Llegando a bien
por Adi Ignatius
Hace unos meses, los editores de HBR se propusieron producir Spotlight on the «buena» empresa. El desafío era decidir qué diablos significaba eso.
Cualquier gerente le dirá que su empresa representa algo más que el resultado final: cuida a sus trabajadores, limita sus emisiones de carbono y mejora el bienestar de sus comunidades. El eslogan extraoficial de Google, «No sea malo», resume la actitud. Puede que suene exagerado, y los críticos de Google dicen que la empresa a veces pasa al lado oscuro. Pero incluir un principio tan ambicioso en su declaración de objetivos ayuda a garantizar que los directivos reflexionen al menos sobre el significado del eslogan en cada decisión importante que tomen.
Las nociones de buenas prácticas cambian con el tiempo. A principios del siglo XX, Henry Ford engordó los cheques de pago de sus trabajadores para convertirlos en consumidores. Más tarde, las grandes empresas empezaron a recompensar a los empleados por su lealtad con trabajos de por vida. En los últimos años, la responsabilidad social empresarial se convirtió en un imperativo. Ahora, en la era de la información, cuando podemos medir más fácilmente nuestro efecto en el mundo que nos rodea, las empresas asumen cada vez más la responsabilidad por su gran presencia. Va siempre en contra de todo esto, por supuesto, la famosa observación de Milton Friedman de que la única responsabilidad verdadera de las empresas es ganar dinero. Mientras eso suceda, sostiene el argumento, los beneficios llegarán libremente a la sociedad.
En este número, que comienza en la página 65, analizamos de nuevo el significado de «bueno». Rosabeth Moss Kanter, de la Escuela de Negocios de Harvard, comienza con una investigación que muestra que las mejores empresas incorporan en su lógica institucional el principio de que no son solo vehículos para ganar dinero, sino también instrumentos duraderos para lograr fines sociales.
Para complementar sus conclusiones, ofrecemos perfiles breves de cinco empresas, seleccionadas por un panel de expertos, que han alcanzado un nivel de bondad al sobresalir en una o más de estas áreas clave: relaciones con los empleados, participación con la comunidad, gestión de la cadena de suministro, protección medioambiental y gobierno corporativo.
Es difícil ser bueno. Pero cada vez más, el público lo exige. Adi Ignatius, Editor en jefe
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