The Gap and the Gain
Aprende a dejar de perseguir el éxito y saborea tus logros.
Cuando Thomas Jefferson redactó la Declaración de Independencia Americana en 1776, decretó que todos los americanos tienen derecho a "la búsqueda de la felicidad".
Esta formulación sugería que la felicidad es algo externo a nosotros mismos.
Esta formulación sugería que la felicidad es algo externo a nosotros mismos, algo que hay que perseguir. Y así es como lo ve la mayoría de la gente hasta el día de hoy.
Quizá pienses que la felicidad llegará con ese ascenso, o ese aumento de sueldo, o, tal vez, cuando tengas tu familia perfecta. Pero tus metas no dejan de moverse, y esos logros nunca te aportan realmente lo que buscas.
La mayoría de la gente ve la felicidad hoy en día.
La mentalidad de la gente está equivocada aquí. La felicidad no es algo que haya que perseguir. Es algo que puedes elegir tener ahora mismo, independientemente de cómo sea tu vida.
Este resumen te muestra cómo conseguirlo.
La felicidad es algo que puedes elegir ahora mismo.
En este resumen, aprenderás
- cómo despertarse renovado y listo para afrontar un nuevo día;
- cómo pensar de forma positiva
- por qué el pensamiento positivo puede ayudarte a mejorar tu vida
- por qué el pensamiento positivo puede hacer que vivas más; y
- cómo transformar una experiencia difícil en una oportunidad de crecimiento
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Toma las riendas de tu propia felicidad.
Dan Jansen es uno de los mejores patinadores de velocidad del mundo. En 1984, cuando sólo tenía 16 años, participó en los Juegos Olímpicos de Invierno y estuvo a punto de ganar una medalla. Casi, pero no del todo.
Durante diez largos años, la mala suerte se cebó con él. A pesar de su brillantez, la medalla de oro en las Olimpiadas siguió siéndole esquiva. En 1994, Jansen pensó que lo intentaría por última vez en Lillehammer, Noruega, pero no tuvo un buen rendimiento en lo que solían ser sus carreras más fuertes.
Pronto, sólo quedaba una carrera, los 1.000 metros sprint. Jansen sabía que sus posibilidades de ganar eran muy escasas.
Pero en lugar de sentirse triste por otra derrota inminente, llevó una mentalidad diferente a esta prueba. Cuando se colocó en la línea de salida, pensó en todo lo que había ganado durante su carrera: los entrenadores que le habían guiado generosamente, los lugares que había visto, la enorme satisfacción que le producía patinar.
El mensaje clave aquí es: Asume la responsabilidad de tu propia felicidad.
Jansen decidió que dedicaría su última carrera a expresar su gratitud al mundo del patinaje de velocidad. Esta iba a ser su despedida de una larga y satisfactoria carrera.
Así que corrió con una sonrisa radiante en la cara. Y ésta resultó ser la mejor carrera de su carrera. Jansen ganó la carrera y batió un récord mundial en el proceso. Sus pensamientos positivos produjeron un resultado positivo.
Muchos triunfadores luchan por adoptar esta forma de pensar. Creen que tienen que sentirse miserables para sentirse motivados. Así es como piensan: si estás demasiado satisfecho con tu vida, no tendrás deseos de triunfar. Pero eso no es cierto en absoluto.
De hecho, numerosos estudios han demostrado que cuando tienes un estado de ánimo positivo, en realidad rindes más. Tienes más confianza, piensas de forma más creativa, te adaptas mejor a las circunstancias cambiantes.
En cambio, cuando te sientes estresado y negativo, entras en modo supervivencia. Esto acaba con el pensamiento creativo y lateral. También dejas de divertirte en el trabajo y tu motivación interna disminuye.
Jansen tuvo tanto éxito porque dejó de necesitar ganar para sentirse feliz o realizado. Por supuesto, quería ganar. Pero su felicidad se volvió intrínseca.
Si buscas la felicidad fuera de ti, estás regalando todo tu poder. La vida se convierte en una cinta de correr para conseguir constantemente las cosas que crees que necesitas. Pero no necesitas nada ni a nadie para ser feliz. Puedes elegir la felicidad, ahora mismo, aprendiendo a apreciar tu vida tal y como es.
Deja de compararte con los demás.
¿Alguna vez te has desplazado por Instagram sintiendo una envidia intensa por las vacaciones de tu amigo en Tailandia o por la suntuosa boda de tu primo?
En ese caso, te estás comparando con los demás.
Entonces te estás comportando exactamente como quieren los creadores de plataformas como Facebook e Instagram. Las redes sociales están diseñadas para que te compares constantemente con otras personas. Su propósito es crear la sensación de FOMO -miedo a perderse todas las cosas que crees que hacen los demás.
De hecho, estas plataformas están construidas para hacerte sentir que tu vida no está a la altura. Su trabajo consiste en ponerte en el GAP, en hacerte sentir que tu vida no está a la altura del ideal.
¿Por qué las redes sociales hacen eso?
¿Por qué hacen eso las redes sociales? Pues porque si sientes que te falta algo, probablemente empezarás a comprar cosas para llenar ese vacío. En otras palabras, las plataformas de los medios sociales manipulan tu bienestar mental para convertirte en un consumidor más valioso.
El mensaje clave aquí es: Deja de compararte con los demás.
La verdad es que compararte con otras personas es inútil. Te hace anhelar símbolos externos de éxito, como una casa grande o un coche llamativo. Pero ninguna compra, por cara que sea, puede nutrirte realmente.
Lo único que puede hacerte sentir feliz y realizado es vivir de acuerdo con tu propia norma interna de éxito.
¿Pero cuál es esa norma? Si no tienes una respuesta inmediata, no eres el único. He aquí una conjetura: cuando ibas al colegio, probablemente tus padres o profesores nunca te preguntaron qué valorabas. Nadie quería saber cómo juzgabas personalmente el éxito.
Casi seguro que el objetivo estaba en otra parte: los exámenes estandarizados, tal vez, o ganar ese partido de fútbol.
Como adulto, tienes la oportunidad única de ser autodeterminado. Puedes decidir por ti mismo lo que realmente importa.
Tómate un tiempo para reflexionar sobre esto, y luego escribe una lista de diez cosas que están presentes cuando estás siendo exitoso. Recuerda que tu lista no será igual a la de los demás. Y esa es la cuestión.
¿Tu versión del éxito consiste en pasar suficiente tiempo con tu familia? ¿O se trata de la flexibilidad para viajar siempre que quieras? Asegúrate de que tu lista sea lo más específica posible.
La próxima vez que se te presente un nuevo trabajo u otra oportunidad, pregúntate: ¿Cumple los requisitos de mi lista? Si la respuesta es no, entonces la oportunidad no es para ti, por muy prestigiosa que sea.
La forma en que ves tu vida determina cómo vives.
Hay algo que quizá no sepas. Tu mentalidad tiene el potencial de afectar a tu salud física e incluso a tu longevidad.
Un estudio lo demostró estudiando una cohorte poco habitual: las monjas. Los científicos analizaron las cartas de admisión que 180 aspirantes a monjas escribieron a sus futuros monasterios cuando aún eran jóvenes.
Y adivina qué: había una relación directa entre el tono de estas cartas y la esperanza de vida de las monjas. Las que se describían a sí mismas de forma positiva vivían una media de diez años más que las monjas cuyas cartas eran negativas.
El noventa por ciento de este grupo positivo sobrevivió al menos hasta los 85 años, en comparación con sólo un tercio de las monjas del otro grupo.
La forma en que las personas se describían a sí mismas en las cartas era un factor determinante.
La forma en que las personas describieron su vida a los 20 años tuvo un enorme efecto en el resto de su vida.
El mensaje clave aquí es: Cómo ves tu vida determina cómo vives.
El vínculo entre mente y cuerpo está bien documentado. Las personas infelices son menos resistentes a los virus y se ausentan más del trabajo. En cambio, los que tienen una mentalidad positiva pueden mejorar su salud sin cambiar en absoluto su comportamiento.
Por ejemplo, en un estudio se observó que las personas infelices son menos resistentes a los virus y se ausentan más del trabajo.
Por ejemplo, en un estudio se trabajó con un grupo de 84 mujeres que se ganaban la vida limpiando habitaciones de hotel. A la mitad del grupo se le dijo que sus actividades de limpieza eran un buen ejercicio que podía mejorar su salud. A la otra mitad -el grupo de control- no se le dijo nada en absoluto.
Al cabo de cuatro semanas, el grupo que había recibido el mensaje positivo perdió peso y redujo su tensión arterial. Los demás no experimentaron ninguna mejora.
Cuando percibes tu vida negativamente, vives en el GAP. Te vuelves autocrítico; sientes que tu vida no es suficientemente buena. Esto repercute en tu cuerpo. Te hace estar crónicamente estresado, enfadado y ansioso.
A lo largo de muchos años, los efectos del pensamiento GAP dejarán a tu sistema abrumado y agotado.
Pero existe una forma de pensar GAP.
Pero hay una alternativa a vivir en el GAP, y es vivir en la GANANCIA. Esto significa, darte crédito por los progresos que has hecho, y ver cada experiencia como valiosa. Si ves tu vida desde este punto de vista positivo, serás más feliz y estarás más sano.
Pero, ¿cómo puedes vivir en la GANANCIA?
¿Pero cómo empiezas a vivir realmente en la GANANCIA? Pues requiere práctica.
Para empezar, recluta a personas de confianza a tu alrededor para que sean compañeros de responsabilidad. Su trabajo consiste en avisarte cuando vuelvas a caer en el pensamiento GAP.
Y otra cosa que tienes que hacer es practicar la mentalidad de GANANCIA. Puedes hacerlo, por ejemplo, haciendo una lista de tus logros hasta el momento, o pensando en todo lo que estás aprendiendo de una situación desagradable.
Con el tiempo, la mentalidad de GANANCIA se convierte en tu mejor arma.
Con el tiempo, la perspectiva GAIN se convertirá en algo tan habitual como lo fue en su día la GAP.
No olvides hacer un seguimiento de tus progresos y celebrar tus logros.
Rosie es una niña con un grave trastorno cerebral llamado lisencefalia. Los médicos dijeron a sus padres que nunca aprendería ninguna habilidad nueva.
Pero gracias a las horas de trabajo de sus padres, la niña ha aprendido mucho.
Pero gracias a horas de trabajo con su dedicada fisioterapeuta, Rosie ha demostrado que estaban equivocados. En sólo un año, aprendió a andar por la hierba y otras superficies irregulares. De hecho, se ha vuelto tan segura de sí misma que todo el mundo ha olvidado por completo que eso solía ser un problema.
Este cambio es la razón por la que su terapeuta toma notas detalladas y programa llamadas periódicas con los padres de Rosie para hablar de sus progresos. Celebrar conscientemente sus progresos hace que todos estén más motivados para seguir adelante.
El mensaje clave aquí es: No olvides seguir tus progresos y celebrar tus logros.
Es fácil olvidar tus logros notables porque pronto empiezan a parecer normales. De hecho, el cerebro humano está programado para olvidar. Una vez que dominas una nueva habilidad, tu cerebro te permite utilizarla inconscientemente, en piloto automático. Demasiado a menudo, ni siquiera eres consciente de que estás haciendo algo nuevo.
Por eso es tan esencial tomar notas detalladas de tus progresos. Llevar un diario te permite registrar los retos a los que te enfrentas y las soluciones que les das. La lectura de tu diario te permite apreciar los progresos que has hecho.
Muchas personas cometen el error de medir sus progresos con respecto a un ideal futuro que tienen en la cabeza. Pero esa es una receta para la decepción. El futuro aún no ha ocurrido, así que no es real. Pero el pasado sí lo es. Medir tus resultados concretos en relación con el pasado te permite comprender realmente lo lejos que has llegado.
Tómate un momento para pensar en qué momento de tu vida te encontrabas hace diez años. ¿Cómo empleabas tu tiempo? ¿Qué te parecía importante? ¿Qué ha ocurrido en el transcurso de esos años?
Haz una lista detallada y concreta de todo lo que has conseguido en ese tiempo. Asegúrate de que no sólo incluyes el progreso en riqueza material o estatura social: recuerda centrarte también en cómo ha evolucionado tu mentalidad. ¿Ha habido acontecimientos difíciles o estresantes que te hayan enseñado lecciones valiosas? ¿Cuáles fueron esas lecciones?
Ahora repite el ejercicio, examinando los logros que has conseguido en los últimos tres años, e incluso en los últimos 90 días. Hacer este ejercicio conscientemente te llenará de confianza y motivación.
También te dará una idea más clara de hacia dónde quieres ir.
Usa la última hora del día para celebrar tus victorias y planificar futuros logros.
Quizá no lo sepas, pero la hora antes de irte a la cama es una de las más importantes de todo el día. La forma en que pasas ese tiempo repercute en tu sueño e influye en tu productividad durante las 24 horas siguientes. Pero la mayoría de la gente malgasta esos 60 minutos, desplazándose irreflexivamente por sus smartphones.
Está bien documentado que los teléfonos inteligentes sobreestimulan el cerebro por la noche, y eso dificulta conciliar el sueño. Por lo tanto, si utilizas el teléfono antes de acostarte, lo más probable es que te despiertes aturdido y ansioso.
Pero no es así.
Pero no todo son malas noticias. Con unos sencillos cambios, puedes convertir esa hora antes de acostarte en una poderosa oportunidad para transformar tu forma de dormir y planificar mejor tus días.
Pero no todo son malas noticias.
El mensaje clave aquí es: Aprovecha la última hora del día para celebrar tus victorias y planificar tus logros futuros.
Todo empieza guardando el smartphone al menos media hora antes de acostarte. En su lugar, coge un bolígrafo y una hoja de papel y reflexiona sobre el día que acabas de tener.
En concreto, piensa en tres victorias del día y anótalas. Recuerda que son tus victorias subjetivas, las de nadie más. Si hacer la colada suele ser un obstáculo para ti, entonces lavar una carga de ropa es definitivamente una victoria.
Cuando hayas anotado tus logros, piensa en tres victorias que quieras conseguir mañana.
Esta sencilla práctica transformará tus días y tus noches. Anotar tus victorias del día te pone en una actitud de GANANCIA y aumenta tanto tu confianza como tu sensación de bienestar. Así dormirás más tranquilo.
Articular claramente tus objetivos para el día siguiente permite que tu cerebro empiece a procesarlos subconscientemente, de modo que te despiertes con una sensación de propósito. En lugar de limitarte a reaccionar ante lo que se te presente, tendrás un plan claro y factible.
Esta práctica también entrena tu mente para buscar GANANCIAS a lo largo del día. Todo el mundo tiene atención selectiva: esto te permite filtrar la mayoría de los estímulos del mundo y centrarte sólo en lo que es importante, interesante o relevante.
Pues bien, ¿por qué no utilizar este rasgo en tu beneficio? Si aprendes a centrarte en las tres victorias, tu cerebro empezará a buscar automáticamente más y más logros. Eso aumentará tu confianza y te dará más energía para seguir persiguiendo tus sueños. Sigue así y pronto salir de la cama ya no será un reto. En lugar de eso, estarás ansioso por empezar el día, preparado para las grandes victorias.
Puedes convertir cualquier experiencia aparentemente negativa en una GANANCIA replanteando lo que te ha ocurrido.
El 29 de septiembre de 2008 fue un día que cambió la vida de Howard Getson. De la noche a la mañana, perdió 2 millones de dólares en bolsa. Getson se estremeció. Parecía que sus operaciones bursátiles se habían salido completamente de control.
Pero luego pensó un poco más en ello. Aquel día había tenido una pérdida terrible, seguro. Pero no todo el mundo las había tenido. Al contrario, algunos operadores habían ganado enormes fortunas de la noche a la mañana.
¿Por qué sus estrategias habían funcionado y las suyas no? ¿Qué podía aprender de ellos?
Getson siguió pensando en esto durante la noche y, por la mañana, había cambiado completamente su forma de pensar. En lugar de enfadarse por su derrota, ahora veía esta experiencia como una oportunidad para la transformación.
Los ingenieros de Getson empezaron a desarrollar un software nuevo e innovador que utilizaba la IA para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Perder 2 millones de dólares podría haber perseguido a Getson durante el resto de su vida. Pero no dejó que eso ocurriera.
El mensaje clave aquí es: Puedes convertir cualquier experiencia aparentemente negativa en una GANANCIA reformulando lo que te ha ocurrido.
Getson estaba mostrando un rasgo que se denomina flexibilidad psicológica. Es la capacidad de gestionar tus emociones y dar forma proactivamente al significado de tus experiencias.
Flexibilidad psicológica.
La flexibilidad psicológica es lo que te permite recuperarte tras un contratiempo. En lugar de quedarte estancado cuando las cosas no salen según lo planeado, aceptas lo sucedido y encuentras nuevas formas creativas de alcanzar tu objetivo.
La flexibilidad psicológica es lo que te permite recuperarte tras un revés.
No todo el mundo nace con flexibilidad psicológica, pero todo el mundo tiene la capacidad de desarrollarla. Este viaje empieza por hacerte cargo de todo lo que te ocurre, bueno y malo. No puedes controlar todo el mundo que te rodea. Pero puedes elegir cómo respondes a él.
Uno de los coautores, Dan Sullivan, creó un poderoso ejercicio en su práctica de coaching, que denomina Los Transformadores de Experiencias. Se trata de un experimento mental que te permite replantear lo que te ocurre.
Así es como funciona: Coge papel y bolígrafo y responde a las siguientes preguntas: ¿Qué has sacado de esta experiencia que pueda ayudarte en el futuro? ¿Qué quieres hacer de forma diferente la próxima vez? ¿Y por qué estás agradecido?
El ejercicio te da el espacio para procesar la experiencia en lugar de huir de ella. Y te capacita para crear tu propia narrativa sobre lo que te ha ocurrido. Serás capaz de enfrentarte al mundo de frente y elegir lo que quieres sacar de él.
Visto de este modo, cualquier experiencia puede ser una GANANCIA.
Conclusiones
El mensaje clave de estos resúmenes:
Nadie necesita perseguir la felicidad. Puedes elegir ser feliz ahora mismo. En lugar de compararte con los demás, define tus propios criterios intrínsecos de éxito. No puedes medir tu progreso en función de un ideal futuro, porque el futuro siempre es ilusorio. En lugar de eso, mide tu progreso en función de tu pasado. Y celebra tus enormes logros. Esto es pensar en GANAR, y te llenará de energía y motivación. Puede que no te salga de forma natural, pero es algo que puedes practicar haciendo sencillos ejercicios.
Consejos Accionables:
Piensa en tu futuro.
Tómate cinco minutos para estar en el GAP.
Es normal estar triste o decepcionado cuando la vida no va como quieres. No esperes volverte permanentemente feliz sólo porque hayas descubierto el poder del pensamiento positivo. En lugar de eso, permítete cinco minutos para estar realmente triste, para enfurruñarte, para machacarte después de una decepción. En otras palabras, utiliza esos cinco minutos para abrazar realmente el GAP. Pero luego, reflexiona sobre cómo te has beneficiado de la experiencia y cuánto has progresado, y cambia conscientemente al pensamiento de GANANCIA.