Necessary Endings

Descubre cómo poner los finales necesarios puede mejorar radicalmente tu calidad de vida.

Todos hemos estado ahí, atrapados en la rutina. Ya sea una relación rancia o un trabajo insatisfactorio, puede resultar difícil poner fin a lo que no nos gusta. Resulta que los seres humanos son extraordinariamente flexibles cuando se trata de aguantar cosas que les quitan la alegría de vivir.

A veces, es mejor aguantar lo que no nos gusta.

A veces es importante que nos liberemos del equipaje no deseado para poder vivir vidas más plenas. Tanto si eso significa cerrar un negocio en dificultades y volver a estudiar como poner fin a una relación abusiva, debemos dar el paso porque la hierba casi siempre es más verde al otro lado.

En este resumen, aprenderás

    • cómo hacer de los finales una parte normal y habitual de tu vida;
    • a qué señales debes prestar atención que indican que algo debe llegar a su fin;
    • y
    • por qué a veces es necesario que otra persona termine las cosas por ti.
  • En un momento u otro, todos nos hemos topado con ese muro. Estamos ante el final, y no hay nada que hacer.
  • Es una experiencia universal, y puede ser mortificante. Pero es importante recordar que los finales sirven para algo. Significan que al final prosperaremos en el ámbito profesional y personal. De hecho, son necesarios.
  • Por ejemplo, hay ocasiones en las que es mejor poner fin a una aventura empresarial o a una línea de productos. Puede que una nueva tecnología haya hecho que esos esfuerzos dejen de ser rentables. Incluso los clásicos del diseño, como el reproductor de casetes Walkman, tuvieron que dejar de usarse.
  • También ocurre con las tendencias de la moda. Puede que los pantalones de pana acampanados estuvieran de moda en los años 70, pero la escasa demanda actual hace que ya no tenga sentido producir tantos pares.
  • A veces, incluso hay que despedir a los empleados. ¿Para qué mantener a alguien si no cumple lo que promete? Ese es el momento de encontrar un sustituto mejor que te ayude a lograr tus objetivos a largo plazo.
  • Lo que es cierto en los negocios también lo es en nuestra vida personal. Los finales son inevitables, pero significan que podemos seguir adelante.
  • Una relación o amistad insolidaria nos impide florecer, y una relación disfuncional o violenta o una amistad insana es aún peor. Pero tu relación contigo mismo es más difícil de ver. Piensa en tus pautas de comportamiento o hábitos nocivos. Tal vez dependas demasiado del apoyo de tus padres, por ejemplo.
  • En pocas palabras: los finales son buenos. Son necesarios. Sin ellos, todos estaríamos infelizmente casados con nuestros novios del instituto, atascados en nuestros primeros trabajos o agobiados por empleados poco fiables. Nunca alcanzaríamos nuestras metas ni haríamos realidad nuestros sueños.
  • El jardinero que poda sus rosales tiene un objetivo claro en mente: capullos sanos y colores vibrantes.
  • El jardinero que poda sus rosales tiene un objetivo claro en mente: capullos sanos y colores vibrantes.
  • La pregunta es: ¿cómo va a quedar tu metafórico rosal? Pregúntate por qué y con qué fin estás podando. En pocas palabras, ¿cuáles son tus objetivos?
  • Podrías podar para tener la energía necesaria para marchar feliz y contento cada día. Puede que necesites, por ejemplo, reducir una relación profesional o personal que se está volviendo un poco invasiva.
  • También en los negocios es necesaria una pequeña poda, incluso cuando tienes objetivos de crecimiento anuales.
  • Considera a Jack Welch, ex director general de General Electric. Welch podó para llevar su empresa a los dos primeros puestos del mercado. Eso significaba recortar las iniciativas empresariales improductivas, realizar despidos anuales y reducir la burocracia. Con Welch, el valor de mercado de GE se disparó de unos "meros" 14.000 millones de dólares a unos asombrosos 410.000 millones de dólares. Vaya manera de cumplir un objetivo.
  • Para sacar el máximo partido de los finales, tienes que normalizarlos.
  • Es habitual pensar que los finales son sucesos negativos. Por eso tendemos a evitarlos. Pero en cuanto vemos los finales como algo normal, no hay razón para tener miedo y huir de ellos.
  • Imagina a un pequeño empresario. Llamémosle Blair. Trabajaba en la industria de fabricación de productos químicos, pero a medida que la tecnología avanzaba, su línea de trabajo se quedó obsoleta. Luchó mucho. Invirtió más dinero y buscó sin cesar nuevos clientes potenciales. Pero fue inútil. Se enfrentó a la inevitable realidad.
  • Por supuesto, es posible luchar y perseverar. Pero eso no siempre es lo mejor. Blair lo comprendió, así que abandonó su negocio. Volvió a estudiar y encontró una segunda carrera de éxito en el mundo de las inversiones.
  • ¿Pero cómo averiguamos por qué merece la pena luchar? Lo analizaremos a continuación.
  • Como los finales pueden ser dolorosos, hacemos todo lo que está en nuestra mano para evitarlos. Pero, ¿cómo sabemos cuándo es necesario un final?
  • Para empezar, las acciones pasadas son un buen indicio del comportamiento futuro. Así que mira al pasado si quieres predecir posibles futuros.
  • ¿Qué significa esto en la práctica? Consideremos cómo aconsejó el autor a un amigo que acudió a él en busca de consejo. El amigo tenía una hija a la que su novio le había propuesto matrimonio, y no estaba seguro de si debía dar su bendición a la pareja.
  • El autor sugirió a su amigo que pidiera ver la declaración de la renta del novio y un informe crediticio. No es una cuestión de dinero y medios, sino de compromiso y responsabilidad. Si no se puede confiar en el novio con los formularios de crédito o de impuestos, ¿cómo se le podría confiar la hija del amigo y un compromiso duradero?
  • Independientemente de si se trata de un socio, un negocio o un empleado, cuando se trata de futuros claros, el pasado tendrá la respuesta.
  • El segundo indicador de éxito es la confianza.
  • El segundo indicador del éxito en un determinado escenario o situación es la fiabilidad de la persona responsable.
  • Examina las características de la persona con la que estás tratando. No importa si se trata de un colaborador, un socio, un yerno o tu propia pareja. Fíjate bien. ¿Puedes confiarle la tarea que tiene entre manos?
  • Imagina que diriges un club de comedia. El éxito depende de conseguir que los espectadores se rían y se lo cuenten a sus amigos, para que vendas más entradas. Una noche contratas a un aficionado, pero muere en el escenario. Promete que la próxima vez será diferente. Entonces, ¿deberías volver a contratarle o contratar a un profesional acreditado la próxima vez? El profesional siempre será más seguro y digno de confianza si quieres mantener tu reputación intacta.
  • En resumen, si quieres saber lo que te deparará el futuro, analiza a aquellos de quienes depende el éxito.
  • Los finales parecen difíciles porque exigen un cambio.
  • Los finales parecen difíciles porque exigen un cambio.
  • Dado que la mayoría de nosotros sólo hacemos cambios cuando son absolutamente necesarios, los finales son especialmente complicados. Necesitamos que nos empuje el miedo y nos arrastre la posibilidad de que el nuevo escenario sea aún mejor. Lo que mejor nos impulsa es un sentimiento de urgencia, ya sea la necesidad de escapar de una situación decepcionante o de alcanzar un lugar mejor.
  • Imagina que diriges un negocio de venta de sillas. No va muy bien, pero consigues mantener las cosas a flote. Ahora bien, ¿qué harías si un empleado te dijera que un rival vende productos más modernos y baratos? Lo más probable es que rescindieras el contrato con tu proveedor y buscaras uno nuevo que pudiera ofrecerte recursos más baratos. Tu empleado creó urgencia y te motivó a cambiar.
  • Si utilizas bien el poder de la urgencia, tienes que ser realista sobre tu situación actual. ¿Te imaginas estar en la misma situación en el futuro?
  • La mayoría de la gente necesita oler el humo antes de huir de un edificio en llamas. Eso es porque sólo entonces se enfrentan a la realidad.
  • Prueba este ejercicio. Ponte delante de un espejo y sé sincero contigo mismo. ¿Qué sientes en tu situación actual? Siéntelo: siéntelo, huélelo e imagínatelo. Ahora, piensa en el futuro. Llévate contigo esas sensaciones presentes. ¿Te imaginas seguir rodeado de esas mismas emociones y sensaciones dentro de tres o cuatro años?
  • Por supuesto que no. Utiliza esa sensación de insatisfacción para crear la urgencia necesaria para llegar a un final. Por utilizar nuestro ejemplo, ¿te gustaría seguir escatimando, vendiendo las mismas sillas de siempre, o realmente impulsar tu negocio y correr con las nuevas tendencias del mercado?
  • Imagina que tienes una relación amorosa y estrecha con un hombre. Pero su falta de compromiso hace que te resulte difícil imaginar un futuro con él. Sin embargo, le quieres y no te planteas poner fin a la relación.
  • ¿Qué hacer entonces?
  • ¿Qué debes hacer?
  • Lo primero es ser clara con él. Aclárale cuáles son tus normas, y luego déjale que seleccione por sí mismo. Esto significa que comunicas a la persona tus deseos y anhelos y luego le permites que considere si puede satisfacerlos. Si no pueden, se acabó. Ya tienes tu final.
  • Deberías declarar tus aspiraciones. Por ejemplo, puede que quieras una pareja que sea un marido sólido, un padre para tus hijos, responsable, competente económicamente y apasionado en lugar de perezoso. No tengas miedo de decírselo. Por último, puedes preguntarle si está dispuesto a ser esa persona por la seguridad a largo plazo de la relación.
  • Sin embargo, no todas las decisiones funcionan así. Si se trata de un asunto que te concierne sólo a ti, entonces tendrás que hacer tu propia autoselección.
  • Pongamos que te has mudado recientemente a Nueva York pero no encuentras trabajo, o digamos que quieres impulsar tu empresa unipersonal que está fracasando. En ambas circunstancias, eres tú quien tiene que tomar la decisión.
  • En este punto, debes tener claras tus normas y expectativas. Esto significará que puedes autoseleccionarte. Tal vez podrías fijarte plazos de expectativas como "Si no tengo un trabajo decente en octubre, me mudaré a casa" o "Si mis finanzas siguen en números rojos en seis meses, disolveré mi empresa"
  • .
  • Así que has tomado la decisión de poner fin a las cosas. Pero, ¿cómo ejecutas esa decisión?
  • Si alguna vez has tenido que poner fin a una relación sentimental o profesional, sabrás que la conversación puede ser aterradora. Muchas personas se quedan paradas. Es comprensible.
  • Pensemos en el ejemplo hipotético de Lori y Jeff.
  • Durante años, Jeff fue la mano derecha de Lori en la empresa de publicidad donde trabajaba como ejecutiva. Jeff era listo y rendía de forma asombrosa. Pero carecía de habilidades sociales. A veces Lori se encontraba "limpiando" el desastre que él había hecho.
  • Un día, a Lori le ofrecieron un puesto en otra empresa donde podría formar su propio equipo. Tras considerarlo detenidamente, Lori decidió no traer a Jeff. Ya no podía enfrentarse al drama. No necesitaba malgastar su tiempo ni su energía en ello.
  • No obstante, a pesar de haberlo decidido, Lori lo dejó para más tarde. No por la decisión, sino por la conversación que implicaba.
  • Hay una solución clara. Tienes que prepararte para estas conversaciones visualizando los objetivos finales más allá de los detalles de la conversación.
  • Para poder seguir adelante, tienes que tener la mente clara y los objetivos claros. Si no lo haces, podrías descarrilarte por la otra persona que intenta persuadirte, o por el amor que le tienes.
  • Una buena forma de lograr claridad es decidir de antemano lo que quieres decir.
  • Sabes lo que quieres antes de empezar
  • Imagina que quieres poner fin a una relación abusiva. Querrías decirle a tu ex-pareja que no vuelva a ponerse en contacto contigo y que las autoridades intervendrán si lo hace.
  • Sólo cuando hayas fijado tus objetivos podrás iniciar la conversación.
  • Sólo cuando hayas fijado tus objetivos podrás iniciar la conversación.
  • Sólo cuando hayas fijado tus objetivos podrás iniciar la conversación.
  • Cuando tengas claros tus objetivos, estarás mucho mejor preparada para la incómoda conversación que pone fin a todo.
  • El mensaje clave de este libro:
  • A veces es necesario que los finales lleguen más pronto que tarde. Las relaciones con empleados, socios, amigos o gerentes no deben mantenerse si te impiden prosperar. Tienes que actuar, trazar una línea con el pasado y aprender a seguir adelante.
  • Consejos Accionables:
  • Consejos Accionables:
  • Consejos Accionables:
  • Consejos Accionables.
  • Evalúa un final y ten claras tus intenciones.
  • Los estados de ánimo son contagiosos. Sentirte afectado por los demás puede ayudarte a seguir adelante con finales complicados. Si tienes dificultades para escapar de una relación malsana, deberías rodearte de una alianza para el final: un grupo de personas que, como tú, vean la urgencia del final. Estar rodeado de estas personas creará una presión que te influirá positivamente para que se produzca el final necesario.
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  • Sugerencias más lectura: Opción B de Sheryl Sandberg y Adam Grant
  • Opción B (2017) se basa en las experiencias personales de Sheryl Sandberg que, tras perder a su marido, cayó en un periodo de profundo duelo. Sin embargo, la historia de Sheryl no es de desesperación, sino de perseverancia y de salir de una experiencia horrible incluso más fuerte que antes. Descubre lo que Sheryl aprendió sobre el proceso de duelo y cómo pudo recuperar la alegría, encontrar sentido a la vida -y a la muerte- y seguir adelante.

Conclusiones

Todos tememos las conversaciones de ruptura, por lo que es esencial estar bien preparado.

A veces tienes que asumir tú misma la responsabilidad de poner fin a una relación.

Para crear la suficiente urgencia de cambio, tienes que ser realista sobre las circunstancias presentes.

Para crear la suficiente urgencia de cambio, tienes que ser realista sobre las circunstancias presentes.

"Como dice el refrán, el carácter es el destino"

Los indicadores te mostrarán si algo en tu vida debe terminar o si debes seguir adelante.

Ten una idea clara de tus metas y no tengas miedo a los finales.

Ten una idea clara de tus metas y no tengas miedo a los finales.

"La lección: lo bueno no puede empezar hasta que lo malo termina"

Te guste o no, los finales son necesarios, ya sea en el trabajo, en los negocios o en nuestra vida personal.