Intelligent Disobedience
Aprende cuándo desobedecer es la decisión correcta.
Cuando un policía te dice lo que tienes que hacer, ¿lo haces? Lo más probable es que sí, que lo hagas. ¿Y cuando un auxiliar de vuelo te dice que apagues el móvil justo antes de despegar, lo haces? Por supuesto que sí. En ambos casos obedeces sus órdenes.
Y la sociedad espera que lo hagas. Para facilitar su buen funcionamiento, se nos anima a hacer lo que nos dicen las personas, especialmente las que ocupan puestos de autoridad. Pero, ¿debemos hacerlo?
Este resumen te muestra que, independientemente de lo que sugiera la sociedad, a menudo es necesario o incluso correcto desobedecer una orden, sobre todo cuando esa orden puede provocar daños y desastres. Al comprender las condiciones adecuadas para la desobediencia, podemos hacer del mundo un lugar mejor.
En este resumen descubrirás
- por qué no debes seguir las instrucciones médicas del conserje del hospital;
- por qué la Desobediencia Inteligente puede ayudar a detener los accidentes aéreos; y
- por qué deberías enseñar a tus hijos a cuestionar en lugar de obedecer
- .
Deberíamos seguir órdenes, pero sólo cuando sean razonables, constructivas y estén basadas en una autoridad legítima.
¿Te considerarías una persona obediente? La mayoría de la gente dirá: "¡No! Yo tomo las decisiones por mí mismo". Pero imagina que trabajas en una central nuclear y tu jefe te dice apresuradamente que apagues el reactor. ¿Lo harías? Lo más probable es que lo hicieras, sin dudarlo.
¿Pero por qué nos apresuraríamos tanto a seguir órdenes en este caso concreto? Bueno, ciertas situaciones exigen obediencia, mientras que otras no. Para que un sistema exija tu obediencia, debe cumplir determinadas condiciones.
En primer lugar, los sistemas que exigen obediencia deben tener normas y órdenes que sean "razonablemente justas", lo que significa tanto que el sistema esté basado en principios morales como que pueda funcionar correctamente.
Por el contrario, los sistemas cuyas normas son arbitrarias o conducen a resultados negativos (como el sufrimiento de los demás) no deben obedecerse.
Por el contrario, los sistemas cuyas normas son arbitrarias o conducen a resultados negativos (como el sufrimiento de los demás) no deben obedecerse.
En segundo lugar, la persona que da las órdenes debe ostentar legítimamente su posición de autoridad sobre los demás, y actuar de forma competente.
Por ejemplo, una persona que da órdenes a los demás debe ser competente.
Por ejemplo, un médico jefe que da una instrucción a un colega subalterno durante una operación cerebral tiene tanto competencia como autoridad legítima. Si el médico subalterno hace caso omiso de su competencia, las consecuencias podrían ser graves. Pero si el conserje del hospital da instrucciones al médico subalterno sobre la operación de cerebro (o si un médico superior da instrucciones al conserje sobre la mejor forma de limpiar los suelos), entonces sus órdenes no se basan en la competencia ni en la autoridad legítima.
Por ejemplo, un médico superior que da instrucciones a un colega subalterno durante una operación de cerebro tiene competencia y autoridad legítima.
Por último, la orden debe ser constructiva.
Si obedecer una orden causara más daño que bien, entonces no debería cumplirse. Cumplir órdenes inmorales es incorrecto, y la persona que las cumple puede ser considerada responsable de cualquier daño causado por sus acciones.
Por ejemplo, en el caso de una orden de un juez, la persona que la cumple puede ser responsable de cualquier daño causado por sus acciones.
Por ejemplo, los que llevaron a cabo crímenes de guerra nazis intentaron escudarse en que "sólo cumplían órdenes". Este alegato fue ignorado, y muchos fueron condenados por sus terribles actos.
Tienes derecho a desobedecer las órdenes que te lleven al desastre.
La obediencia a las leyes, órdenes y reglamentos es una piedra angular de nuestra sociedad. Se espera de nosotros que nos paremos en los semáforos en rojo, que paguemos impuestos y que bajemos la música a las 2 de la madrugada, y normalmente cumplimos estas normas.
Sin embargo, como muestra el último resumen, hay situaciones en las que la obediencia es peligrosa, o incluso inmoral.
Aunque la mayoría de las culturas funcionan bajo el supuesto de que la obediencia es buena y la desobediencia es mala, hay muchas ocasiones en las que este tipo de pensamiento binario es insuficiente.
Imagina, por ejemplo, que una enfermera recibe la orden de un médico de administrar un fármaco a un paciente cardíaco, pero la enfermera sabe que el fármaco provocará la muerte del paciente. La enfermera informa al médico de su preocupación, pero el médico insiste obstinadamente. ¿Está obligada la enfermera a administrar el fármaco de todos modos?
Claro que no. ¡Mataría al paciente!
Pero la naturaleza de nuestra organización social hace que muchos de nosotros no ejerzamos este derecho. En cambio, a la mayoría de la gente le resulta más sencillo obedecer malas órdenes que enfrentarse a la ira de una figura de autoridad.
En términos prácticos, a menudo es mejor cumplir una mala orden, ya que decir "no" podría hacernos perder el trabajo por completo.
Por ejemplo, si eres director de marketing y el director general te ordena que aumentes los precios de todos los productos un 25%, es probable que cumplas la orden aunque sepas que esta medida perjudicará las relaciones con los clientes actuales y costará mucho dinero a la empresa.
Pero, en la práctica, a menudo es mejor cumplir una mala orden, ya que decir "no" podría hacernos perder el trabajo.
Pero decir que no podría significar perder proyectos o, peor aún, ¡tu puesto de trabajo! Decir que sí a esta terrible idea es sencillamente más fácil, al menos a corto plazo.
Es en momentos como éste cuando brilla la Desobediencia Inteligente. Nuestro resumen restante te revelará cómo.
La Desobediencia Inteligente consiste en evaluar el origen, el objetivo y las consecuencias de una orden antes de obedecerla.
Hasta ahora, hemos establecido que las personas no sólo tienen el derecho, sino también la obligación de discrepar y rechazar las malas órdenes. Pero, ¿cómo saber qué órdenes son malintencionadas pero inofensivas y cuáles son realmente perjudiciales?
Cómo saber qué órdenes son malintencionadas pero inofensivas y cuáles son realmente perjudiciales.
Si quieres saber si está justificada la aplicación de la Desobediencia Inteligente, pregúntate:
¿La orden procede de una fuente legítima? ¿O a la fuente legítima le falta información importante que es relevante para la norma u orden? Piensa en el conserje y el médico en formación. ¿Tenía el conserje autoridad legítima en asuntos relacionados con la cirugía cerebral?
¿Es erróneo el objetivo de la orden en sí? O si el objetivo es justo, ¿logrará realmente la orden ese objetivo? Si, por ejemplo, tu amigo te dice que debes apagar el televisor para que deje de llover, puedes aplicar con seguridad la Desobediencia Inteligente.
Por último, ¿tendrá la orden graves consecuencias morales? ¿Es probable que cause daños graves? Por ejemplo, si a la empleada de una empresa fumigadora le ordenan fumigar una casa habitada, probablemente debería decir que no. Eso es peligroso!
Como puedes ver, la Desobediencia Inteligente es muy estrecha, y no es lo mismo que la desobediencia civil.
Como puedes ver, la Desobediencia Inteligente es muy estrecha, y no es lo mismo que la desobediencia civil.
La desobediencia civil implica la perturbación intencionada del sistema en su conjunto y pretende incitar a actos similares de desobediencia. La desobediencia inteligente sólo desafía el orden particular en cuestión.
Sin embargo, en casos de sistemas verdaderamente injustos, la desobediencia civil puede constituir realmente Desobediencia Inteligente.
Por ejemplo, en la América anterior a los derechos civiles, cuando era contra la ley que algunos médicos trataran a pacientes negros, los que ignoraban la orden estaban cometiendo una desobediencia civil que también era Desobediencia Inteligente.
Los líderes deben valorar la Desobediencia Inteligente y animar a los demás a expresarse.
¿Has trabajado alguna vez en un puesto en el que el gerente se tomaba cualquier intento de crítica constructiva como un ataque personal? Este tipo de líder, además de ser una pesadilla trabajar con él, disuade de la Desobediencia Inteligente. Los equipos que no tienen la oportunidad de discrepar de forma inteligente son muy poco saludables.
La Desobediencia Inteligente ayuda al equipo en su conjunto a rendir al máximo de su capacidad. Piensa en la enfermera que se negó a cumplir las órdenes del médico de administrar un medicamento potencialmente nocivo a un paciente. Si no se hubiera negado o al menos cuestionado la orden, existe la posibilidad de que el paciente hubiera muerto, y es el médico quien habría sido considerado responsable de negligencia médica.
Pero para que la Desobediencia Inteligente funcione de forma que todo el equipo salga beneficiado, debe comunicarse de forma constructiva.
La figura de autoridad tiene que entender por qué desobedeces y confiar en que actúas en interés de todos. Si no consigues que esto se entienda, sólo conseguirás generar desconfianza, lo que debilita al equipo.
Para que la desobediencia se convierta en un éxito, es necesario que la desobedezcas.
Para mantener sana la relación con tu líder, tienes que comunicar eficazmente por qué cuestionas o desobedeces la orden que se te ha dado.
Para mantener sana la relación con tu líder, tienes que comunicar eficazmente por qué cuestionas o desobedeces la orden que se te ha dado.
Puede que tengas toda la razón: redactar un informe de ventas la semana antes de Navidad (cuando la empresa realiza la mitad de sus ventas anuales) puede no tener sentido.
Pero si no se lo comunicas a tus superiores, y en su lugar ignoras o simplemente "olvidas" la orden, entonces no entenderán por qué les desobedeciste, y en su lugar puede que simplemente piensen de ti que eres desleal o maleducado.
Puede que tengas toda la razón: redactar un informe de ventas una semana antes de Navidad (cuando la empresa realiza la mitad de las ventas) puede no tener sentido.
Si tienes que aplicar la Desobediencia Inteligente, deja claro siempre que no vas a cumplir la orden y explica los motivos. Es la única forma de que tus superiores comprendan que algo no va bien.
Conoce tu situación para poder juzgar mejor cómo expresar tus preocupaciones.
Ahora que sabes por qué debes aplicar la Desobediencia Inteligente, es importante que te familiarices con las distintas estrategias que tienes a tu disposición.
Pero antes de empezar, debes desarrollar tu conciencia situacionalpara saber cuándo ser inteligentemente desobediente. Cuanto más sepas de tu situación y de lo que te rodea, mejor podrás valorar si la orden que te han dado es digna de ser cumplida... o no.
Para ilustrar esto, imagina que un soldado ha recibido la orden de disparar contra un objetivo concreto. Sin embargo, gracias a su aguda conciencia de la situación, ¡sabe que el "enemigo" es en realidad uno de sus compañeros! Naturalmente, aplica la Desobediencia Inteligente y desobedece la orden.
¡
¡Si no hubiera prestado atención al mundo que le rodea, podría haber cometido un terrible error!
Pero si no hubiera prestado atención al mundo que le rodea, podría haber cometido un terrible error!
¿Pero qué ocurre si te han dado una mala orden? ¿Cómo debes dar a conocer tu intención de desobedecer inteligentemente?
Hay dos formas de comunicárselo a tu superior.
Si la situación no es urgente, entonces debes utilizar lenguaje mitigador, que es "suave" o "suave", al comunicar tu desobediencia.
Este estilo de comunicación es útil para gestionar las relaciones sociales y profesionales. Por ejemplo, si tu cónyuge está conduciendo y estás seguro de que va en dirección contraria, no te conviene agarrar el volante para corregirle. En lugar de eso, podrías preguntar: "¿Estás seguro de que éste es el camino correcto?". Esta pregunta suave y no desafiante es perfecta para corregir pequeños errores.
El lenguaje asertivo, en cambio, es útil cuando la situación es potencial o inmediatamente perjudicial. En estos casos, tienes que ser mucho más claro y tomar medidas decisivas para evitar el desastre.
Lenguaje asertivo
Si un avión está a punto de salir de la pista, por ejemplo, cualquier preocupación de seguridad que tenga el primer oficial debe expresarse de forma asertiva e inmediata, de manera que exija actuar. Un error antes del vuelo podría suponer un desastre para cientos de personas.
Deberíamos aprender la Desobediencia Inteligente a una edad temprana.
Aprender a obedecer a la autoridad y las normas sociales es una parte crucial de la educación de los niños. Sin embargo, los niños también deben ser conscientes de que hay algunas situaciones en las que no se deben seguir las normas.
Desgraciadamente, las instituciones en las que los niños pasan gran parte de su tiempo (como la iglesia y la escuela) exigen una estricta obediencia y deferencia a las figuras de autoridad. Pero si los niños sólo aprenden a obedecer, las consecuencias pueden ser drásticas.
Podemos ver esto en un caso de abusos de 2004 en torno a una empleada de McDonald's de 18 años llamada Louise Ogborn. Su ayudante de gerente recibió una llamada telefónica de alguien que decía ser agente de policía y alegaba que Louise había robado un bolso. Bajo este pretexto, Louise fue sometida a todo tipo de abusos, como ser encerrada desnuda en un almacén y, finalmente, ser agredida sexualmente por el marido de la ayudante del gerente, que recibió instrucciones del "agente de policía".
Las acciones de la subdirectora y su marido muestran los peligros de no cuestionar las órdenes de forma crítica. ¿Por qué iba a pedir un agente de policía a alguien que cuidara e interrogara él mismo a un sospechoso? ¿Por qué el marido se limitó a seguir las terribles instrucciones de alguien al otro lado del teléfono?
La sociedad estará mucho mejor cuando las personas sean capaces de pensar de forma crítica y practicar la Desobediencia Inteligente cuando se les presenten órdenes perjudiciales o sin sentido. Esto debe enseñarse a una edad temprana.
Hacer a los niños preguntas como "¿Por qué crees que te digo que hagas eso?" o "¿Se te ocurre otra forma de que hagamos X?" sustituirá el sometimiento por la comprensión.
Los niños son capaces de pensar críticamente cuando se les dan órdenes perjudiciales o sin sentido.
Los perros guía son una buena forma de pensar en esto. Los perros guía tienen que seguir las órdenes de sus dueños, a menos que sepan que la orden les pondría a ambos en peligro. Si el humano le dice al perro que avance cuando hay un socavón sin fondo justo delante de él, el perro no se moverá.
Los niños tienen que seguir las órdenes de sus dueños.
Los niños también necesitan saber cuándo seguir y cuándo retroceder.
Conclusiones
El mensaje clave de este libro:
Aunque hemos sido programados socialmente para respetar a la autoridad y seguir órdenes, no todas las órdenes deben obedecerse. A veces hay que aplicar la Desobediencia Inteligente para ayudar a los líderes a ser coherentes con los objetivos y valores de todos.
Sugerido más lectura: Drive de Daniel Pink
En Impulsa, Daniel Pink describe las características de la motivación extrínseca e intrínseca. Revela que muchas empresas confían en la motivación extrínseca, aunque a menudo sea contraproducente. El libro explica claramente cómo podemos motivarnos mejor a nosotros mismos y a los demás comprendiendo la motivación intrínseca.
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