Los emprendedores que duermen más detectan mejor las buenas ideas

Es hora de acabar con el mito del fundador que no duerme. Demasiados emprendedores piensan que saltarse el sueño es el heroico camino hacia el éxito y una insignia de honor. Sin embargo, en una serie de estudios recientes, los autores encontraron varios déficits específicos entre los emprendedores agotados que demuestran que incluso los fundadores más dedicados podrían aprovechar mejor su incipiente empresa descansando. El problema crucial con los emprendedores privados de sueño es que pierden la capacidad de tomar decisiones y es más probable que se dediquen a una mala idea porque parece atractiva desde el punto de vista superficial. Esto puede ser desastroso para una empresa incipiente.

 

 

 

••• Es hora de acabar con el mito del fundador que no duerme. Demasiados emprendedores piensan que saltarse el sueño es el heroico camino hacia el éxito y una insignia de honor. Sin embargo, en una serie de estudios recientes, descubrimos varios déficits específicos entre los emprendedores agotados que demuestran que incluso los fundadores más dedicados podrían servir mejor a su incipiente empresa descansando. En nuestro[papel](https://doi.org/10.1016/j.jbusvent.2019.06.004) investigamos las funciones fundamentales que debe cumplir un fundador en las primeras etapas del ciclo de vida de una nueva empresa: la generación de nuevas ideas de empresa y la formación de creencias sobre el potencial de una nueva empresa. En una serie de tres estudios interrelacionados, mostramos que los emprendedores que duermen poco analizan las oportunidades de negocio de manera diferente a sus homólogos que han descansado bien e incluso de manera diferente a cuando están bien descansados. En el primer estudio, comparamos 784 emprendedores en ejercicio entre sí y les pedimos que declararan haber dormido la noche anterior. A continuación, cada persona leyó tres nuevos resúmenes de ejecutivos de empresas. Un panel de emprendedores e inversores expertos calificó estos resúmenes de forma independiente en cuanto a su calidad, y nuestro equipo de coautores clasificó la alineación superficial (obvia) y estructural (no obvia) entre la nueva tecnología y el mercado objetivo. Dos de las tres ideas tenían una alineación superficial y estructural, lo que significaba que estas ideas eran más prometedoras para el éxito comercial. Una de las nuevas ideas de empresa mostraba una alineación superficial entre la tecnología y el mercado, pero tenía problemas estructurales reales, lo que significaba que esta idea debería ser menos prometedora en comparación con las otras dos. En comparación con los emprendedores que han descansado bien, los emprendedores que dormían menos la noche anterior solían anteponer la idea mal concebida a una o las otras dos ideas. Esto sugiere que los emprendedores que duermen poco se basan más en señales superficiales a la hora de formarse sus creencias iniciales sobre nuevas ideas de empresa. El segundo estudio examinó a 101 emprendedores en ejercicio durante un período de dos semanas. Hablábamos con estos emprendedores dos veces al día, una vez por la mañana para preguntarles si habían dormido la noche anterior y otra vez por la tarde para pedirles que valoraran una nueva idea de empresa. Cuando estos emprendedores dormían menos, cometían errores al evaluar ideas de negocio no obvias. Como observamos en el estudio anterior, el agotamiento dificultó la capacidad del emprendedor de evaluar las cualidades menos obvias asociadas a la idea. Es importante destacar que estos resultados comparan a un emprendedor consigo mismo en los diferentes días. Esto significa que, aunque no duerma tanto como los demás normalmente, sigue siendo peor en las evaluaciones cuando duerme menos de lo normal. Por último, para aislar el sueño como la variable causal de estas observaciones, realizamos un experimento de falta de sueño con estudiantes de emprendimiento. Los participantes fueron asignados al azar a uno de dos grupos, uno que dormía al menos siete horas y otro que permanecía despierto al menos 24 horas consecutivas. Luego, los dos grupos realizaron la misma tarea de clasificación de nuevas empresas del primer estudio. También les pedimos que pensaran en posibles ideas de negocio para una tecnología novedosa. Esas respuestas abiertas estaban codificadas tanto para el pensamiento superficial como para el estructural. El grupo privado de sueño tenía muchas más probabilidades de clasificar la desafortunada idea por encima de una o ambas ideas, y las respuestas abiertas se centraron más en los rasgos superficiales que en las alineaciones estructurales. En otras palabras, el pensamiento estructural en la tarea de ideación medió en la relación entre el sueño y la clasificación de las nuevas ideas de empresas. Estos estudios se combinan para sugerir que la somnolencia obstruye importantes tareas empresariales. Los emprendedores que duermen menos tienen dificultades para evaluar las complejas alineaciones entre una nueva tecnología y un mercado comercial, y estas complejas alineaciones estructurales son los principales determinantes del éxito comercial de una empresa. Las ideas de negocio abundan y perseguir una idea equivocada desde el principio puede obstaculizar los esfuerzos de un emprendedor por lanzar una empresa. Un paso en falso temprano podría incluso marcar la diferencia entre convertirse en un emprendedor exitoso y fracasar. Lejos de ser una señal de debilidad, dormir puede servir como una ayuda inicial para evaluar de forma eficaz las innumerables oportunidades de negocio a las que aspirar. Dormir en el momento adecuado, como la noche anterior a las tareas de ideación y evaluación, mejorará los resultados.