Finish Big

Haz que la salida de tu empresa sea un movimiento legendario que mejore tu vida.

Lo que sube, tiene que bajar. Si creas una empresa, es probable que algún día la abandones.

Pero irse no es tan fácil como salir por la puerta. ¿Qué puedes hacer para que tu salida sea algo positivo para la empresa y no el comienzo de un periodo de caos?

¿Qué vas a hacer?

¿Venderás tu participación o liquidarás? ¿Pasarás las riendas de la empresa a un hijo o a tu cónyuge?

Estos resúmenes describen los pasos que dan los grandes empresarios cuando deciden salir de una empresa, todo ello con el objetivo no sólo de ayudar a tu empresa, sino también de mejorar tu vida.

Después de leer estos resúmenes, sabrás

  • por qué deberías empezar a pensar en dejar tu empresa ahora mismo;
  • por qué nunca estás demasiado ocupado para pensar en una estrategia de salida; y
  • si vender a tus empleados tiene sentido
  • .

Tu salida requiere preparación. Piensa en tu futuro y en el futuro de tu empresa sin ti.

En los negocios, si alguna vez empiezas a pensar que eres invencible, detente. Todas las empresas cierran y todos los propietarios de empresas tienen que salir en algún momento.

Cuando llegue el momento de marcharte, tienes que pensar en tu propio futuro tanto como en el futuro de tu organización. Tienes que hacerte preguntas como "¿Quién quiero ser?" y "¿Qué quiero de la vida?"

Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a determinar tu próximo paso.

Es esencial que te hagas preguntas como "¿Quién quiero ser?

Es esencial planificar tu propio futuro. No seas como el empresario que no previó un déficit financiero y se vio obligado a vender su empresa rápidamente. Las consecuencias de este lío hicieron que el propietario tuviera que enfrentarse también a un matrimonio fracasado y a la pérdida de colegas cercanos. Si el propietario hubiera planificado las cosas con antelación, podría haber evitado un final tan infeliz.

Una buena estrategia de salida no sólo es importante para ti, sino que también es vital para tu empresa. Trata de imaginar el funcionamiento de tu empresa después de que te marches. Probablemente descubrirás algunos puntos problemáticos en los que el proceso o la organización podrían sufrir sin tu influencia. Si solucionas estos problemas, aumentarás el valor de mercado de tu empresa.

Así que piensa detenidamente en el estado financiero de tu empresa y en sus objetivos a largo plazo. Con el tiempo, empezarás a considerar tu empresa como un producto en sí misma.

Ray Pagano, por ejemplo, pudo salir con éxito de su negocio de cámaras de seguridad. Empezó a preparar su salida unos dos años enteros antes de que quisiera jubilarse. En ese tiempo, revisó las operaciones de la empresa con sus empleados y formuló objetivos específicos para cada departamento, al tiempo que planificaba también su propio futuro.

Cuando llegó el momento de que Pagano vendiera la empresa, se sintió liberado. Se dedicó a su velero y seguía siendo bienvenido en sus antiguas oficinas siempre que quería visitarlas.

Planifica cuidadosamente tu periodo de transición, cuando pases de ser propietario de una empresa a la siguiente fase de tu vida.

Muchos propietarios de empresas piensan en sus negocios como una extensión de sí mismos. Pero a veces lo mejor que puedes hacer por tu empresa es liberarte de ella.

Si quieres que tu empresa sobreviva, asegúrate de que puede funcionar sin ti.

Si quieres que tu empresa sobreviva, asegúrate de que puede funcionar sin ti.

Una empresa que dependa de su dueño no durará. Ten en cuenta que tiene que haber una fase de transición entre tu salida y el comienzo de la nueva vida de tu empresa sin ti.

El propietario de una planta de procesamiento de carne consiguió realizar esta transición con éxito. Se dio cuenta pronto de su problema, que dirigía demasiadas cosas de forma independiente y no confiaba lo suficiente en los gerentes a la hora de tomar decisiones. Para mejorar la situación, dio más poder a sus gerentes y más responsabilidad a cada uno. Este exitoso periodo de transición garantizó que la empresa prosperaría sin él.

Muchos propietarios de empresas no se plantean estas cuestiones, porque están demasiado preocupados por cosas que parecen más urgentes que su posible salida dentro de unos años.

Algunos propietarios también se equivocan al no tener en cuenta la importancia de la transición.

Algunos empresarios también asumen erróneamente que la salida será sencilla. No se dan cuenta de que irse es en realidad una fase en sí misma que conlleva consecuencias a largo plazo. Tu salida te afecta a ti, a tus empleados, a tus seres queridos y al legado de la empresa que has ayudado a construir.

El propietario de una empresa de dotación de personal aprendió esto por las malas. Bajo su supervisión, la empresa alcanzó unos ingresos récord y la plantilla creció. Sin embargo, mientras se centraba en la expansión, ignoró la planificación de su propia estrategia de salida.

Por eso, cuando el propietario tuvo que jubilarse por motivos de salud, no tuvo tiempo de organizar una transición eficaz y perdió la oportunidad de dar forma al legado de su empresa.

La empresa se retiró precipitadamente.

Estas salidas precipitadas pueden ser estresantes, y a menudo también acaban mal para tu organización.

Una buena salida tiene cuatro fases: la exploratoria, la estratégica, la de ejecución y la de transición.

"Nada tendrá un mayor impacto en tu empresa que tener un profundo conocimiento de ti mismo"

Así que estás preparado para diseñar una salida sólida de tu empresa. ¿Cómo empiezas exactamente?

Hay cuatro fases principales que debes contemplar: exploratoria, estratégica, de ejecución y de transición.

La primera es la fase exploratoria. Es cuando ordenas tus prioridades y exploras tus opciones. También es el momento de decidir si quieres liquidar o vender tu empresa. Si vas a vender, determina el precio y a quién quieres vender, y esboza un calendario para la venta.

Luego viene la fase estratégica. Aquí empezarás a considerar tu empresa como un producto. Lo fortalecerás a medida que detectes los puntos débiles y trabajes para maximizar el valor.

En la fase de ejecución, cerrarás el trato y llevarás a cabo tus planes. ¿Vas a liquidar tu empresa? ¿La venderás? ¿Se la pasarás a tus hijos? Sea cual sea tu decisión, éste es el momento en que la empresa cambia de manos.

Por último, en la fase de transición, pasarás a lo que venga después. Esta fase dura hasta que te hayas transicionado completamente -tanto física como psicológicamente- a tu nueva carrera, a la jubilación o a cualquier otra cosa que te espere.

Pongamos que tienes una exitosa compañía de seguros y estás planeando tu salida. En la fase exploratoria, podrías decidir vender tu empresa por 20 millones de dólares en algún momento de los próximos diez años, y luego jubilarte. En la fase estratégica, idearás formas de hacer que tu empresa resulte más atractiva para los posibles compradores, trabajando para aumentar las ventas durante ese periodo.

En la fase de ejecución, puedes decidir vender tu empresa por 20 millones de dólares en algún momento de los próximos diez años, y luego retirarte.

En la fase de ejecución, trabajarás con compradores potenciales y, finalmente, llegarás a un acuerdo. Cuando estés satisfecho con los resultados, entrarás en la fase de transición, en la que te mudarás a Santa Bárbara y empezarás a disfrutar de tu jubilación.

Descubre qué tipo de estrategia de salida te conviene más. ¿Quieres vender o liquidar?

Desgraciadamente, cuando hagas tu salida, puede que las cosas no salgan según lo previsto.

No todos los propietarios pueden vender su empresa y ganar millones. Vender no es fácil y tampoco es algo seguro. Vender es sólo una opción de varias, y para tu empresa, puede que no sea la mejor.

Según la Cámara de Comercio de EE.UU., entre el 65 y el 75 por ciento de los propietarios que esperan vender sus empresas ni siquiera llegan a salir al mercado.

La venta no es fácil, pero tampoco es segura.

El propietario de una panadería descubrió lo difícil que puede ser vender. Mientras ponía su negocio en venta, le costaba encontrar compradores adecuados, y perdía mucho tiempo y dinero publicando anuncios y celebrando reuniones.

Al final, el propietario se sintió tan frustrado que sólo quería acabar con todo, y acabó vendiendo su panadería por menos de lo que valía.

No pierdas la calma.

No pierdas la calma y te arrincones; planifica con antelación para evitar errores como éstos

Si tu empresa es pequeña, la liquidación puede ser la mejor opción. Muchas pequeñas empresas existen sólo para que el propietario pueda ganarse la vida modestamente, manteniendo la empresa mientras sus operaciones se ajusten a su estilo de vida, y decidiendo luego liquidarla cuando esté listo para jubilarse o seguir otros planes.

En estos casos, los compradores potenciales suelen limitarse a miembros de la familia, empleados o amigos.

Pongamos que eres el propietario de una pequeña empresa manufacturera. Si no tienes ningún familiar interesado en hacerse cargo del negocio, puede que sea una pérdida de tiempo buscar otros compradores.

Probablemente sería mejor que siguieras dirigiendo la empresa y ahorrando dinero en el proceso. Cuando hayas ahorrado lo suficiente, podrás liquidar la empresa y pasar a la siguiente fase de tu vida.

Dedica tiempo a hacer que tu empresa resulte atractiva para los posibles compradores.

A primera vista, planificar una salida con cinco años de antelación puede parecer un poco excesivo. Sin embargo, cuando te des cuenta de cuánta preparación requiere una estrategia de salida, te alegrarás de haber empezado pronto.

Hay una serie de cosas que puedes hacer para aumentar la ventabilidad de tu empresa.

Tendrás que trabajar en tu flujo de caja, la satisfacción general de los clientes y los flujos de ingresos recurrentes, entre otras cosas. Ninguna de estas variables puede garantizar por sí sola una venta perfecta, pero son los elementos de tu empresa que los compradores potenciales examinarán con lupa.

Pongamos que tienes una empresa de dentífricos y tu posible pretendiente es una empresa de higiene bucal líder del mercado que busca oportunidades de expansión. Sabiendo esto, deberías trabajar en las perspectivas de crecimiento de tu empresa, la satisfacción general de los clientes y la logística. Tu posible comprador considerará estos factores como una base sólida para una mayor expansión de su empresa.

Por último, tu posible pretendiente es una empresa de higiene bucal líder en el mercado que busca oportunidades de expansión.

Por último, debes adaptar tu modelo de negocio a un comprador potencial concreto. Sin duda, el comprador querrá cambiar algunos elementos, pero puedes hacer que tu empresa sea más atractiva si puedes anticiparte a los deseos del comprador.

Cuando mejores tu empresa de esta forma, también aumentarás su valor.

Los propietarios de una empresa de iluminación encontraron un comprador potencial adecuado y sabían que tenían que trabajar para que su empresa fuera aún más atractiva. Así que trabajaron para duplicar los ingresos por ventas e incluso modificaron el modelo de negocio de la empresa. Los propietarios sabían que el comprador buscaba un negocio financieramente sólido sobre el que la empresa pudiera expandirse.

Al final, los cambios ayudaron a posicionar perfectamente la empresa de iluminación. El comprador aceptó la venta y los propietarios tuvieron una salida feliz y estratégicamente sólida.

Decide si quieres que un sucesor continúe tu legado en tu empresa.

Así que estás listo para vender y hay una gran oferta sobre la mesa. Sólo hay un problema.

La oferta significará sin duda que el comprador despedirá a todos tus empleados. ¿Qué haces?

Si quieres que tu empresa conserve su cultura y su independencia, tendrás que encontrar un comprador que comparta tus valores.

La oferta significará sin duda que el comprador despedirá a todos tus empleados.

Cada empresario tiene un impacto especial en el ambiente y el carácter de su empresa. ¿Quieres que estas características perduren cuando tú ya no estés?

La empresaria Roxanne Byrd tenía un estilo de gestión especial. Priorizaba la amabilidad y la confianza, y sus empleados la respetaban profundamente. Y aunque encontró un comprador prometedor, pronto descubrió que tenía una estrategia empresarial poco ética y que planeaba engañar a los empleados hasta que pudiera liquidar los activos de la empresa.

La propietaria de una empresa, Roxanne Byrd, tenía un estilo de gestión especial.

Byrd quería que su sucesor en la empresa continuara su legado, así que decidió no vender.

Tú también tendrás que decidir qué es lo más importante para ti. ¿Quieres que tu sucesor mantenga los valores que inculcaste en tu empresa? ¿O simplemente quieres cobrar y marcharte?

Si piensas vender a un comprador estratégico, puede que no necesites tener un sucesor. Un comprador estratégico es alguien que ya es propietario de otras empresas.

Los compradores estratégicos suelen instalar a sus propios gerentes en las empresas que adquieren porque quieren mantener todos sus negocios alineados con los mismos objetivos, principios y estrategias.

Los compradores estratégicos suelen instalar a sus propios gerentes en las empresas que adquieren porque quieren mantener todos sus negocios alineados con los mismos objetivos, principios y estrategias.

Al final, la decisión es sólo tuya. Cada empresario tiene que encontrar la salida que más le convenga.

Conclusiones

El mensaje clave de este libro:

No cometas el error de pensar que salir de tu empresa es una hazaña sencilla que puedes realizar rápidamente. Una buena estrategia de salida requiere una gran planificación a largo plazo. Piensa en la vida que quieres para ti después de marcharte y guía a tu organización a través de un periodo de transición predecible. Si lo planificas bien, tu salida será una experiencia positiva y saludable para todos.

Consejos Accionables:

Consejos Accionables:

Consejos Accionables:

Consejos Accionables.

Diseña tu empresa para que se adapte específicamente a los posibles compradores.

Si aumentas el valor de mercado de tu empresa, ésta será más atractiva para los compradores potenciales. Pero intenta ir un paso más allá. Adapta tu empresa para que se adapte específicamente a los compradores a los que te diriges. Al hacerlo, aumentarás tus posibilidades de conseguir una mejor venta y tu posible comprador tendrá menos trabajo cuando se haga cargo de la empresa.

Aumenta el valor de mercado de tu empresa.

Lecturas recomendadas: Pequeños gigantes de Bo Burlingham

Está surgiendo un nuevo fenómeno en el mundo empresarial Americano: los pequeños gigantes. Se trata de empresas privadas que no siguen el dogma empresarial habitual de aumentar los ingresos a cualquier precio. En lugar de ello, se guían por su entusiasmo sincero por su producto, y se centran en factores como la calidad y el cuidado de su mano de obra. El autor ha examinado 14 pequeños gigantes para explicar cómo esta estrategia les ha llevado al éxito.