Confía, pero verifica

Confía, pero verifica

••• La confianza entre los miembros del equipo es buena, por lo general. Pero con algunos equipos, demasiada confianza puede deprimir el rendimiento, encuentra Claus Langfred, profesor de comportamiento organizacional en la Universidad de Washington en San Luis. Langfred encuestó a 71 equipos autogestionados de estudiantes de MBA para medir los niveles de confianza, autocontrol y autonomía dentro de ellos. Los equipos trabajaron durante cuatro meses en análisis financieros, proyectos de marketing, resúmenes de casos de negocio y otros proyectos y, al final, compitieron en presentarlos al profesorado y a expertos del sector. Como equipos autogestionados, tenían total discreción a la hora de decidir cómo llevar a cabo las tareas. Langfred descubrió que la confianza menoscababa el rendimiento más en los equipos cuyos miembros eran muy autónomos, es decir, aquellos cuyos miembros trabajaban de forma independiente unos de otros. No es sorprendente que descubriera que cuando estos miembros del equipo confiaban entre sí, tendían a no monitorearse mucho. Como resultado, tenían un conocimiento relativamente bajo de las actividades del otro, lo que afectaba al rendimiento, probablemente obstaculizando los procesos y la coordinación. Esto sugiere que en un tipo específico de equipo, uno en el que los miembros son muy independientes y confían los unos en los otros, la supervisión deliberada es importante. Incluso si los miembros de esos equipos sospechan que la supervisión sería prudente, puede que se sientan incómodos al sugerirla. No vigilar las actividades de los miembros del equipo puede ser ingenuo, concluye Langfred, independientemente del nivel de confianza. Así que los directores querrán exigir un mínimo de supervisión en lugar de dejar que el equipo decida por sí mismo. Un poco de escepticismo nunca hizo daño a nadie, ni a ningún equipo.