I Know How She Does It

Domina el equilibrio entre trabajo y vida personal.

En las sociedades occidentales modernas, la mayoría de nosotros tenemos más de lo que hemos tenido nunca: trabajos bien remunerados, bienestar social y una gran cantidad de bienes de consumo. A primera vista, todos deberíamos ser felices, pero, por supuesto, muchos de nosotros no lo somos.

Gran parte del estrés y la miseria de la vida moderna se debe a nuestra incapacidad para encontrar tiempo suficiente para desarrollar nuestra carrera profesional y disfrutar de nuestra vida personal. La mayoría de nosotros sentimos que tenemos que renunciar a uno de estos objetivos esenciales y concentrarnos únicamente en el otro.

Pero esto no es cierto. No tenemos que renunciar a nuestro trabajo, ni pasarnos todo el día trabajando como esclavos: podemos hacer ambas cosas, y este resumen te muestra cómo. Aunque se centran sobre todo en estrategias para madres trabajadoras, hay muchos consejos excelentes de los que todo el mundo puede aprender.

En estos resúmenes, descubrirás

  • por qué ninguno de nosotros tiene que pasar la mayor parte de su tiempo en el trabajo;
  • la hora del trabajo
  • .
  • la hora en la que solemos ser más productivos; y
  • por qué la comida familiar no tiene por qué ser la cena.
  • .

Las interrupciones hacen que nuestras jornadas laborales parezcan cada vez más largas.

¿Cuánto trabajas ? La mayoría de nosotros pensamos que trabajamos demasiado tiempo, y nuestro equilibrio entre trabajo y vida personal parece muy sesgado hacia el trabajo. Esto es especialmente cierto en el caso de las madres trabajadoras: cuanto más tiempo pasan en el trabajo, menos tiempo tienen para pasar con sus familias. Pero, ¿es esto cierto?

Según la Encuesta Americana sobre el Uso del Tiempo de 2013, la madre media con un trabajo a tiempo completo trabaja 35 horas a la semana. Las madres que ganan más de 100.000 USD trabajan aún más: hasta 44 horas a la semana.

Esto es cierto?

Parece mucho, pero veámoslo más de cerca. Una semana tiene 168 horas. Si dormimos ocho horas cada noche y trabajamos 44 horas a la semana, aún nos quedan 68 horas semanales que no pasamos en el trabajo. Entonces, ¿por qué todos pensamos que somos adictos al trabajo?

Todo se reduce a las interrupciones: esos pequeños acontecimientos inesperados que interrumpen nuestra jornada laboral pueden hacer que parezca más larga. Para medir su semana laboral, una mujer intentó que sus días fueran lo más rutinarios posible, con el fin de obtener una medida exacta de su gestión del tiempo. Pero no fue posible.

Las interrupciones constantes cuando menos se lo esperaba le impedían trabajar a un ritmo regular. Los días de nieve le impedían ir a trabajar, al igual que los días en que la guardería de sus hijos estaba cerrada y los acontecimientos familiares, desde un bautizo hasta una recogida en el aeropuerto.

Interrupciones como éstas nos hacen sentir constantemente que vamos retrasados y que siempre tenemos que ponernos al día con el trabajo. Pero no deberíamos sentirnos así. En el siguiente resumen, veremos cómo las personas, sobre todo las madres trabajadoras, pueden organizar sus vidas para aprovechar al máximo sus días, semanas y años.

Aprovecha al máximo la flexibilidad siempre que puedas conseguirla.

Todas las madres trabajadoras conocemos el sentimiento de culpa. Tanto si sentimos que descuidamos a nuestras familias como nuestras responsabilidades profesionales, acabamos ejerciendo una enorme presión sobre nosotras mismas para satisfacer las necesidades de los demás.

Sin embargo, hay que aprovechar al máximo la flexibilidad siempre que sea posible.

Pero esta presión no tiene por qué existir en absoluto. Como hemos visto, hay tiempo suficiente en la semana para comprometerse con el trabajo ydisfrutar del tiempo libre. Sólo es cuestión de planificar el tiempo para asegurarte de que aprovechas al máximo ambos. Pero, ¿cómo?

El primer paso es encontrar tus oportunidades de flexibilidad en el trabajo. Hoy en día, el 97% de los empleados a tiempo completo tienen algún tipo de flexibilidad, y es importante que la aproveches al máximo. ¿Recuerdas las interrupciones de las que hablamos en el resumen anterior? Pues la flexibilidad de tu trabajo te ayudará a hacerles frente.

Esta flexibilidad va en ambas direcciones: te permite salir antes del trabajo en caso de emergencia familiar, pero también te permite trabajar desde casa, de modo que cuando los niños estén en la cama puedas ponerte al día con lo que no hayas hecho durante el día.

Hay varios enfoques para aumentar la flexibilidad en tu trabajo. Si trabajas muchas horas y quieres encontrar más tiempo para pasar con tu familia, podrías empezar a trabajar en turnos partidos.

Esto significaría trabajar a primera hora de la mañana, antes de que se despierten los niños, y luego pasar tiempo de calidad con ellos durante el desayuno, tras lo cual puedes volver al trabajo. O podrías salir del trabajo temprano para visitar las actividades de tus hijos por la tarde, pero luego trabajar otro "turno" desde casa una vez que se hayan ido a dormir.

Otra idea es trabajar a distanciadesde casa o desde otro lugar al menos uno o dos días a la semana. Aunque a muchos nos preocupa que trabajar desde casa haga que nuestra vida privada y profesional se mezclen de forma desagradable, no es necesariamente así. Un estudio realizado por IBM y BYO reveló que las personas que pueden trabajar desde casa pueden trabajar la friolera de 57 horas a la semana antes de experimentar conflictos entre la vida laboral y personal, ¡y eso sólo entre una cuarta parte de los participantes!

Juega con tu horario de trabajo para que sea lo más eficiente posible.

El primer paso para disfrutar del tiempo libre es evitar trabajar demasiado. Por supuesto, podrías limitar tus horas extra fichando todos los días a la misma hora, pero si esto significa que dejas de trabajar antes de completar ciertas tareas, podrías empezar a sentirte bastante ineficaz.

Tu mejor opción es empezar el día con tu tarea más dura. Según un estudio de Johnson & Johnson, el nivel de energía de una persona alcanza su punto máximo a las 8 de la mañana. Así pues, deja los cotilleos con los colegas para el almuerzo y dedica la mañana a trabajar en el punto más difícil de tu agenda, el que sea más urgente y requiera más esfuerzo.

También puedes maximizar tu eficacia gestionando tus reuniones: ¡no tienen por qué ser una pérdida inútil de tu tiempo! Hay un par de formas de hacerlo. En primer lugar, revisa tu calendario y busca las reuniones en las que probablemente no sea necesaria tu presencia. Si decides no asistir a este tipo de reuniones, habrás ganado una hora más o menos para trabajar en algo productivo.

Para las reuniones a las que sí tienes que asistir, intenta acortarlas siempre que sea posible. Supongamos que tienes dos reuniones de 60 minutos. ¿Por qué no acortarlas a 45 minutos cada una? No es un recorte enorme, pero te ahorrará media hora en total. Todo suma.

Por último, para asegurarte de que tienes suficiente tiempo para ti, planifica cosas que hacer en tu tiempo libre. Programa algo por la tarde al menos una vez a la semana que te haga salir pronto de la oficina, o al menos a tiempo. ¿Por qué no apuntarte a esa clase de guitarra que empieza a primera hora de la tarde? También aumentarás tus niveles de motivación en el trabajo si tienes algo que te ilusione.

Reflexiona y planifica con antelación para que tu trabajo te llene.

Los consejos del resumen anterior son formas fáciles y prácticas de mejorar tu gestión del tiempo en el trabajo. Hay dos técnicas más que te ayudarán a reducir el estrés en tu trabajo, pero requieren un poco más de reflexión.

Una estrategia para racionalizar tu semana es planificarla incluso antes de que empiece. Según una encuesta realizada en 2013 por Accountemps, el martes es el día más productivo de la semana, mientras que el lunes se queda atrás con sólo un 26% de productividad. ¿A qué se debe esto?

Bueno, la gente suele tener muchas reuniones el lunes, y también pasan el día ordenando lo que hay que hacer, así como lo que no se hizo la semana anterior.

Para evitar esta "trampa del lunes", planifica tu semana al final de la anterior. El viernes por la tarde, justo antes de irte de fin de semana, haz un plan sobre lo que vas a hacer en la semana que tienes por delante. Esto aliviará un poco la presión de tu agenda del lunes.

La última trampa del lunes

La última forma de ser más productivo en el trabajo es simplemente intentar amar lo que haces. Todos sabemos que rendimos más cuando disfrutamos con lo que hacemos. Así que, ¿por qué no intentar trabajar en tantas cosas agradables como sea posible?

Una mujer con una carrera científica, por ejemplo, descubrió que le faltaba motivación en el trabajo. Se dio cuenta de que se debía a que dedicaba su tiempo a tareas administrativas, en lugar de a la investigación científica que tanto le gustaba hacer. Así que planificó sus semanas de forma más consciente para poder volver a pasar algunas horas en el laboratorio. Pronto recuperó la motivación.

Hasta ahora, hemos descubierto estrategias para sobresalir en nuestras carreras y, al mismo tiempo, encontrar tiempo para nosotros mismos. El próximo resumen se centrará en cómo puedes aportar nueva energía también a tu vida familiar.

Asegúrate de que tu tiempo en familia sea tiempo de calidad.

La planificación es clave para una vida laboral eficiente y flexible. Pero, ¿qué pasa con tu vida familiar? En última instancia, tu enfoque debería ser bastante similar.

Pasar tiempo de calidad con tu familia requiere cierta planificación y la misma motivación que tu vida laboral. Pero recuerda: estar cerca de tu familia y estar con tu familia son dos cosas distintas.

Piensa en tus tardes entre semana y planifica una actividad compartida con tu familia. No, ¡ver la tele juntos no cuenta! Si hace sol, ¿por qué no llevas a tus hijos al parque infantil y luego visitáis el camión de los helados? En invierno, estaría bien hacer una excursión semanal a la biblioteca y buscar juntos algunos libros nuevos.

Estar activos juntos es una gran oportunidad para pasar tiempo de calidad, y está demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo. ¿Por qué no llevar a tus hijos a la piscina una vez a la semana o dar un paseo en bici por el barrio?

Una forma clásica de disfrutar del tiempo en familia es compartir una comida juntos, pero no siempre tiene por qué ser una cena sentados.

¿Por qué no vas a la piscina una vez a la semana o das un paseo en bici por el barrio?

Un estudio de la UCLA reveló que sólo el 17% de las familias cenan juntas todas las noches. Alrededor del 60 por ciento cenan de forma semiregular, pero estas cenas tienden a ser fragmentadas. En su lugar, ¿por qué no intentar compartir el desayuno juntos, o volver a casa para disfrutar de una comida familiar?

Otra actividad familiar que a menudo descartamos es llevar a tus hijos al trabajo. Si crees que sería demasiado aburrido para ellos, ¡piénsalo otra vez! A menudo olvidamos que, para los niños, incluso las actividades más sencillas de nuestra vida laboral (como subir en ascensor o ver una sala de conferencias) pueden ser una aventura. ¿Por qué no llevarlos contigo en ocasiones especiales?

Esto también os brinda una oportunidad educativa para compartir vuestras pasiones y debatir sobre cuestiones de éxito y desafíos. Una vez que empieces a esforzarte más por disfrutar del tiempo en familia, también es importante considerar cómo podrías pasar más tiempo romántico con tu pareja.

Las madres trabajadoras pueden y deben dedicar tiempo a su vida romántica.

Cuando la autora les preguntó qué harían con más tiempo libre, la mayoría de las mujeres respondieron que les gustaría pasar más tiempo sólo para adultos con sus maridos o parejas. Entre las exigencias del trabajo y la familia, inevitablemente descuidamos nuestra vida amorosa. Pero no tiene por qué ser así.

La clave para encontrar tiempo para momentos románticos en tu apretada agenda es darle prioridad y ser creativa con los horarios.

¿Recuerdas esas citas que tuvisteis al principio de vuestra relación? Lo creas o no, aún es posible volver a tener esas citas, sólo hace falta un poco de planificación. Una cita no tiene por qué ser por la noche; de hecho, ¿qué podría ser mejor que hacer un descanso en tu apretada agenda para tener una comida romántica con tu pareja en la ciudad?

Las citas no tienen por qué ser por la noche.

Es importante recordar que el tiempo administrativo con tu pareja, en el que planificáis el cuidado de los niños, la compra, etc., debe programarse por separado del tiempo romántico.

Aunque suene extraño, a algunas parejas les gusta pensar que ir de compras o limpiar juntos cuenta como tiempo romántico. Aunque puede ser divertido hacer cosas en equipo, el tiempo romántico funciona mejor cuando podéis concentraros el uno en el otro y nada más.

Por último, aprovechad las oportunidades y saboread los momentos cuando se presenten: no hace falta que cada momento esté cuidadosamente planeado. Nadie está demasiado ocupado para un abrazo matutino de cinco minutos en la cama, o un beso con tu pareja antes de salir a trabajar por la mañana.

Déjate de perfeccionismos y empieza a buscar apoyo.

No hay nada peor que acabar de trabajar y llegar a casa y encontrarte con una casa llena de tareas pendientes. De nada sirve utilizar la gestión del tiempo para crear tiempo libre para ti si lo llenas de tareas domésticas. En momentos así, es importante simplemente soltar.

Recuerda que no estás participando en un concurso que te da puntos extra por tener cestas de ropa vacías o niños muy bien adaptados. Entonces, ¿cómo puedes empezar a desprenderte de tu perfeccionismo?

Bueno, una madre decidió que dejaría que su hija llevara lo que quisiera al colegio, dejando de lado la obligatoria pelea matutina sobre la ropa a juego. Su hija sigue viva y feliz, aunque a veces su camisa no haga juego con su falda. Por su parte, la mujer descubrió que tenía menos motivos para estresarse cada mañana.

Otro paso importante es aprender a aceptar ayuda. Nadie puede hacerlo todo solo, y no hay que avergonzarse de recibir ayuda cuando se puede. Te permite centrarte en lo que mejor sabes hacer.

Si tu presupuesto te lo permite, puedes pedir ayuda para limpiar la casa, el jardín o que te lleven la compra para ahorrar tiempo. Los niños también pueden participar en las tareas domésticas y aprender a asumir responsabilidades haciéndolo.

El cuidado de los niños es una buena forma de ahorrarte tiempo, pero planifícalo sabiamente. ¿Sabías que a menudo es más fácil y ahorra tiempo que alguien vaya a tu casa a cuidar a los niños, como una niñera, en lugar de invertir en una guardería?

Por supuesto, es importante no escatimar en el cuidado de los niños.

No sólo es vital que tu hijo pase tiempo en un entorno en el que se sienta seguro y estimulado, sino que tu carrera profesional también se beneficiará de ello. Según la economista Sylvia Hewlett, las mujeres que se toman al menos tres años de baja por paternidad pierden un 37% de su poder adquisitivo durante las décadas restantes de su carrera.

Así que encontrar una guardería con la que te sientas cómoda, aunque te cueste un poco más, al final merece la pena.

El espacio y el tiempo personales pueden construirse con algunos métodos sencillos y cambiando tus hábitos cotidianos.

Así que has sacado tiempo para el trabajo, para tu familia y para tu pareja. Ahora es el momento de sacar tiempo para ti. Si aún crees que no es posible, te propongo un pequeño experimento: hazte adicto a un programa de televisión.

Piénsalo, cuando estás totalmente absorto en House of Cards, el tiempo libre parece aparecer casi mágicamente de la nada. Puede que descubras que tienes media hora después del trabajo y antes de cenar para ver un episodio. De hecho, empezarás a encontrar horas libres siempre que puedas.

Ahora que ya sabes cómo encontrar esas horas libres, ¿por qué no empiezas a utilizarlas para algo más gratificante? Los estudios demuestran que la TV es divertida, pero sólo ocupa un lugar intermedio en la escala del disfrute humano. Es mejor que ir al trabajo o reparar el coche, pero es menos divertida que socializar o tener relaciones sexuales.

Leer puntúa un poco más alto en la escala de disfrute, pero lo que es aún más divertido es ser creativo en tu tiempo libre. El ocio creativo puede incluir recoger fruta fresca, trabajos de jardinería en general, ir a la ópera o tejer.

Por último, recuerda que puedes tomarte un día libre personal de vez en cuando. Larry Kanarek, que dirigía la oficina de McKinsey en Washington D.C., observó que todos los que dimitían por agotamiento y agotamiento tenían vacaciones libres que aún no habían utilizado.

Entonces, ¿por qué correr el riesgo? Utiliza tus días de vacaciones antes de que te canses de trabajar, y ponte a ti primero. Al fin y al cabo, sólo cuidando de ti misma podrás seguir siendo todas las mujeres que quieres ser: profesional, compañera, madre e individuo.

Conclusiones

El mensaje clave de este libro:

Como madres trabajadoras, queremos hacerlo todo: construir una carrera, criar una familia y encontrar tiempo personal. Pero hacerlo requiere cierto equilibrio y organización, así como dejar de lado tus exigencias perfeccionistas. Esto hará que te sientas más feliz, realizada y capaz de apreciar los pequeños y bellos momentos de la vida tal y como vienen.

Consejos Accionables::

¡Trabaja bien para dormir bien!

Ten cuidado con el tipo de trabajo que haces justo antes de acostarte cuando trabajas a turno partido, ya que mirar fijamente una pantalla por la noche puede provocar un sueño agitado. Planifica este turno como planificarías tu jornada laboral, asegurándote de incluir tiempo para desconectar antes de acostarte. Incluso puede que encuentres algunas tareas que no requieran mucha concentración, como responder a algunos correos electrónicos, planificar el día siguiente o editar documentos, que se adaptan bien a una tranquila sesión nocturna.

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