones

El mensaje clave de este libro es:

Para presentar de forma tan impresionante como Steve Jobs, haz que tu presentación sea lo más fácil posible de entender y recordar para el público.

Para presentar de forma tan impresionante como Steve Jobs, haz que tu presentación sea lo más fácil posible de entender y recordar para el público.

Las preguntas a las que responde este libro:

¿Cómo puedes preparar una presentación con éxito?

  • Para que tu presentación sea excelente, practica sin descanso.
  • No dejes que los imprevistos arruinen tu presentación; prepárate para los problemas.
  • No dejes que los imprevistos arruinen tu presentación; prepárate para los problemas.

¿Cómo puedes hacer que tus mensajes calen?

  • No abrumes a tu público; simplifica tus diapositivas y tu lenguaje.
  • Para conseguir que tu mensaje perdure.
  • Utiliza los datos con moderación y haz que sean fáciles de comprender para el público.
  • Utiliza la regla del número.
  • Usa la regla de tres.
  • Haz que tu presentación se pegue incluyendo detalles emocionales.

¿Cómo puedes hacer que tu presentación destaque entre la competencia?

  • La forma en que hablas y tu aspecto pueden ser más importantes que lo que dices.
  • Para que tu presentación destaque entre la competencia.
  • Amplía tu presentación con atrezzo, demostraciones y videoclips.
  • Comparte el escenario y la presentación.
  • Comparte el escenario y la gloria
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Lecturas recomendadas: Habla como TED de Carmine Gallo

En Habla como TED, aprenderás las estrategias de presentación que utilizan los oradores públicos más influyentes del mundo. El autor, Carmine Gallo, analizó más de 500 charlas TED para identificar las características comunes que hacen que estas charlas sean tan influyentes y atractivas.