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Gestión propia

Superar las ocho barreras que impiden la confianza

por Rosabeth Moss Kanter

Para tener más confianza En el nuevo año, o en una empresa, comunidad, familia o equipo más seguros de sí mismos, primero sepa lo que se interpone en el camino. Las mejores resoluciones no irán a ninguna parte sin la confianza necesaria para cumplirlas.

La confianza es la expectativa de un resultado positivo. No es un rasgo de la personalidad; es una evaluación de una situación que despierta la motivación. Si tiene confianza, está motivado para esforzarse, invertir el tiempo y los recursos y persistir en alcanzar la meta. No es la confianza en sí misma lo que produce el éxito, es la inversión y el esfuerzo. Sin la confianza suficiente, es muy fácil darse por vencido prematuramente o no empezar nada. La desesperanza y la desesperación impiden la acción positiva.

Para reunir la confianza necesaria para lograr sus objetivos, evite estas ocho trampas:

Suposiciones contraproducentes. Cree que no puede, así que no. Una corredora olímpica británica está tan conmocionada por un traspié que le cuesta una competencia que se retira de la siguiente. El equipo de una empresa decide que un líder mundial popular está tan fuera de su alcance que no envía una invitación para hablar en su evento para clientes. Las mujeres con talento a veces «se van antes de irse», como dice Sheryl Sandberg, asumiendo que no van a ser ascendidas (ni triunfan cuando tienen hijos), por lo que comienzan a comportarse como si se fueran años antes de la partida, lo que les impide opciones. Una cosa es ser realista y otra es comportarse como un perdedor antes de entrar en el juego.

Goles demasiado grandes o demasiado lejanos. Sé la frecuencia con la que los líderes dicen que quieren abordar los BHAG: «metas grandes, peludas y audaces». Pero tener solo metas enormes puede socavar la confianza. La brecha entre un objetivo gigantesco y la realidad actual puede resultar deprimente y desmotivadora. La confianza proviene de pequeñas victorias que se producen repetidamente, y cada pequeño paso lo acerca a la gran meta. Pero los pequeños pasos deben valorarse y convertirse en metas en sí mismos. Los ganadores piensan tanto en lo pequeño como en lo grande.

Declarar la victoria demasiado pronto. Este es el dilema de la persona a dieta: perder los primeros kilos y sentirse tan bien que se recompensa con un pastel de chocolate, y cuando los kilos vuelven a subir, se siente tan desanimado que tiene más pastel para sentirse mejor. He visto este patrón en un equipo de fútbol universitario que venía de una racha de 9 años de derrotas (sí, ¡9 años!). Tras ganar el primer partido en casi una década, un miembro del equipo gritó que ahora ganaremos el campeonato. En primer lugar, por supuesto, tenían que ganar el siguiente partido, cosa que no hicieron. La disciplina gradual aumenta la confianza.

Hágalo usted mismo. Es una trampa pensar que puede hacerlo solo, sin un sistema de apoyo y sin apoyar a los demás. Los equipos perdedores tienen estrellas, pero se centran en sus propios récords, no en lo bien que le va a todo el equipo; los resentimientos y las desigualdades resultantes provocan batallas internas que arrastran a todos a la baja. Para aumentar su confianza, piense en fomentar la confianza de los demás y en crear una cultura en la que todos tengan más probabilidades de triunfar, ya sea mediante la tutoría o el reconocimiento de sus puntos fuertes. Donar a los demás aumenta la felicidad y la autoestima, como muestran numerosos estudios de investigación. Apoyarlos hace que sea más fácil garantizar que lo apoyan.

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Culpar a otra persona. La confianza se basa en asumir la responsabilidad del propio comportamiento. Incluso en circunstancias difíciles, tenemos opciones sobre cómo responder a la adversidad. Lloriquear por los daños del pasado reduce la confianza en las posibilidades futuras. Cuando el juego de la culpa se lleva a cabo dentro de las empresas, todos pierden la confianza, incluidas las partes interesadas externas. La confianza es el arte de seguir adelante.

Defensividad. Una cosa es escuchar y responder a las críticas y otra es responderlas antes de que hagan nada. No se defienda si no lo están atacando. Disculpe por sus errores, pero no se disculpe por quién o qué es. En cambio, siéntase orgulloso del lugar de donde viene y lidere con sus puntos fuertes.

Dejar de anticipar los reveses. La confianza implica una dosis de realidad. No es un optimismo ciego, pensar que todo va a ir bien pase lo que pase. La confianza proviene de saber que habrá errores, problemas y pequeñas pérdidas en camino a las grandes victorias. Después de todo, incluso los equipos deportivos ganadores suelen quedarse atrás en algún momento del juego. La confianza crece cuando analiza lo que puede salir mal, piensa en las alternativas y siente que está preparado para lo que pueda suceder.

Exceso de confianza. La confianza es un punto óptimo entre la desesperación y la arrogancia. No deje que la confianza caiga por un lado arrogante. El exceso de confianza es la perdición de las economías (por ejemplo, la exuberancia irracional que precedió a la crisis financiera mundial), los líderes corruptos (que asumen que son tan necesarios que no se meterán en problemas por una pequeña tontería en las cuentas de gastos) o las personas que se jactan y se sienten con derecho al éxito en lugar de trabajar por él. La arrogancia y la autocomplacencia llevan a descuidar lo básico, a hacer oídos sordos a las críticas y a cegar ante las fuerzas del cambio, una trampa tanto para las empresas como para las personas. Efectivamente, como el viejo proverbio que dice que «el orgullo precede a la caída», la caída en una racha de derrotas suele empezar con una racha de victorias. Un poco de humildad contribuye en gran medida a moderar la arrogancia y mantener la cantidad justa de confianza.

Recuerde, no basta con sentir confiado. Tiene que hacer el trabajo. Pero con una expectativa de éxito, puede probar cosas nuevas, formar nuevas asociaciones, contribuir al éxito compartido y disfrutar de pequeñas victorias que lo ayuden a alcanzar metas más ambiciosas.