Deje de divagar en las reuniones y empiece a difundir su mensaje
Si bien es importante compartir su punto de vista en las reuniones, es fundamental saber cuándo y cómo. No querrá monopolizar la conversación. En este artículo, el autor ofrece consejos prácticos para compartir la palabra y así poder transmitir su mensaje de forma más eficaz. En primer lugar, tómese un tiempo para reflexionar después de las reuniones. Si cree que ha estado compartiendo demasiado, mire hacia atrás y considere quién más ha contribuido. Pregúntese honestamente: «¿Hablé por encima de la gente?» Calcule cuánto tiempo de la reunión estuvo hablando. Considere también la posibilidad de utilizar otros canales de comunicación para compartir sus ideas. Por ejemplo, ¿puede llevar una lista actualizada de sus brillantes ideas en el ordenador para estar mejor preparado para compartirlas en la próxima reunión? ¿O puede compartir ideas fuera de una reunión, por ejemplo, en un correo electrónico de seguimiento o en una plataforma de chat interna? También es útil darse una señal para que haga una pausa y practique la compresión de sus ideas. Un colega o asesor de confianza también puede proporcionarle información sobre cómo está cumpliendo su objetivo de hablar menos y escuchar más.
••• ¿Le ha pasado esto alguna vez? ¿Hace un informe de una reunión de estrategia, solo para descubrir que no puede recordar a nadie más que a usted compartiendo ideas o contribuyendo con sus aportaciones? Hay que entrenar a muchos líderes para alzar la voz. Pero, ¿y si tiene el problema opuesto y parece que no puede _parar_¿hablando? Esto puede provocar frustración en todas partes: los miembros de su equipo se sienten frustrados porque quieren compartir sus propias ideas y su gerente se frustra porque quiere escuchar otros puntos de vista. Sus ideas se pierden porque las partes interesadas pierden la paciencia con su hábito de dominar la conversación y comienzan a desconectarse de usted. Si sospecha que puede estar monopolizando la conversación en las reuniones, experimente con estas tácticas para hacer llegar su mensaje. ## **Mida exactamente cuánto habla.** Tómese un tiempo para reflexionar después de las reuniones. Si cree que ha estado compartiendo demasiado, mire hacia atrás y considere quién más ha contribuido. Pregúntese honestamente: «¿Hablé por encima de la gente?» Calcule cuánto tiempo de la reunión estuvo hablando. Por ejemplo: «Hablé alrededor de un tercio de las veces y hablé por encima de Jim dos veces». Tenga en cuenta que no hay un punto fijo específico sobre cuánto debe o no debe hablar. Tendrá que usar su instinto. Si se da cuenta de que tiene un patrón de hablar por encima de los demás, es hora de restablecerlo. De ahora en adelante, haga un esfuerzo por priorizar la escucha antes que la conversación. Establezca una regla para usted con respecto a cuándo compartir. Por ejemplo: «No hablaré hasta que al menos otras dos personas de la reunión hayan compartido sus opiniones» o «Limitaré lo que comparto a un punto». O: «Me cronometraré y solo permitiré hablar tres minutos». Por supuesto, este consejo no funciona siempre; su opinión será necesaria y solicitada cuando el[hay mucho en juego](/2020/11/stay-cool-under-pressure-without-appearing-cold). Pero para las reuniones de rutina, practique dar marcha atrás y dejar que los demás tengan la palabra. Yo enseño a los clientes a sobrepasar el tiempo de uso de la palabra. Si bien no querrá limitar su tiempo de uso de la palabra para siempre, cumplir con la regla del tiempo al principio le ayudará a adquirir el hábito de ceder la palabra. ## **Considere la posibilidad de utilizar otras formas de compartir sus ideas.** [Si se destaca en la creatividad](/2020/12/youre-between-assignments-at-work-what-do-you-do), puede que cobre vida en una sesión de lluvia de ideas y genere rápidamente una gran cantidad de ideas. Sin embargo, si tiende a divagar a la hora de describir esas ideas, podría parecer disperso y mal preparado. Considere otras formas de organizar sus ideas y comunicarlas al público. Por ejemplo, ¿puede llevar una lista actualizada de sus brillantes ideas en el ordenador para estar mejor preparado para compartirlas en la próxima reunión? ¿O puede compartir ideas fuera de una reunión, por ejemplo, en un correo electrónico de seguimiento o en una plataforma de chat interna? Utilice todas las formas de comunicación que tenga a su disposición para organizar sus ideas. Entonces comunicará conceptos bien pensados cuando _hacer_ compartir. Una clienta con la que trabajé tenía muchas ideas fantásticas; sin embargo, en su reseña, su supervisor señaló que las ideas de mi cliente se perdían cuando intentaba verbalizarlas. Este cliente no era lo suficientemente conciso y monopolizaba las reuniones de altos directivos. Para recuperar su credibilidad tras esta reseña, mi cliente solo compartía un punto de vista a la vez que estaba totalmente aclarado para que tuviera un aspecto más estratégico y organizado. Para asuntos importantes, hizo un seguimiento después con otra reunión o un correo electrónico. Esta estrategia la ayudó a recuperar el control de su forma de hablar en las reuniones. ## **Practique comprimir sus pensamientos.** Al hablar, asegúrese de que lo que dice es necesario e impactante. Incluso puede pensar en sus frases en forma de tuit:_¿Cómo comunicaría esta idea si estuviera tuiteando y tuviera un límite de caracteres? ¿Cómo puedo reducir mi mensaje a su esencia?_ También puede intentar escribir las ideas de las que va a hablar en una reunión. Esto le ayudará a ver la cadencia en la forma en que presenta ideas. Una vez que establezca un ritmo para comprimir sus pensamientos, no necesitará dedicar mucho tiempo a prepararse y practicar. Piense en sí mismo como un editor que elimina las palabras e ideas que no comunican la esencia de lo que quiere compartir. Trabajé con una líder que descubrió que podía reducir de forma fiable cada una de sus frases en unas cinco palabras. Si bien puede que eso no parezca mucho, esas palabras adicionales hicieron que la comunicación fuera más confusa. Entregó mensajes con un impacto más significativo al recortar sus frases. ## **Incorpora pausas.** ¿Está dando a sus colegas tiempo suficiente para digerir lo que dice y hacer preguntas? Si no, haga una señal para hacer una pausa. Un cliente con el que trabajé decidió que cuando tuviera que ir más despacio y dejar de hablar, se pellizcaría. Era una señal para respirar hondo, dejar de hablar o hacer preguntas al grupo. Esta táctica sencilla puede resultar increíblemente eficaz. Si reduce la velocidad y hace pausas deliberadas, podrá regular su impulso de compartir demasiado y su mensaje tendrá más posibilidades de llegar. ## **Pida ayuda.** Puede que sea difícil saber en este momento si está compartiendo demasiado. Una perspectiva nueva puede ofrecer información. Pida a un colega o asesor de confianza que le dé información sobre cómo está cumpliendo su objetivo de hablar menos y escuchar más. Solicitar comentarios específicos: «¿He compartido mis ideas en tres minutos o menos?» La respuesta que reciba podría proporcionarle información adicional que podrá utilizar en futuras conversaciones. Un cliente con el que trabajé decidió tener un acuerdo recíproco con un compañero de confianza. Se asegurarían de observar los patrones de los demás y, entonces, se reunían una vez al mes para compartir sus puntos de vista. Si bien es importante compartir su punto de vista, es fundamental saber cuándo y cómo. Experimente con algunas o todas estas tácticas para asegurarse de que se escucha su opinión.