The 8th Habit
Aprende a ser el mejor tú en tu trabajo.
Considera tu propia voz. No tu voz cantada o tu voz hablada, sino tu voz: el significado, el potencial infinito y la grandeza de tú. ¿Lo has encontrado?
Encontrar tu voz en el trabajo, ya seas un empleado normal o un alto dirigente, no es necesariamente fácil. Y si ya has conseguido encontrarla, aún no hay garantías de que hayas conseguido utilizarla de forma coherente. En El 8º Hábito, el autor te empuja suavemente a encontrar tu voz. Te explica cómo pasar a la acción y encontrarla y, lo que es más importante, cómo inspirar a las personas que te rodean para que también encuentren su voz.
El 8º Hábito
En este resumen, descubrirás
- cómo desarrollar las cuatro inteligencias que te ayudarán a encontrar tu voz;
- cómo encontrar tu voz
- que la libertad de elección te permite desplegar tu verdadero potencial; y
- la clave para construir la confianza mutua.
El 8º hábito trata de encontrar el camino hacia la grandeza en la actual Era del Trabajador de la Información/Conocimiento.
¿Te has sentido alguna vez como si no marcaras la diferencia? ¿O que lo que haces no importa realmente? Muchas personas parecen sentirse así. Pero, ¿por qué?
Bueno, muchas organizaciones no pueden seguir el ritmo de los cambios constantes de nuestro mundo moderno. Y ahí radica el problema.
Actualmente vivimos en la Era del Trabajador de la Información/Conocimiento, sucesora de la Era Industrial. A muchas organizaciones les resulta difícil adaptarse a los cambiantes enfoques del trabajo a los que ha dado lugar esta nueva era, y siguen funcionando con una mentalidad de la Era Industrial, gobernadas por un estilo dominante de arriba abajo.
Esta mentalidad de arriba abajo es la que rige el funcionamiento de las organizaciones.
Este tipo de control funciona mal en la era actual, en la que se trata de liberar el potencial de nuestros trabajadores.
Conseguimos que los trabajadores se sientan cómodos en el trabajo.
Considera el valor de la calidad en el sector informático actual. Un programador sobresaliente, por ejemplo, es 1000 veces más productivo que un programador medio. Durante la Era Industrial, tales disparidades entre los niveles individuales de productividad eran imposibles.
Por tanto, es necesario abolir el enfoque descendente controlador, ya que limita el potencial de los empleados. Debemos producir el tipo de calidad que esperamos de las empresas actuales.
Lo más importante es animar a los empleados a que encuentren su propia voz.
Todo el mundo quiere ser bueno en su trabajo, pero sólo los que encuentran su voz y adquieren el hábito de utilizar sus puntos fuertes pueden disfrutar del verdadero éxito. Encontrar esa voz interior es lo que se conoce como el 8º hábito.
Empieza por tratar a los empleados con respeto para que puedan tomar sus propias decisiones, utilizar su creatividad y sentirse importantes en su lugar de trabajo. Todo el mundo debe ser capaz de encontrar su propia voz y, a su vez, inspirar a los demás para que encuentren la suya.
Puedes encontrar tu voz utilizando los dones que te dieron al nacer.
¿Se te ha ocurrido alguna vez que tu mayor don es la libertad de elección? Cada uno de nosotros nace con esta libertad, junto con los dones de la inteligencia. La combinación de estos dones nos equipa para encontrar nuestra propia voz.
La libertad de elegir es preciosa. Aunque no siempre podemos controlar lo que nos ocurre, siempre podemos elegir cómo reaccionamos ante los retos de la vida. Si lo utilizas con sensatez, puedes aprovecharlo para ampliar tus horizontes y recuperar el control de tu vida.
El principio de la libertad es un principio de vida.
El principio de libertad es aplicable a todos los aspectos de tu vida, incluido el trabajo. Por ejemplo, si tu jefe te trata como un felpudo, ¡haz algo al respecto! Es fácil olvidar que tienes el poder de elegir cómo reaccionar, pero lo tienes. Así que, ¿por qué no hablar directamente con tu jefe?
Ahora veamos los dones de la inteligencia.
Hay cuatro tipos de inteligencia, cada uno de los cuales podemos mejorar y cultivar. Trabajando tu inteligencia, descubrirás tus puntos fuertes, y ese descubrimiento te guiará hacia tu voz.
La inteligencia física permite que nuestro cuerpo funcione y se autorregule sin nuestra intervención consciente. Un ejemplo serían los latidos de nuestro corazón.
Inteligencia física.
Inteligencia mental es nuestra capacidad para pensar de forma abstracta y analizar cosas, personas y situaciones.
Inteligencia emocional nos permite empatizar, de modo que podemos comunicarnos y relacionarnos con los demás de forma eficaz y amistosa.
La inteligencia emocional es nuestra capacidad para pensar de forma abstracta y analizar cosas, personas y situaciones.
Por último, la inteligencia espiritual es algo en lo que la mayoría de la gente no dedica mucho tiempo a pensar, pero que sin embargo tiene un gran valor. De hecho, es la base misma de las demás formas de inteligencia; es el verdadero norte de nuestra brújula moral, el imperativo que nos impulsa a buscar el sentido de la vida.
Liderar es inspirar a los demás y ayudarles a encontrar su propia voz.
Piensa en los líderes y gerentes de tu organización. ¿Son eficaces? ¿Eres tú mismo un buen líder? Todas las organizaciones tienen líderes y, sin embargo, como todos sabemos, algunos son mucho mejores que otros. ¿Qué es exactamente, entonces, lo que hace que un líder sea bueno?
Un buen líder es capaz de desempeñar no uno, sino cuatro papeles de liderazgo.
Si eres un líder que quiere ayudar a los demás a encontrar su voz y a reconocer su propio potencial, debes liderar a tus empleados, en lugar de gestionarlos y controlarlos. Hacer esto es fundamental para el propósito de cualquier líder. Si cumples las cuatro funciones que se enumeran a continuación, estarás en el buen camino.
En primer lugar, necesitarás una visión y una estrategia que establezcan una dirección para tus empleados. En segundo lugar, tendrás que dar ejemplo ejecutando tus propias ideas de forma disciplinada. En tercer lugar, siente pasión por lo que haces para que, a través de tu entusiasmo, puedas establecer una cultura organizativa compartida. Por último, deberás ser capaz de gestionar y mantener las estructuras dentro de tu organización.
Ahora ya has iniciado el camino del liderazgo, pero para convertirte en un verdadero gran líder, también debes emplear tus cuatro inteligencias.
Empleamos nuestras inteligencias para alcanzar la grandeza individual; un líder debe aplicar el mismo paradigma a su empresa, una táctica que hará desaparecer muchos problemas comunes. Piensa en las cuatro inteligencias como las partes del cuerpo de la empresa: si falta una o se descuida, minará la estructura en su conjunto.
Imagina una empresa que ignore la necesidad de espíritu, algo así como una cultura organizativa compartida, por ejemplo. La escasez de espíritu comunitario podría conducir a una falta de confianza, lo que a su vez podría significar que algunos empleados se sintieran totalmente excluidos y solos.
No te quedes sentado esperando a que cambien tus viejos hábitos. Haz algo al respecto.
¿Alguna vez has pensado: "Estoy seguro de que las cosas mejorarán pronto. Sólo tengo que esperar y ver"? Si es así, no eres el único. No es raro que nos sentemos a esperar el cambio. Pero las cosas raramente cambian de esta manera. Y como tienes la libertad de elegir, ¡estás en la posición perfecta para rectificar tu actitud!
Para descubrir tu voz, debes elegir cambiar tu lema para que "esperar y ver" se convierta en "pasar a la acción".
Imagina, por ejemplo, que desprecias tu trabajo porque tu jefe es un maniático total del control y rechaza todas las ideas que tienes. Te planteas dejarlo; sin embargo, no puedes permitirte perder tu trabajo. Así que decides aguantar de lunes a viernes.
Pero hay otra manera.
Podrías reconocer que no eres una víctima. Puedes elegir. La inmensa mayoría de las veces, puedes elegir cambiar algo de tu situación. Todo lo que hace falta es un poco de iniciativa y responsabilidad. Cuando adoptes esta mentalidad y empieces a utilizar tu voz, verás que aunque tu jefe sea tu líder en un sentido formal, tú sigues teniendo el poder de marcar una verdadera diferencia en tu propio trabajo.
Si tu jefe es tu líder en un sentido formal, tú sigues teniendo el poder de marcar una verdadera diferencia en tu propio trabajo.
Sin embargo, si algo está realmente fuera de tu alcance, puedes decidir cómo reaccionar ante la situación. Por supuesto, hay ciertas cosas externas que no puedes controlar o sobre las que no puedes influir. Digamos, por ejemplo, que tu jefe quiere contratar a alguien que te cae mal, pero tu puesto de trabajo no te permite interferir en las decisiones de contratación. Incluso en casos así, puedes elegir no dejar que te deprima. Y si de hecho hay algo que te gustaría cambiar y que claramente forma parte de tu función, ¡toma las riendas y hazlo!
La confianza mutua es la clave de las relaciones personales y empresariales.
Lo habrás oído antes, pero por una buena razón: si quieres tener éxito, no se trata sólo de tener talento y empuje, sino de quién eres como persona. Y una gran parte de cómo te mides como persona es tu capacidad para inspirar confianza a los demás.
¿Pero cómo te aseguras de que la gente confíe en ti profesional y personalmente? Manteniendo tu palabra, siendo amable y sabiendo cuándo pedir perdón.
Las siguientes reglas sencillas te ayudarán a hacer estas cosas. Una vez que empieces a hacerlas sistemáticamente, pronto verás el impacto positivo que tienen.
En primer lugar, asegúrate de cumplir siempre tus promesas. Si no estás seguro al 100% de que puedes cumplir lo prometido, ¡no lo hagas! No cumplir lo prometido es la forma más rápida de perder la confianza de los demás.
Si no cumples lo prometido, no lo hagas.
A continuación, ser amable y cordial con los demás, simplemente diciendo "gracias", "por favor" y preguntando "¿puedo ayudar? - puede marcar la diferencia. Además, vigila tus palabras sobre las personas que no están cerca, ya que cotillear es tóxico y perjudicial para infundir confianza. En su lugar, utiliza palabras cálidas y amables. Llegarás muy lejos.
Además, saber pedir perdón también es increíblemente impactante; una disculpa genuina puede devolverte la confianza que hayas perdido en tus momentos poco recomendables.
Recuerda, no obstante, que la confianza no es una calle de sentido único. A veces basta con confiar en otra persona. De hecho, el verbo confiar resume muy bien lo que intentas hacer cuando tratas de ayudar a los demás a encontrar su voz. Si confías de verdad en alguien, le demuestras que te das cuenta de su potencial y de su valor. Concederles esta confianza les mostrará también su propio potencial.
Construir una base de confianza y confiar en los demás en tu trabajo y en tu vida personal mejorará todas tus relaciones. Y lo mejor es que no es difícil: sólo requiere un poco de esfuerzo.
Ser capaz de ceder es importante a la hora de afrontar conflictos.
Piensa en la última vez que intentaste resolver un conflicto con alguien. ¿Cómo fue? ¿Os hablasteis incesantemente o intentaste comprender primero la perspectiva de tu interlocutor?
¿Cómo fue?
A veces es más fácil decirlo que hacerlo, pero la mejor manera de sofocar un conflicto es escuchar de verdad a la otra persona.
La mayoría de nosotros pensamos que ya somos bastante buenos escuchando porque parece que lo hacemos todo el tiempo. Sin embargo, hay una gran diferencia entre escuchar como solemos hacerlo y escuchar con empatía.
Escucha con empatía.
Pongamos que estás intentando decidir un logotipo para tu proyecto y tu colega está exponiendo su punto de vista. Para escuchar de verdad, intenta ver lo que tu colega está viendo y por qué lo está viendo así. Intenta percibirlo desde el marco de referencia de tu colega.
Es útil tener en cuenta que los conflictos y los malentendidos suelen deberse a diferencias semánticas. Todos tenemos nuestra propia forma de utilizar las palabras, e incluso una misma palabra puede tener significados y connotaciones diferentes para distintas personas. Por lo tanto, para escuchar y comprender mejor a tu colega, intenta captar lo que quiere decir cuando utiliza determinadas palabras.
Después de haber escuchado de verdad la idea de tus compañeros, puedes empezar a explicar tu punto de vista y buscar una tercera alternativa que encaje para ambos. Después de que ambas partes hayan ofrecido su punto de vista, puede que simplemente surja una solución ideal, ya que puede que el conflicto sólo haya surgido porque no has entendido bien a la otra persona.
Los conflictos pueden surgir porque no has entendido bien a la otra persona.
A veces, sin embargo, es necesario llegar a un compromiso. Esto no significa que una de las partes pierda, sino que debe haber comprensión mutua y amplitud de miras, resultado natural de hablar con el otro y comprender las opiniones divergentes. Esto hará que una tercera alternativa sea mucho más aceptable, quizá incluso la mejor solución desde todas las perspectivas.
Todas las organizaciones deberían tener un sistema de valores central con el que los empleados puedan alinearse.
¿Cómo es en tu empresa? ¿Conocen todos los trabajadores los valores centrales de la organización? ¿Están alineados con ellos? Si eres un líder y no puedes responder afirmativamente a estas preguntas, es posible que tu empresa esté sufriendo.
Si tus empleados están alineados con los valores fundamentales de la organización, es posible que tu empresa esté sufriendo.
Si tus empleados no conocen los valores fundamentales de la organización, es muy probable que la propia empresa se asiente sobre una base inestable.
Por ejemplo, imagina que preguntas al director general de una empresa sobre los valores de su organización. Podría mencionar que la cooperación es un principio clave. Tal vez incluso se haya impartido una formación en la empresa con el objetivo de ayudar a los empleados a cooperar con más frecuencia y de mejor manera. Pero los trabajadores de la empresa no parecen cooperar del todo bien. Si examinas el asunto más de cerca, quizá puedas discernir que, aunque el valor fundamental de la empresa es la cooperación, también hay mucha competitividad, causada por un sistema de recompensas para los empleados con mejores resultados. Y estos dos valores se oponen entre sí.
Este tipo de enfoque provoca graves desajustes y confunde a los empleados. Algunos empleados pueden optar por la cooperación porque les hace más felices y eficientes; otros pueden elegir ser competitivos porque les empuja a conseguir mejores resultados y les promete recompensas.
Entonces, ¿cómo te enfrentas a esto como líder? Empieza a dar feedback para asegurarte de que tus empleados están alineados con los valores de la empresa.
Ni una sola persona u organización va por el buen camino todo el tiempo, así que no te preocupes. No castigues a tus empleados por ello, sino dales un feedback que les ayude a volver al objetivo y alcanzar la meta deseada.
Por ejemplo, ¿qué te parece organizar una reunión mensual del equipo? Esto te daría la oportunidad de comunicar a tus empleados lo que apreciaste ese mes, así como lo que podría mejorarse. También dará a tus empleados la oportunidad de ofrecer su opinión.
Potencia a tus empleados para que encuentren y utilicen su pasión y talento.
¿Quién controla la planificación y evaluación de las tareas en las organizaciones? Los dirigentes, ¿verdad? A menudo es así. Pero si los líderes dirigen un barco excesivamente hermético, a menudo hacen más mal que bien, tanto al personal como a la propia empresa.
La mayoría de los trabajadores no son conscientes de su trabajo.
A muchos trabajadores no les apasiona realmente su trabajo, lo que suele conducir a resultados chapuceros. Los empleados pierden la motivación cuando no tienen suficiente libertad o responsabilidad. Por lo general, el gerente se encarga de toda la planificación y evaluación; se espera que los trabajadores hagan lo que se les dice.
Sin embargo, si los trabajadores comparten la responsabilidad y el control con su líder, empezarán a sentirse más motivados y, cuando empiecen a florecer todo su potencial y sus talentos, acabarán encontrando su voz. Cuando un líder cede un poco de control, los trabajadores se sienten empoderados y apoyados, porque sienten que confían en ellos.
Considera una empresa de limpieza con un montón de trabajadores desmotivados cuya única tarea es limpiar diariamente un gran edificio. ¿Cómo podrían motivarse? Una idea sencilla para motivarles y ayudarles a encontrar su voz es permitirles tomar algunas decisiones importantes, y luego evaluar su éxito. El personal podría probar distintos productos, por ejemplo, diferentes aspiradoras, y luego evaluar cuáles funcionan mejor.
Poner un poco más de manos en la masa puede no parecer lo correcto, ya que tradicionalmente los líderes son los que tienen el poder. Pero lo más importante es hacer el mejor trabajo posible e inspirar a los trabajadores para que encuentren su propia voz en la organización. Si lo consigues, tanto tú como tus empleados y tu empresa cosecharéis los frutos.
Conclusiones
El mensaje clave de este libro:
Si quieres prosperar en cualquier aspecto de tu vida, debes encontrar tu voz e inspirar a los demás para que encuentren la suya. Los líderes empresariales están en una posición privilegiada para hacerlo, y si infunden confianza, se comunican eficazmente y renuncian a cierto control, pueden beneficiar a toda la empresa.
Los líderes empresariales están en una posición privilegiada para hacerlo.
Consejos Accionables::
No tengas miedo de ceder algo de poder.
Como líder, intenta ceder algo de responsabilidad y control a tu personal. Cuando a los empleados se les da poder, tienen más voz en sus tareas y se les permite tomar sus propias decisiones, crecen tanto personal como profesionalmente, lo que hace que la empresa en su conjunto sea más eficaz.
Correcto.
Sugerencias lectura complementaria: La Velocidad de la Confianza de Stephen M.R. Covey con Rebecca R. Merrill
La Velocidad de la Confianza trata de la importancia de la confianza y de cómo puede mejorar todos los aspectos de nuestras vidas, desde las relaciones personales hasta la productividad en la oficina. La confianza mejora la comunicación y, al hacerlo, acelera la eficacia y reduce los costes al mismo tiempo. A lo largo de este libro, los autores nos ofrecen consejos sobre qué hacer exactamente para aumentar la confianza en nuestras vidas.
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