Superar la fatiga pandémica como padre que trabaja
Son tiempos difíciles. Durante casi un año, muchos padres que trabajan han estado saltando de la paternidad al trabajo y de vuelta en un momento, trabajando desde casa y viviendo en el trabajo. Como resultado, sus vidas siguen estancadas y desalineadas con sus valores. El autor sugiere que los padres que trabajan deberían tomarse un tiempo para revisar sus valores, que pueden haber cambiado durante la pandemia. Tómese un tiempo para aclarar lo que le importa ahora; piense en cambiar sus hábitos y rutinas para que se adapten a estos valores; y hable con sus amigos, familiares y compañeros de trabajo sobre su nueva sensación de sí mismo.
••• Puede que sea como muchos de los padres que trabajan que conocemos y que se preguntan qué hacer porque sus valores y prioridades han cambiado durante el último año, a pesar de que sus vidas siguen atrapadas en un ciclo interminable de viejas rutinas, agotamiento y culpa, y desalineadas con lo que más importa. Si se siente así, no está solo. Durante los últimos nueve meses, tras publicar nuestro libro[_Padres que lideran_](https://www.amazon.com/Parents-Who-Lead-Leadership-Approach-ebook/dp/B07V4NFKGX), hemos estado profundamente comprometidos con los padres que trabajan a medida que cultivan un nuevo sentido de sí mismos. Hemos descubierto que, incluso dentro de las importantes limitaciones que conlleva ser padre que trabaja en una pandemia mundial, los padres pueden adquirir una mayor sensación de control y estar más cerca de ser los padres y las madres que quieren ser. No existe una solución que sirva para todos los casos, por supuesto. Cada familia es diferente y cada uno de nosotros está moldeado por nuestras propias familias de origen y trayectorias de vida, así como por los distintos grados de seguridad y apoyo que cada uno de nosotros tiene en nuestras situaciones actuales. Pero ahora es posible tomar decisiones acertadas, especialmente a la luz de todo lo que es diferente, si profundiza y, con compasión y un poco de coraje, identifica lo que importa. Aquí le ofrecemos algunas medidas concretas que puede tomar, basadas en nuestras décadas de investigación y práctica ayudando a las personas a crear vidas que se ajusten a sus valores, en el contexto de la pandemia. Reconocemos que hay importantes limitaciones en nuestras vidas sobre las que no tenemos control. (Por ejemplo, puede que no pueda elegir si sus hijos van a una escuela remota o no). Sin embargo, hay oportunidades para crear una mayor armonía entre sus valores emergentes y aquello a lo que dedica su atención todos los días. ## Identifique sus valores. Puede que tenga la sensación de que ha cambiado desde que comenzó la pandemia, pero es difícil actuar de manera inteligente sobre la base de una sensación abstracta. Entonces, tómese un tiempo para aclarar lo que le importa ahora. Creemos que escribir estas ideas es un poderoso catalizador para un movimiento constructivo. Empiece por tomar notas sobre los cambios que ha experimentado. Tómese un descanso y vuelva a revisar estas notas. Intente hacer una lista de unos cinco valores fundamentales. Hemos preguntado a cientos de padres que trabajan qué valores quieren encarnar ahora, en este momento crucial y trascendente. Muchos de sus valores son los mismos que los que hemos estado escuchando durante años, pero parece que algunos han pasado a encabezar la lista. **Presencia:** Durante la pandemia, no hay una delimitación clara entre las diferentes funciones que desempeñamos. Para muchos de nosotros, el trabajo ya no está separado física y cronológicamente del hogar y la paternidad. Pasamos de la paternidad al trabajo y regresamos en un momento: trabajamos desde casa y vivimos en el trabajo. No sorprende que sea difícil sentirse realmente presente y comprometido en un papel cuando otros compiten por nuestra atención. Esto ha puesto de relieve, para muchos padres que trabajan, la importancia (y la dificultad) de estar presentes en nuestras relaciones personales y en nuestro trabajo. **Compasión:** 2020 reveló tanto el grado en que estamos conectados como comunidad global como las desigualdades sistémicas que persisten en nuestra sociedad. Como resultado, la compasión ha pasado a primer plano como un valor esencial. No es que los padres que trabajan con los que hablamos no valoraran la compasión antes, es simplemente que ahora reconocen que la compasión —por ellos mismos, sus familiares, sus colegas y la comunidad— es una parte esencial para vivir una vida con sentido. **Resiliencia:** La falta de certeza y previsibilidad con respecto a lo que nos depara cada día, semana, mes o año nos ha ayudado a muchos de nosotros a darnos cuenta del poder de priorizar la resiliencia. Cultivar conscientemente la capacidad de gestionar la ambigüedad y de recuperarnos cuando nos enfrentamos a las interrupciones, las frustraciones, el miedo y la tristeza se ha convertido en una prioridad para muchos de los padres con los que trabajamos, especialmente cuando buscan guiar a sus hijos en esta época de incertidumbre. ## **Tome la vista en cuatro direcciones.** Con una mayor claridad en cuanto a los valores que le gustaría encarnar ahora, es útil tener una idea de cómo invierte su atención actualmente, quizás su activo más preciado. Tenga en cuenta los cuatro ámbitos principales de su vida: su carrera o trabajo, su hogar o su familia, su comunidad (por ejemplo, amigos, vecinos, proveedores de cuidado infantil) y su vida privada (mente, cuerpo y espíritu). ¿Qué importancia tiene cada uno de ellos para usted? ¿Y cuánta atención dedica a cada dominio? ¿Ve áreas en las que hay un desajuste entre la forma en que invierte su atención y lo que realmente le importa a usted y a las personas que lo rodean? ¿Las cosas que hace en cada parte de su vida lo enriquecen a usted, a su familia, a su organización y a las personas que lo rodean? Tenga en cuenta los hábitos y rutinas que ya no cumplen con sus prioridades actuales. Puede que no pueda cambiarlos todos, pero analizarlos más de cerca ayuda. Nuestras investigaciones han demostrado que incluso los pequeños cambios para crear una mayor armonía pueden tener un impacto poderoso. ## Hable con las personas que más le importan. Puede que piense que los cambios en su interior son drásticos, pero es probable que pasen prácticamente desapercibidos para las personas que lo rodean. Otros tienden a asumir el status quo a menos que se diga lo contrario. Esto incluye a sus colegas. Si bien probablemente no debería ir a su jefe y anunciarle que ya no le importa su trabajo, podría hablar sobre las partes de su puesto que le apasionan especialmente ahora o sobre las oportunidades de delegar parte del trabajo que le parecen menos significativas. Sea reflexivo y creativo, y reconozca que tendrá que encontrar formas de articular cómo esos cambios mejorarán las cosas para su jefe y las personas que lo rodean. Es un desafío, pero factible. Del mismo modo, hable con sus familiares, amigos y otras personas sobre su nueva sensación de sí mismo. Abriendo la conversación sobre lo que más le importa ahora_,_ está creando una oportunidad para que desafíen sus suposiciones sobre usted y, además, los invita a compartir más sobre sus valores, necesidades y objetivos actuales. Sus hijos, por ejemplo, pueden tener dificultades para expresar las nuevas preocupaciones, esperanzas e intereses que tienen en mente. Al asumir un papel de liderazgo en estas conversaciones, invita a otros a formar parte de su viaje de crecimiento continuo. ## Pruebe un nuevo camino. Después de todo este tiempo, es natural cansarse y querer volver a las viejas costumbres de antes de la pandemia. Si bien reconocemos la fatiga provocada por la pandemia, es útil explorar las posibilidades de encontrar mejores formas de seguir adelante. Experimente con la forma de asignar su atención con miras a tener un mayor sentido de propósito. Con sus valores como guía, analice cómo divide las tareas del hogar, reserva tiempo para el cuidado personal, apoya a un amigo necesitado, invierte en causas sociales o conecta con familiares lejanos. Y póngase en contacto con las personas que lo rodean también. Asegúrese de que los cambios que está considerando se ajustan a sus necesidades y valores. No subestime el poder de las pequeñas victorias. No necesita reformar toda su vida para avanzar en la dirección de una mayor armonía. A medida que descubra la nueva versión de usted que existe en nuestra nueva realidad, es importante que sea compasivo, empezando por usted mismo. El cambio personal nunca es fácil, especialmente cuando se produce en el contexto que produce ansiedad de un cambio social profundo. Dése espacio para reflexionar, experimentar, fallar y volver a fallar. Y, cuando por fin encontremos el camino hacia una nueva normalidad, celebre el trabajo que ha realizado para crecer y adaptarse.