Necesitamos una prueba de estrés para cadenas de suministro críticas

Arte aéreo abstracta/Getty Images

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La pandemia mundial ha puesto de manifiesto graves defectos en las cadenas de suministro, incluidos los críticos para industrias como las farmacéuticas y los suministros médicos. Escasez de equipo de protección personal para los trabajadores sanitarios y los respiradores de los hospitales son los más destacados. Para evitar que este problema vuelva a ocurrir cuando ocurra el próximo desastre, los gobiernos deberían considerar establecer una prueba de estrés para las empresas que proporcionan bienes y servicios críticos que es similar a las pruebas de estrés para los bancos que el Gobierno de los Estados Unidos y Unión Europea instituido después de la crisis financiera de 2008. Esta prueba debe centrarse en la resiliencia de las cadenas de suministro de las empresas.

Una de las principales razones de la escasez que se ha producido durante la pandemia es la escasez de cadenas mundiales de suministro que se han desplegado ampliamente para reducir los costos mediante una asignación eficiente de la producción a regiones de bajo costo; metodologías de fabricación justo a tiempo; y mantener niveles más bajos de inventario en toda la cadena de suministro. Estas estrategias se basan en pronósticos basados en datos históricos y no suelen considerar interrupciones importantes.

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La industria automotriz, en particular, descubrió que estas estrategias podrían no funcionar siempre cuando se vieron obligadas a lidiar con graves problemas de proveedores después de la Terremoto y tsunami de 2011 devastó el noreste de Japón. Esto llevó a la aplicación de una nueva metodología que desarrollamos que permite una manera sofisticada de entender la exposición al riesgo asociado a eventos poco probables como se describe en este Función HBR y refinado en este artículo de seguimiento de HBR.

Nuestra metodología tiene dos elementos centrales. Uno es tiempo de recuperación (TTR), el tiempo que tardaría un nodo particular de la cadena de suministro —una instalación de proveedores, un centro de distribución o un centro de transporte— en volver a funcionar plenamente después de una interrupción. El segundo es tiempo para sobrevivir (TTS), la duración máxima que la cadena de suministro puede igualar la oferta con la demanda después de una interrupción de la instalación. Al cuantificar cada medida en diferentes escenarios, una empresa puede identificar su capacidad para recuperarse de un desastre. Por ejemplo, si el TTR de una instalación determinada es mayor que el TTS, la cadena de suministro no podrá hacer coincidir el suministro con la demanda a menos que exista un plan de copia de seguridad. Este enfoque proporciona a las empresas una manera de cuantificar financieramente el costo de las interrupciones y preparar planes de mitigación para las partes más críticas de la cadena de suministro que podrían aplicarse en diferentes escenarios.

Este enfoque es similar al método prueba de esfuerzo bancario instituido después de la crisis financiera de 2008 para garantizar que las principales instituciones cuyo fracaso podría provocar el colapso de todo el sistema financiero tuvieran los medios necesarios para sobrevivir a una crisis futura. Es un modelo de simulación que ayuda a los administradores y reguladores bancarios a medir la fortaleza financiera de un banco. En los Estados Unidos, los principales bancos están obligados a estimar el capital que necesitarían para evitar condiciones de referencia, adversas y severamente adversas. Por ejemplo, los bancos podrían necesitar modelar un entorno con un alto desempleo, una caída del mercado de la vivienda y una economía desacelerada. El Reserva Federal proporciona los detalles para las pruebas de resistencia cada año indicando a los bancos qué supuestos específicos utilizar.

Del mismo modo, el gobierno de Estados Unidos y los de otros países o bloques deberían exigir a las empresas que proporcionan productos y servicios esenciales que informen de su capacidad para hacer frente a eventos disruptivo. Los alentaría a diseñar cadenas de suministro más resistentes.

En el caso de la atención médica, una agencia gubernamental como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos podría tomar la iniciativa y trabajar con las industrias para establecer estándares y pruebas. Por supuesto, al diseñar las normas y pruebas, nacionalismo económico — al igual que las prioridades de los países que han impedido el movimiento de mercancías a través de la cadena mundial de suministro durante la pandemia — deben tenerse en cuenta.

Es posible crear e implementar una prueba de resistencia para empresas de industrias críticas. Sería un largo camino para asegurar que el tipo de escasez que ha estado ocurriendo en los últimos meses no vuelva a ocurrir.

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David Simchi-Levi Edith Simchi-Levi Via HBR.org