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Liderazgo y gestión de personas

Nuestros consejos de gestión favoritos de 2024

por HBR Editors

Nuestros consejos de gestión favoritos de 2024

Cada día de la semana, en nuestro boletín de consejos del día para la dirección, HBR ofrece consejos diarios para ayudarlo a gestionar mejor sus equipos y a usted mismo. Estos son 10 de nuestros consejos favoritos de 2024.

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8 habilidades de liderazgo que desarrollar

El liderazgo no es una cualidad que posea o carezca de forma innata; es la suma de ocho habilidades que puede desarrollar con el tiempo. Estas son las características que le ayudarán a ser reconocido como líder.

Autenticidad. Esfuércese para desarrollar la autoconciencia y ponerse en posiciones que le permitan destacar sus puntos fuertes y mejorar sus puntos débiles.

Curiosidad. Haga preguntas sobre lo que no sabe. Pensar de manera amplia y ambiciosa. Presentar como alguien que quiere aprender, explorar e innovar constantemente.

Pensamiento analítico. El liderazgo requiere la capacidad de analizar problemas complejos, identificar sus causas fundamentales y encontrar soluciones nuevas. Desarrolle sus habilidades analíticas centrándose en las relaciones de causa y efecto y prestando atención a los patrones y las tendencias.

Adaptabilidad. Acepte tareas y busque experiencias que exijan flexibilidad. Esfuércese por trabajar en nuevos entornos con diferentes tipos de personas.

Creatividad. No es necesario que se le ocurran todas las grandes ideas por su cuenta. A veces se trata de establecer un entorno que fomente la creatividad en los demás.

Comodidad con la ambigüedad. Gestionar la ambigüedad consiste en tener ideas contradictorias en la cabeza y abordar prioridades contrapuestas que parecen igual de importantes. Pregunte mucho sobre «qué pasaría si» y «y qué», y analice las cosas desde diferentes perspectivas.

Resiliencia. Cuando las cosas se pongan difíciles, demuestre la resiliencia necesaria para recalibrarse, reagruparse y recibir las opiniones de los demás preguntándose: «¿Hay otro camino?»

Empatía. Desarrollar su inteligencia emocional le permite apreciar mejor los complejos desafíos a los que se enfrentan los demás y le ayuda a fomentar un entorno más solidario y enriquecedor.

Este consejo está adaptado de» 8 cualidades esenciales de los líderes exitosos», de Rebecca Knight

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Cree una presentación de diapositivas eficaz

Una buena presentación depende de algo más que de la información de alta calidad que comparta. Estos son algunos principios esenciales que le ayudarán a crear una presentación de diapositivas memorable.

Elija las fuentes correctas. Utilice fuentes sans serif como Helvetica o Arial para lograr un aspecto minimalista y una mejor legibilidad. Utilice dos estilos de fuente en la presentación (uno para los encabezados y otro para el cuerpo del texto) y garantice la coherencia en todo momento. Mantenga el cuerpo del texto en un tamaño mínimo de 30 puntos y los títulos en 40 puntos o más.

Opte por colores de alto contraste. Las combinaciones de colores de alto contraste garantizan la máxima visibilidad y facilidad de lectura. Limite su paleta de colores a dos o tres colores principales para evitar confusiones visuales y centrarse en sus puntos clave.

Utilice las imágenes de forma eficaz. Seleccione imágenes que comuniquen su mensaje de forma potente y sucinta, y utilícelas con moderación. Limítese a una imagen significativa por diapositiva para mantener la claridad y reforzar su mensaje sin distraer la atención del contenido.

Su objetivo es un diseño limpio. Evite el desorden mediante un diseño sencillo con muchos espacios en blanco. Haga hincapié en los puntos clave en las listas con viñetas más que en los párrafos. Y utilice una jerarquía visual para guiar primero la atención del público hacia los elementos más importantes.

Este consejo está adaptado de» Cómo hacer que una «buena» presentación sea «estupenda»» de Guy Kawasaki

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Los rasgos que necesita para crear una presencia ejecutiva

Hace tiempo que se les dice a los aspirantes a líderes que necesitan «presencia ejecutiva» para ser considerados para los altos cargos. Tradicionalmente, esto se ha reducido a tres atributos: seriedad, sólidas habilidades de comunicación y la apariencia «correcta». Pero, ¿qué aspecto tiene eso hoy en día? Una encuesta reciente arroja luz sobre cómo han cambiado nuestros puntos de vista en la última década.

Gravitas. Para proyectar seriedad, tiene que parecer seguro, decisivo y tener una visión clara. Pero un elemento de seriedad cada vez más importante es la inclusión: no solo contratar a personas con diversos orígenes y dar a todos una oportunidad justa de ascender en la clasificación, sino también garantizar que todos sus empleados se sientan respetados y apoyados.

Sólidas habilidades de comunicación. Comunicarse bien siempre ha implicado hablar y escribir con claridad y la habilidad de dominar la habitación. En el nuevo mundo laboral, controlar el Zoom (u otras formas de reuniones virtuales) es igual de importante. Para comunicarse con la presencia ejecutiva hoy en día también se requiere escuchar y aprender, más que comunicarse con la fuerza.

La apariencia «correcta». La apariencia es el atributo menos importante, pero es el que más ha cambiado de 2012 a 2022. La autenticidad, que no se registró entre los encuestados hace 10 años, es un nuevo premio. Para ser vistos como material de liderazgo hoy en día, se espera que los ejecutivos revelen quiénes son en esencia, no que imiten un modelo anticuado e idealizado de lo que significa ser «profesional».

Este consejo está adaptado de» Las nuevas normas de presencia ejecutiva», de Sylvia Ann Hewlett

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Mejore sus habilidades de escritura

Sea cual sea su trabajo, rango o sector, la comunicación escrita es una habilidad que puede diferenciarlo de sus compañeros. He aquí un marco de tres pasos para ayudarlo a subir de nivel como escritor, ya sea que escriba un correo electrónico, un documento formal, una publicación en redes sociales o algo más.

Primero, determine el propósito de lo que escribe. ¿Qué resultado quiere lograr? ¿Quiere informar, persuadir o hacer una solicitud? Deje que ese propósito influya en el contenido y el estilo de su comunicación de principio a fin.

Luego, identifique exactamente quién es su público y hable directamente con él. Esto significa usar un lenguaje que entiendan y una voz que les resuene. También significa anticipar y responder a sus preguntas, antes de que tengan que hacerlas.

Por último, ¿qué quiere decir? Esta es la esencia esencial de su escritura. Para encontrar el mensaje que quiere transmitir, pregúntese cómo se lo explicaría a su público en 15 segundos o menos. Entonces, vaya al grano al principio del documento, con las primeras 40 o 50 palabras.

Este consejo está adaptado de» Cómo hacer que su empresa escriba de «normal» a «excelente»,» de Elizabeth Danziger

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¿Es adicto al trabajo?

La adicción al trabajo no tiene que ver con el número de horas que trabaja, sino con la capacidad de desconectarse de su trabajo. Para ayudar a determinar si es adicto al trabajo, lea las siguientes afirmaciones y califique el grado en que cada una lo describe, utilizando la siguiente escala: 1 = nunca es cierto; 2 = rara vez es cierto; 3 = a veces es cierto; 4 = a menudo es cierto; 5 = siempre cierto.

1. Trabajo porque hay una parte dentro de mí que se siente obligada a trabajar.

2. Me cuesta dejar de pensar en el trabajo cuando dejo de trabajar.

3. Me molesta si tengo que faltar un día al trabajo por algún motivo.

4. Suelo trabajar más allá de los requisitos de mi trabajo.

Sume su puntuación total. Si ha valorado alguno de estos artículos con un 4 o un 5, tiene algunas tendencias de adicción al trabajo. Pero si su puntuación total es de 15 o más, muestra signos significativos de adicción al trabajo. Consulte el consejo de gestión de mañana para ver algunas estrategias que le ayudarán a encontrar el equilibrio.

Este consejo está adaptado de» Una guía para adictos al trabajo para recuperar su vida», de Malissa Clark

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Haga preguntas estratégicas más inteligentes

Dado que las organizaciones se enfrentan a una urgencia e imprevisibilidad cada vez mayores, poder hacer preguntas inteligentes se ha convertido en una habilidad clave de liderazgo, especialmente a la hora de establecer la estrategia. Estos son cinco tipos de preguntas que hacer que pueden impulsar la toma de decisiones estratégicas.

Investigativo: ¿Qué se sabe? Cuando se enfrentan a un problema u oportunidad, los mejores responsables de la toma de decisiones comienzan por aclarar su propósito, preguntándose qué es lo que quieren lograr y qué necesitan aprender para hacerlo.

Especulativo: ¿y si? Estas preguntas le ayudan a considerar la situación en cuestión de manera más amplia, a replantear el problema y a explorar soluciones innovadoras.

Productivo: ¿y ahora qué? Evaluar la disponibilidad del talento, las capacidades, el tiempo y otros recursos, en última instancia, le ayuda a determinar el curso de acción.

Interpretativo: Entonces, ¿qué? Este seguimiento natural puede llevarlo a redefinir continuamente el tema central, a ir más allá de la superficie y sacar a la luz las implicaciones de una observación o idea.

Subjetivo: ¿Qué no se ha dicho? Esta última pregunta trata sobre las reservas personales, las frustraciones, las tensiones y las agendas ocultas que pueden desviar la toma de decisiones.

Este consejo está adaptado de» El arte de hacer preguntas más inteligentes», de Arnaud Chevallier y otros

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3 estilos de liderazgo comunes y cuándo usarlos

Ser un gran líder significa reconocer que las diferentes circunstancias exigen diferentes estilos de liderazgo. Estas son las tres más comunes y cuándo desplegarlas.

Liderazgo coercitivo, lo que implica exigir el cumplimiento inmediato. Este es el estilo menos eficaz en la mayoría de las situaciones. Pero en ciertas crisis en las que se necesita una acción decisiva y una cadena de mando clara, puede que sea necesario este estilo de liderazgo de mando y control.

Liderazgo autoritario, que trata de movilizar a la gente hacia una visión. Esto implica motivar a los miembros de su equipo conectando su trabajo con una estrategia organizacional más amplia. Este estilo de liderazgo es beneficioso en muchas situaciones y es especialmente útil en tiempos de cambio o incertidumbre.

Liderazgo que marca el ritmo, que implica esperar la excelencia y la autodirección. Aunque este estilo debe usarse con moderación, puede funcionar en determinadas circunstancias en las que sus empleados están muy motivados y son extremadamente competentes, o cuando la perfección es totalmente necesaria.

Este consejo está adaptado de» 6 estilos de liderazgo comunes y cómo decidir cuál usar cuando», de Rebecca Knight

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3 estilos de liderazgo más y cuándo usarlos

Ayer enumeramos tres de los estilos de liderazgo más comunes y cuándo usarlos. Aquí hay tres estilos más para añadir a su caja de herramientas.

Liderazgo afiliativo, que se centra en crear vínculos emocionales. Este estilo crea conexiones y crea una cultura empresarial positiva, pero no debe usarse de forma aislada. Puede que no proporcione comentarios suficientes para abordar problemas de rendimiento o abordar desafíos complejos.

Liderazgo democrático, lo que implica crear consenso. Este estilo es ideal cuando no está seguro de cuál es el mejor plan de acción y quiere generar ideas. Pero no es una buena estrategia cuando los miembros de su equipo carecen de experiencia o información, o en tiempos de crisis.

Entrenamiento de liderazgo, que se centra en desarrollar a las personas para el futuro. Este estilo es especialmente útil durante las evaluaciones de desempeño individuales y es crucial para el desarrollo de los empleados.

Este consejo está adaptado de» 6 estilos de liderazgo comunes y cómo decidir cuál usar cuando», de Rebecca Knight

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Superar la exageración

Pensar demasiado puede adoptar tres formas: cavilar, analizar en exceso y viajar en el futuro. He aquí cómo detectar y gestionar cada uno de ellos, antes de que provoquen que entre en espiral, se estrese y, en última instancia, se agote.

Reflexionando. Se trata de un ciclo mental en el que se detiene en los acontecimientos del pasado, especialmente en los negativos o angustiantes. Si tiende a obsesionarse con los comentarios negativos, a sacar a colación los fracasos del pasado en las conversaciones con otras personas o es demasiado cauteloso con el trabajo, puede que sea un rumiador. Para disipar sus reflexiones, dedique de 15 a 30 minutos a lidiar con estos pensamientos negativos. Esto le ayudará a compartimentar y a evitar que reflexione constantemente a lo largo del día.

Analizando en exceso. Procrastinar, confiar demasiado en la aprobación de los demás y tener dificultades para priorizar son tendencias de los sobreanalizadores. Para romper el ciclo, cambie su objetivo de «perfecto» a «lo suficientemente bueno».

Futuros viajes. Si dedica una cantidad excesiva de energía a planificar cada escenario posible, o le cuesta celebrar sus éxitos porque siempre piensa en lo que viene después, es probable que viaje en el futuro. Para abordarlo, utilice sus tendencias de futuro en su beneficio proyectándose en un futuro en el que el estrés de este momento haya quedado atrás.

Este consejo está adaptado de» Tres tipos de pensamiento excesivo y cómo superarlos», de Melody Wilding

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Desarrolle sus habilidades de escucha activa

¿Es un oyente activo en el trabajo? Escuchar activamente significa que no solo escucha lo que dice la persona, sino que también se sintoniza con sus pensamientos y sentimientos. Asentir con la cabeza y repetir los puntos principales de su compañero de conversación es un buen comienzo, pero no basta con que se sienta escuchado.

Para convertirse en un oyente más activo, empiece por entender su estilo de escucha por defecto. Reflexione y pregúntese: «¿Cómo escucho normalmente?» ¿Está orientado a las tareas, se centra en la eficiencia? ¿Busca la conexión, captando los elementos emocionales de lo que dice su homólogo? ¿O tiende a ser más crítico? Sea honesto consigo mismo acerca de su forma de pensar por defecto cuando escucha a los demás.

Luego, tome una decisión activa y consciente sobre la mejor manera de escuchar en una situación particular. Primero determine el objetivo de la conversación. Entonces, decida qué modo de escucha es el más adecuado: ¿Están usted y su homólogo intentando elaborar un plan de acción? ¿O para entender mejor una situación o un tema en particular? ¿Espera profundizar su relación? ¿O se le pide que haga una valoración crítica honesta? La verdadera escucha activa implica escuchar con una intención clara en mente.

Este consejo está adaptado de»¿Qué es la escucha activa?» de Amy Gallo