¿Cuándo necesitamos realmente las interacciones cara a cara?

Si bien es probable que el trabajo nunca vuelva al status quo anterior a la pandemia, el futuro será mixto y aprovechará lo mejor de lo que pueden ofrecer las experiencias virtuales y presenciales. Los autores sostienen que la colaboración, la innovación, la aculturación y la dedicación son difíciles de replicar virtualmente y mantener sin una interacción cara a cara. Pero para diseñar entornos presenciales que tengan éxito en el futuro, dicen, debe crear una experiencia inmersiva que incorpore elementos como la concentración con un propósito, los vínculos interpersonales, el aprendizaje profundo, la experimentación sin trabas y la casualidad estructurada. Si bien nuestro futuro mixto aún está lejano, las empresas tendrán que empezar a considerar qué es lo que justifica la interacción cara a cara y cómo aprovechar al máximo esas preciosas oportunidades.

••• La crisis de la COVID-19 ha acelerado la adopción de nuevas formas virtuales de desarrollar líderes y gestionar equipos. Pero, ¿qué pasará cuando salgamos de la crisis? Si bien es probable que nunca volvamos al status quo anterior a la crisis, nos imaginamos que el futuro será un futuro combinado que aproveche lo mejor de lo que pueden ofrecer las experiencias virtuales y presenciales. Si bien la parte cara a cara no empezará a celebrarse con regularidad hasta que sea seguro y posible hacerlo, nos alienta que este futuro esté en el horizonte a medida que las vacunas recién aprobadas comiencen a distribuirse en todo el mundo. Según nuestros años de investigación y experiencia hasta ahora, hay cuatro dimensiones generales del impacto en el desarrollo de la gestión (colaboración, innovación, aculturación y dedicación) que pueden resultar difíciles de lograr y mantener sin interacciones cara a cara en el futuro. Repasemos rápidamente estas cuatro dimensiones: **Colaboración** se trata de construir entendimientos, relaciones y confianza compartidos. **Innovación** se trata de sacar ideas creativas del cerebro de las personas, explorar las formas en que encajan y participar colectivamente en los procesos de aprendizaje para perfeccionarlas y hacerlas realidad. Se requiere confianza y tiempo juntos en entornos sin estrés. **Aculturación** se trata de crear una cultura empresarial sólida y compartida. Este es un elemento esencial de la eficacia organizacional a largo plazo, ya que fomenta el entendimiento mutuo y un sentido de identidad compartida. **Dedicación** se trata de tener un propósito compartido y de sentirse parte de una comunidad. ¿Qué fomenta la colaboración, la innovación, la aculturación y la dedicación más allá de colocar a las personas en el mismo lugar y al mismo tiempo? Creemos que la respuesta es diseñar una experiencia inmersiva que incorpore cinco «factores de diseño». **Concentración decidida.** Las experiencias cara a cara tienen intrínsecamente el potencial de generar y mantener la concentración. Cuando estamos juntos físicamente, es más difícil ceder a todo tipo de distracciones. La dinámica de grupo funciona de forma mucho más eficaz para reforzar la concentración en la interacción cara a cara: es más fácil para nuestros colegas mantenernos concentrados y todos nos mantenemos concentrados en las tareas. Supongamos que su organización está diseñando un programa de desarrollo para acelerar la integración de una adquisición. Para lograr un enfoque con un propósito, la organización reuniría a los actores clave de las empresas adquirentes y adquiridas en un entorno externo alejado de la oficina (y especialmente de la sede corporativa), donde puedan centrarse sin distracciones y sin la sensación de estar en el «territorio» de otra persona. **Vínculo interpersonal.** Esto es especialmente importante a la hora de crear entornos seguros para la colaboración y la innovación. La creación de vínculos emocionales se refiere a la creación de conexiones emocionales que generan confianza, apoyo y franqueza entre los participantes. En el ejemplo de la adquisición, la organización podría animar a los actores clave a intercambiar historias personales y experiencias de vida, en grupos pequeños, con el apoyo de los entrenadores, y a conocerse de manera más informal. **Aprendizaje profundo.** El aprendizaje conceptual significa entender ideas, como el empoderamiento o la rentabilidad del capital. El aprendizaje profundo significa luchar con esos conceptos, debatir cuándo y cómo son útiles y entender cómo las sutiles diferencias de contexto influyen en su aplicación. El aprendizaje profundo se produce cuando los participantes tienen el tiempo, el espacio y el apoyo para explorar el significado de estos conceptos para sus situaciones y desafíos particulares. Por «exploración» nos referimos tanto a la oportunidad de compartir honestamente su ubicación en un área específica como a la oportunidad de recibir comentarios (y desafíos) de los colegas de su grupo. Entonces, el aprendizaje profundo realmente hace que los conceptos cobren vida de formas relevantes y específicas del contexto. En el ejemplo de la adquisición, la organización podría explorar y profundizar en los beneficios clave que se supone que la adquisición aportará en el contexto de la fusión de las empresas. **Experimentación sin trabas.** La experimentación en los negocios a menudo se ve obstaculizada por la preocupación por el territorio, los recursos, los avances, el crédito, etc. Las experiencias inmersivas cara a cara son necesarias para fomentar el desarrollo de la confianza y los vínculos personales que permitan experimentar sin el estorbo de estas preocupaciones. La experimentación se realiza mediante el pensamiento de diseño y la creación de prototipos de productos mínimamente viables, bajo una fuerte presión de tiempo y con rondas de comentarios rápidos. Volviendo a nuestro ejemplo de adquisición, una vez que se haya llegado a un acuerdo, se pueden crear posibles escenarios y crear prototipos de planes de integración. **Serendipia estructurada.** La serendipia, nuestro quinto y último motor de diseño, se refiere al efecto de tropezar con algo realmente maravilloso mientras se busca algo totalmente ajeno. Una experiencia inmersiva bien diseñada consiste en un equilibrio de elementos formales e informales que crean un terreno fértil para ese momento. Esta estructuración puede incluir elementos como la selección de un grupo diverso de participantes, la variedad pedagógica del programa, las oportunidades de conectarse con diferentes colegas, la elección de lugares que fomenten las conexiones formales e informales y los espacios que propicien la reflexión y el intercambio. La organización que intenta acelerar una adquisición podría intentar aprovechar tiempo desestructurado, ya sean cenas, paseos o actividades recreativas compartidas. Lo hace para fomentar los intercambios informales, ya que a menudo conducen a importantes ideas creativas y, al mismo tiempo, profundizan las conexiones interpersonales. A medida que su organización comience a decidir cuándo y cómo aprovechar las experiencias cara a cara, estos conceptos pueden ser útiles para determinar si necesita la combinación adecuada de colaboración, innovación, aculturación y dedicación. Una vez que tenga clara la mezcla, puede empezar a diseñar los elementos presenciales que más valoren para su equipo. Las excelentes experiencias de desarrollo gerencial mixto son la base esencial para el éxito empresarial a corto y largo plazo. El desafío de ahora en adelante es entender el valor perdurable de las experiencias centradas y cara a cara y, luego, aprovechar las virtuales para aumentarlas y ampliarlas. Si bien ese futuro combinado aún está bastante lejano, las empresas tendrán que empezar a considerar qué es lo que justifica la interacción cara a cara y cómo aprovechar al máximo esas preciosas oportunidades.