Rituals Roadmap
Aprende cómo los rituales en el lugar de trabajo pueden aumentar la productividad de tu empresa.
¿Qué podría aumentar la productividad de tu empresa? ¿Un nuevo conjunto de flujos de trabajo? ¿Mejores ordenadores y programas informáticos? ¿O incluso una forma diferente de colocar los muebles de oficina? Aunque todos estos trucos podrían ayudar, hay algo que la gente suele pasar por alto: el poder de los rituales.
Los rituales nos ayudan a encontrar sentido en tiempos de incertidumbre, nos enraízan, nos ofrecen seguridad... pero también son divertidos y estupendos para los negocios. Los rituales permiten que los miembros de tu equipo se sientan parte de una familia, en lugar de engranajes de una máquina.
Estos resúmenes te darán las herramientas para crear tus propios rituales que pueden guiar a tus empleados hacia una mayor salud y felicidad y, por supuesto, hacia un mayor rendimiento.
En estos resúmenes, los rituales permiten a los miembros de tu equipo sentirse como parte de una familia y no como engranajes de una máquina.
En este resumen, aprenderás
- cómo utilizar los rituales para arrancar el día;
- técnicas para aumentar el compromiso durante las reuniones; y
- la importancia de dar reconocimiento a tu equipo
- .
Los rituales en el lugar de trabajo tienen sentido desde el punto de vista empresarial.
Ser periodista del New York Times puede parecer glamuroso, pero, al igual que la mayoría de nosotros, los trabajadores de la redacción también tienen que enfrentarse a tareas repetitivas como responder correos electrónicos y asistir a reuniones. Durante años, una querida tradición del periódico ayudó a romper la monotonía. Exactamente a las 4 de la tarde, un carro de bocadillos solía pasar por la redacción. Los periodistas se levantaban, se estiraban y se dirigían a tomar un poco de cafeína y a conversar.
El carrito de la merienda de las 4 de la tarde era un ritual perfecto en el lugar de trabajo, pero ¿por qué exactamente? ¿Y qué significan las palabras "ritual en el lugar de trabajo"? Pues bien, el autor cree que todos los rituales cumplen unos requisitos muy concretos.
El mensaje clave aquí es: Los rituales en el lugar de trabajo tienen sentido desde el punto de vista empresarial. ¿Qué hace que los rituales funcionen?
En primer lugar, tienen que ir más allá de lo práctico. Seamos realistas: Los empleados del New York Times no necesitan realmente un carrito de café: pueden tomar un café cuando quieran. Pero reunirse en torno a ese carrito dio a sus pausas para el café un propósito mayor.
También hay algo que el autor llama las Tres P. Una representa el propósito: como ya hemos visto, los rituales nos hacen sentir parte de algo más grande. La otra P es de seguridad psicológica. Y por último, la combinación de propósito y seguridad psicológica produce un mayor rendimiento.
Por último, pero no por ello menos importante, siempre puedes distinguir un buen ritual por el hecho de que la gente lo echa de menos una vez que ha desaparecido. Hace unos años, el Times decidió deshacerse del carrito de los aperitivos, y muchos periodistas siguen lamentándolo.
Crear rituales requiere ciertamente una inversión psicológica y emocional. Pero económicamente no tienen por qué costar tanto. Por ejemplo, la organización sin ánimo de lucro DoSomething reparte un pingüino de peluche en las reuniones. Y Microsoft celebra los aniversarios laborales con M&Ms.
Estas pequeñas ceremonias son muy asequibles, pero también tienen un valor incalculable. Crean cohesión social y compromiso; eliminan el estrés y reducen la ansiedad. No son sólo palabras altisonantes: los rituales tienen mucho sentido desde el punto de vista empresarial. La Asociación Americana de Psicología descubrió que el estrés laboral cuesta a las empresas americanas 500.000 millones de dólares y 550 millones de días de trabajo al año.
Así que simplemente ofreciendo a tus empleados un ritual, puedes satisfacer su necesidad de pertenencia y propósito. Y eso crea un lugar de trabajo más humano y atractivo.
Para tener un día de éxito, convierte tu rutina matutina en un ritual.
Una de las ceremonias más conocidas del mundo es el relevo de la antorcha olímpica. Comienza en Grecia, y decenas de atletas se turnan para llevar la antorcha a la ciudad anfitriona de los juegos. Este ritual reúne a los participantes en una celebración compartida de deportividad justa. Eleva el acontecimiento y le da un mayor significado filosófico.
Tú puedes hacer algo muy parecido con tu jornada laboral.
No, ¡no corras a la oficina con una antorcha en la mano! Pero añade un ritual matutino a tu rutina y podrás elevar incluso la más mundana de las actividades. Los rituales nos ayudan a cambiar de mentalidad, y ésa es la forma perfecta de empezar el día.
Los rituales matutinos nos ayudan a cambiar de mentalidad.
Éste es el mensaje clave: Para tener un día de éxito, convierte tu rutina matutina en un ritual.
¿Cómo añades un ritual a tu jornada laboral? Bueno, en lugar de limitarte a entrar en la oficina y sentarte en tu mesa con un café, podrías crear una nueva actividad previa al trabajo. Por ejemplo, podrías imitar a Sara Blakely, la directora ejecutiva del fabricante de ropa interior Spanx. Sara vive cerca de la oficina, pero cada mañana hace un largo y tortuoso trayecto en coche hasta el trabajo. El tiempo que pasa en el coche le ayuda a poner en orden sus pensamientos y la prepara para el día que le espera.
Para los que trabajamos desde casa -¿y quién no lo hace hoy en día? -diferenciar entre el trabajo y el hogar es aún más importante. Así que considera la posibilidad de inventar tu propio ritual para ir al trabajo, aunque sólo sea un paseo rápido alrededor de la manzana.
Otro gran ritual matutino es el del profesor de la Universidad de Georgetown Cal Newport. Comienza cada día con lo que denomina "Modo Monje Matutino". Desde el comienzo de la jornada laboral hasta las 11 de la mañana, Newport no responde a correos electrónicos ni coge el teléfono, y desde luego no está disponible para reuniones. Rich Pierson, director general de Headspace, hace algo parecido: empieza el día con una hora de meditación.
Tanto Newport como Pierson han hecho algo realmente mágico. Han creado rituales que honran la relación con el yo, y eso da enfoque a sus días de trabajo.
Cuando crees tu propio ritual matutino, intenta encontrar algo agradable que ya hagas antes del trabajo. A continuación, piensa cómo puedes dotar a esa acción de un propósito específico. Una forma de abordar esta tarea es hacerte la siguiente pregunta: ¿Con qué mentalidad quieres empezar el día? Si aciertas la respuesta, marcará la diferencia cuando te enfrentes a un día repleto de reuniones.
Transforma las reuniones en encuentros infundiendo presencia y propósito.
Mira tu calendario del día. ¿Cuántas reuniones hay en él? Nancy Koehn, profesora de la Harvard Business School, calcula que cada día se celebran en EE.UU. unos 11 millones de reuniones de trabajo. Por desgracia, con demasiada frecuencia estas reuniones son, en el mejor de los casos, improductivas y, en el peor, suponen una pérdida de ingresos.
Según Doodle, una herramienta de reuniones en línea, en 2019 el valor de la productividad perdida debido a las reuniones fue de cerca de 400.000 millones de dólares.
Por lo tanto, aquí está el problema.
Así que ésta es la cuestión: ¿Cómo hacer que las reuniones sean más útiles, más atractivas? Una forma es recordar que toda reunión es un encuentro. Y no hay nada que mantenga mejor unida una reunión que un propósito compartido.
El mensaje clave es el siguiente: Transforma las reuniones en encuentros infundiendo presencia y propósito.
Puedes empezar esta transformación abriendo cada reunión con una pregunta clave. Pregunta a tu equipo: ¿Por qué nos reunimos aquí? En otras palabras, ¿en qué se diferencia esta reunión de cualquier otra?
Priya Parker, autora de El Arte de Reunirse, se refiere a esto como el "Principio de Pascua". Según Parker, las reuniones con un enfoque estrecho conducen a un mayor compromiso.
Priya Parker se refiere a esto como el "Principio de Pascua".
Al responder a esta pregunta, creas un propósito. Esto es un buen comienzo. Tu siguiente paso debe ser asegurarte de que todos los asistentes a la reunión están realmente presentes, en cuerpo, mente y espíritu. Incluso una reunión con un propósito saludable puede no llegar a ninguna parte si todo lo que hacen los asistentes es hojear sin pensar cosas en sus teléfonos bajo la mesa.
Así que, antes de empezar con los asuntos del día, prueba a hacer un ritual de "entrada". Envía la señal de que es hora de centrarse.
La diseñadora de moda Eileen Fisher lo hace literalmente: toca una campana para iniciar un minuto de meditación silenciosa antes de sus reuniones. La estratega laboral Daisy Auger-Dominguez cree que tocar la campana ayuda a crear una cultura de confianza. Sus reuniones están dirigidas por un elenco rotativo de miembros de su equipo directivo, una estrategia que requiere la participación de todos.
Así que si quieres añadir rituales a tus reuniones, empieza por intentar crear un sentido de finalidad y presencia. Y luego busca una forma de recordar a todos por qué estáis reunidos y qué queréis conseguir.
Los equipos que comen juntos, permanecen unidos.
Todos sabemos que los enfriadores de agua son mágicos. Crean conversaciones que dan a los empleados nuevas fuerzas y un sentido de finalidad. Como escribió el profesor del MIT Alex Pentland en su conocido ensayo "The Water Cooler Effect" (El efecto de la fuente de agua), este tipo de socialización informal en el lugar de trabajo une a los grupos y, en última instancia, aumenta la productividad.
¿Cómo puedes hacer que tu empresa se mantenga unida?
¿Cómo puede aprovechar tu empresa esta magia? Pues bien, un estudio de 2015 de la Cornell School of Management mostró una solución fácil: una comida en común en el lugar de trabajo. Comer juntos es la quintaesencia de la humanidad; al fin y al cabo, la mayoría de los rituales modernos giran en torno a la comida. Hasta ahora, sin embargo, el entorno empresarial ha tardado en ponerse al día. La comida suele considerarse algo mundano: una hora libre, nada que ver con los negocios.
Pero la investigación de Cornell demuestra que las comidas compartidas son realmente buenas para el balance final. Los científicos pasaron 15 meses haciendo un seguimiento de las comidas comunes en los parques de bomberos. El resultado demostró que los bomberos que se sentaban juntos a comer de forma rutinaria tenían un rendimiento de equipo significativamente mejor.
El mensaje clave es: Los equipos que comen juntos, permanecen unidos.
Hay muchos otros ejemplos de grandes rituales basados en las comidas. Piensa en Horizon Media, por ejemplo. Todos los viernes, el director general, Bill Koenigsberg, compra panecillos para sus 3.000 empleados. Y los almuerzos no tienen por qué venir de los altos directivos. En KIND Snacks, un empleado llamado Neil muestra su gratitud a su equipo preparando gofres belgas todos los miércoles.
En la cadena de restaurantes Chipotle, las 10.15 de la mañana es la hora de la comida común para todo el personal que lleva preparando la línea desde las seis de la mañana. Se refieren a esto como el "periodo de gracia" antes de que los primeros clientes entren por la puerta.
Las empresas que ofrecen a sus empleados la posibilidad de compartir las comidas fortalecen las relaciones dentro de sus equipos e inspiran al personal para que aporte mayor energía al trabajo.
Pero antes de lanzarte a pedir la primera comida compartida de tu equipo, ten en cuenta estas dos advertencias. En primer lugar, no puedes imponer un ritual. La comida del parque de bomberos no es un requisito ni un protocolo establecido por el cuerpo de bomberos.
Y en segundo lugar, comer juntos como ritual sólo funciona realmente si los valores del lugar de trabajo están a la altura de las Tres P. Puede que los recuerdes de un resumen anterior: representan la seguridad psicológica, un sentido compartido de propósito y un mejor rendimiento.
Utiliza los rituales para celebrar los esfuerzos de tus empleados.
En 2013, la revista TIME publicó un artículo de portada sobre los millennials. El título era mordaz: "La generación del yo, yo, yo". Las personas mayores a menudo creen que los millennials necesitan mucha ayuda y reconocimiento. Pero en realidad, los millennials sólo quieren ser vistos.
Y la generación que vino después de los millennials -la llamada Generación Z- no es diferente. Estudios recientes muestran que el 40 por ciento de la Generación Z prefiere interacciones diarias con su jefe. El sesenta por ciento quiere varias reuniones semanales con el jefe de su equipo. El 97% espera recibir feedback tras completar un proyecto importante. En conjunto, todo esto demuestra que los trabajadores no quieren ser vistos sólo como engranajes de una máquina. Por el contrario, los millennials y la generación Z quieren que se les agradezca todo el esfuerzo que realizan.
Y aquí, de nuevo, los rituales pueden venir al rescate. Ofrecen una forma estupenda de recompensar un rendimiento sobresaliente, celebrar hitos o hacer que los miembros del equipo se sientan vistos y apreciados.
Éste es el mensaje clave: Utiliza rituales para celebrar los esfuerzos de tus empleados.
El autor se refiere a este tipo de rituales como "las cosas suaves", en contraposición a las cosas duras que van directamente a la cuenta de resultados. Pero hoy en día, las cosas suaves son cruciales para hacer que un lugar de trabajo sea verdaderamente humano. Esto significa crear el tipo de entorno en el que los miembros del equipo realmente quieran arriesgarlo todo por la empresa.
Un buen ejemplo de ritual de reconocimiento es el de Ketchum PR, donde además del Premio a la Persona del Mes, los gerentes también entregan el Premio al Momento Más Mierdoso. Se entrega en forma de retrete dorado y celebra a los miembros del equipo que han tenido que trabajar en un momento especialmente mierdoso. Este premio poco convencional ayuda a transformar una crisis laboral en una historia inspiradora.
Los aniversarios laborales ofrecen otra gran oportunidad para los rituales. En Black Sheep, una agencia de marketing y diseño, los 18 empleados celebran el primer aniversario de un colega con una excursión dedicada exclusivamente a ellos. Todo el equipo sale a hacer lo que más le guste a esa persona, ya sea comida elegante o béisbol.
El retrete dorado de Ketchum sólo cuesta 14,99 $. Las suntuosas cenas de Oveja Negra pueden ser mucho más caras. Pero cueste lo que cueste, la recompensa de estos rituales no tiene precio. Hacen que los empleados se sientan vistos y apreciados, y eso les dice a todos en la empresa que importan. En definitiva, estos gestos sencillos y rituales divertidos hacen que todo el mundo se sienta valorado.
Los rituales hacen que los finales tengan sentido.
Un ritual que ha calado hondo en la cultura actual proviene de Marie Kondo. Es útil cuando quieres ordenar tu casa. Kondo dice que debes levantar un objeto que poseas y preguntarte si te produce alegría. Si no es así, dale las gracias por intentarlo y deshazte de él. La conclusión es que los rituales nos ayudan a despedirnos.
Un enfoque similar también puede funcionar en tu vida profesional. Tanto si estás poniendo fin a un gran proyecto, a un puesto de trabajo, a una larga jornada o a un trimestre estresante, un ritual de despedida puede ayudarte a cerrarlo y a empezar con buen pie tu próxima empresa.
El mensaje clave es éste: Los rituales hacen que los finales tengan sentido.
Un buen ejemplo de ritual de despedida es el de GoHealth Urgent Care. En cada uno de sus centros sanitarios, un asistente o técnico médico envía un correo electrónico al final del día, en el que se relata lo ocurrido ese día.
Cada noche, los correos electrónicos de los 145 centros de atención de la empresa llegan a todo el equipo directivo, incluido el director general. Normalmente, uno de cada tres de estos correos recibe una respuesta directa. Pero este ritual va más allá de los elogios. Ayuda a que el equipo directivo y sus trabajadores de primera línea se sientan conectados.
Los viernes son otro buen momento para los rituales: al fin y al cabo, señalan el final de una semana ajetreada. Es un buen momento para establecer un tono más relajado, algo que ha perfeccionado Glamsquad, un servicio de peluquería y belleza cuyo equipo celebra los viernes con pedicuras.
Los viernes también son un buen momento para los rituales.
Así que siempre que hay rituales -en las ajetreadas mañanas de los días laborables o en las relajadas tardes de los viernes- ofrecen enormes beneficios a todo el equipo. Pero, ¿cómo crear un nuevo ritual? ¿Cómo aprovechas este poder?
Bueno, el primer paso es recordar que los mejores rituales surgen de abajo arriba. Así que pide a tus empleados que aporten algunas ideas. Y si un ritual te parece monótono o mundano, elimínalo. Necesitas algo que sea auténtico y humano, algo que suscite protestas si desaparece.
Y recuerda que tus rituales deben cumplir siempre las Tres P: seguridad psicológica, mayor propósito y mejora del rendimiento. Un gran ritual es algo que puede cambiar por completo el día de una persona y mejorar el ánimo de todo tu equipo.
En tiempos normales, ése sería el final de la historia. Pero estos tiempos son cualquier cosa menos normales. Por eso, en el último resumen, veremos cómo los rituales pueden ayudarnos a afrontar las crisis y los cambios.
Los rituales son herramientas cruciales para los tiempos turbulentos.
En el resumen anterior, has leído mucho sobre cómo los rituales sencillos pueden mejorar la vida cotidiana en la oficina. Pero la pandemia de coronavirus ha cambiado nuestras vidas radicalmente. Ha difuminado la línea que separa el trabajo del hogar. Entonces, ¿han muerto los rituales con los desplazamientos matutinos? Ni mucho menos.
En su lugar, han intervenido para ayudarnos a afrontar la nueva normalidad. En Nueva York, los residentes empezaron a golpear a diario cacerolas y sartenes junto a sus ventanas para saludar a los trabajadores sanitarios. Familias de todo el mundo empezaron a hacer noches de trivial con Zoom, y mucha gente empezó a experimentar con la atención plena.
Cuando hay tanta incertidumbre en nuestra vida cotidiana, los rituales nos ayudan a restablecer el equilibrio. Nos dan una sensación de control y añaden valor, propósito y significado a todo lo que hacemos. Ahora que hay tan poca separación entre el trabajo y el hogar, a todos nos vendría bien un poco más de sentido en nuestras vidas.
El mensaje clave aquí es: Los rituales son herramientas cruciales para los tiempos turbulentos.
Una cosa que el autor ha observado durante la pandemia es el aumento de las "reuniones de salmonete", es decir, los negocios por delante y la fiesta por detrás. En otras palabras, las reuniones se han vuelto un poco más lúdicas y divertidas. Esto es algo inevitable, ya que las reuniones se celebran a través de Zoom y la profesionalidad de la conversación se mezcla con la informalidad del hogar.
Pero muchas reuniones se han vuelto más divertidas.
Pero muchas empresas han adoptado esta incoherencia y la han convertido en un ritual. En Udemy, una plataforma global de aprendizaje, los viernes por la mañana se toma un café informal con el director general. Muy a menudo, su perro aparece para unirse a él en la mesa de la cocina.
Y ya que hablamos de animales, ¿recuerdas el pingüino de juguete de DoSomething? Bueno, hoy en día se pasa virtualmente. Y quien lo empuña elige la música para la reunión de la "Hora del Poder" de esa semana.
Estos rituales de trabajo desde casa son un ejercicio de empatía. En estos tiempos turbulentos, todos estamos lejos de nuestros equipos, por lo que todos pasamos por dificultades similares. Al unirnos en una ceremonia común, los rituales ayudan a aliviar esa soledad. Nos dicen que, aunque estemos separados, en realidad no estamos solos.
Los rituales se han convertido en la mejor forma de difundir el amor y la bondad, allanando el camino para una mejor comunicación.
Conclusiones
El mensaje clave de estos resúmenes:
Para un lugar de trabajo ajetreado, dinámico y humano, los rituales son fundamentales. Esto se debe a que son una herramienta polivalente que puede infundir espíritu de equipo, aumentar el compromiso de los empleados y conseguir que todos adopten una mentalidad que ayude a hacer las cosas. Cuando un ritual aprovecha las Tres P, todos los miembros de la empresa se sienten conectados a un propósito mayor, al tiempo que se sienten psicológicamente seguros y cómodos. Y este tipo de ambiente positivo seguramente conducirá a un mayor rendimiento.
Consejos Accionables:
Consejos Accionables:
Consejos Accionables:
Consejos Accionables.
Crea una carpeta con todos tus logros.
La autora llama a esto su "carpeta Attagirl". Llena una carpeta de papel manila con todas tus grandes victorias: galardones, premios y logros. ¿Recibiste alguna nota especialmente elogiosa? ¿Algún correo electrónico superbrillante? Mételos todos ahí. Y los días en que te falte confianza, abre la carpeta y léela. Cuando lleguen los momentos difíciles, será tu animadora de confianza.
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