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Collaboration and teams

Columna: Colaborar por el bien común

por Thomas J. Tierney

La colaboración entre la competencia es un acto antinatural, pero a veces es la mejor manera de reducir costes, aprovechar la fuerza, acelerar la escala o amplificar la influencia para generar resultados. Las lecciones útiles están en cómo la colaboración entre aliados improbables está logrando cambios en el mundo de las empresas sociales.

La colaboración entre aliados improbables está logrando un cambio en el mundo de las empresas sociales.

Pensemos en la Fundación Edna McConnell Clark. Durante más de una década, EMCF se ha centrado en ayudar a las organizaciones que prestan servicios a los jóvenes cuyos programas han demostrado su eficacia. Al trabajar en colaboración con sus beneficiarios (un enfoque inusual en un ámbito en el que los donantes suelen tratar a los beneficiarios como subcontratistas), la EMCF les ayuda a desarrollar la capacidad estratégica y organizativa necesaria para aumentar tanto los resultados como la escala. Reconociendo su grave falta de capital de crecimiento, EMCF lanzó audazmente un programa piloto pionero con otros filántropos en 2008.

Los líderes de la fundación utilizaron estrictos criterios de selección para elegir tres organizaciones comprobadas de entre sus beneficiarios: Nurse-Family Partnership (que capacita a madres y familias necesitadas para que críen bebés sanos), Citizen Schools (que asesora a estudiantes de secundaria desfavorecidos) y Youth Villages (que ayuda a los jóvenes con problemas y a sus familias a encontrar su equilibrio). Con el objetivo de crear un fondo común de 120 millones de dólares, EMCF comprometió 39 millones de dólares y ayudó a los tres beneficiarios a conseguir el resto. El dinero se recaudó en menos de seis meses, con 19 colaboradores, entre los que se encontraban la Fundación Kresge, la Fundación de la Familia Samberg y la Fundación Bill y Melinda Gates. Un memorando de entendimiento establecía objetivos estratégicos compartidos, indicadores de rendimiento claros y prácticas operativas simplificadas. La EMCF espera que los 120 millones de dólares en fondos privados ayuden a las organizaciones a conseguir 700 millones de dólares adicionales en fondos públicos, lo que allane el camino para obtener resultados sin precedentes.

La capacidad del EMCF para colaborar con sus pares generó beneficios sustanciales para la sociedad y sirvió de ejemplo para los demás, especialmente para el gobierno de Obama, que encontró el proyecto piloto como una inspiración para su Fondo de Innovación Social, una iniciativa público-privada destinada a fomentar las innovaciones centradas en el empoderamiento económico, la salud y los servicios para jóvenes.

Las empresas que buscan empresas sociales pueden lograr mejores resultados si reducen sus instintos competitivos y colaboran con sus pares. También pueden promover la colaboración entre las organizaciones que financian o apoyar las iniciativas cuyo modelo de negocio es colaboración.

El fundador de eBay, Pierre Omidyar, y su esposa, Pam, crearon la red Omidyar para ayudar a las empresas sociales más prometedoras. Su rama de concesión de subvenciones reúne a los ejecutivos de cartera en foros sólidos de aprendizaje entre pares. Uno de sus beneficiarios, Ushahidi («testimonio» en swahili), es un mapeador de crisis afincado en Kenia cuyo modelo de negocio se basa en la colaboración. La plataforma web de Ushahidi recopila datos de miles de correos electrónicos y mensajes de texto y los representa en mapas o líneas temporales para informar a los demás e inspirarlos a actuar. Ushahidi, utilizado por primera vez para trazar la violencia postelectoral en Kenia, ha sido empleado en todo el mundo para impulsar las respuestas en tiempo real al terremoto de Haití, la explosión de una plataforma de perforación de BP y la crisis nuclear de Japón. Al compartir datos con otros mapeadores de crisis y organizaciones de respuesta a las catástrofes, Ushahidi ayuda a denunciar el fraude y a aumentar la transparencia, salvando vidas en el proceso.

La colaboración no es fácil, por eso sigue siendo muy poco frecuente en todos los tipos de empresas sociales. Pero cuando las organizaciones homólogas adoptan honestamente los objetivos compartidos y articulan con claridad cómo los van a lograr, la colaboración funciona. Lo más importante es creer que un grupo —incluso de «competidores» — puede lograr lo que ningún miembro podría hacer solo.