Aumente su inteligencia emocional con estas tres preguntas

Los profesionales a veces se hunden cuando tratan de mejorar su inteligencia emocional, porque o no saben dónde centrar sus esfuerzos o no han entendido cómo mejorar estas habilidades a nivel práctico. Si quiere desarrollar puntos fuertes particulares de la IE, le ayuda tener en cuenta las áreas de mejora otros han identificado junto con los objetivos usted quiere lograr y, luego, desarrollar activamente hábitos en esas áreas en lugar de simplemente confiar en entenderlos conceptualmente. Tres preguntas pueden ayudarlo en su camino: (1) ¿Cuáles son las diferencias entre la forma en que se ve a sí mismo y la forma en que lo ven los demás? (2) ¿Qué le importa? (3) ¿Qué cambios realizará para lograr sus objetivos?

••• A medida que el concepto de inteligencia emocional se ha ido globalizando, hemos visto cómo los profesionales se hunden mientras intentan mejorar su inteligencia emocional (o IE) porque o no saben dónde centrar sus esfuerzos o no han entendido cómo mejorar estas habilidades a nivel práctico. En nuestro trabajo de consultoría con empresas y líderes de entrenamiento, hemos descubierto que si quiere desarrollar puntos fuertes particulares de la inteligencia artificial, es útil tener en cuenta las áreas de mejora _otros_ han identificado junto con los objetivos _usted_ quiere lograr y, luego, desarrollar activamente hábitos en esas áreas en lugar de simplemente confiar en entenderlos conceptualmente. Con ese fin, empiece por hacerse tres preguntas: ### ¿Cuáles son las diferencias entre la forma en que se ve a sí mismo y la forma en que lo ven los demás? El primer paso, como todo aprendizaje, es hacerse una idea de en qué se diferencia su autopercepción (cómo se ve a sí mismo) de su reputación (cómo lo ven los demás). Esto es especialmente cierto en el caso del desarrollo de la inteligencia emocional, ya que podemos estar ciegos o sesgados ante la forma en que expresamos y leemos los componentes emocionales de nuestras interacciones. Por ejemplo, la mayoría de nosotros pensamos que escuchamos bien, pero muy a menudo eso es[realmente no es el caso](/2016/07/what-great-listeners-actually-do). Sin esta comprobación de la realidad externa, le resultará difícil identificar las formas en que sus acciones afectan a su rendimiento. Recibir comentarios de otras personas también puede ser una prueba de la necesidad de cambiar nuestros comportamientos y un impulso para hacerlo. Además, la inteligencia emocional no se puede resumir en una sola puntuación, como se hace con el IQ. No puede simplemente decir que es «bueno» o «malo» en inteligencia emocional. Tiene cuatro aspectos distintos y todos somos mejores en algunos que en otros: la autoconciencia, la autogestión, la conciencia social y la gestión de las relaciones. (Dentro de estos dominios anida un total de[12 competencias aprendidas y aprendibles](/2017/02/emotional-intelligence-has-12-elements-which-do-you-need-to-work-on)). Para que tenga una mejor idea de las diferencias entre su autopercepción y su reputación, debería utilizar una evaluación de comentarios de 360 grados que tenga en cuenta las múltiples facetas de la inteligencia emocional. Usamos el índice de competencias emocionales y sociales, o ESCI-360 (un producto disponible en el mercado que uno de nosotros, Dan, desarrolló con Richard Boyatzis de la Universidad Case Western Reserve y Hay Group, de Korn Ferry), pero muchas organizaciones tienen sus propias evaluaciones. La clave es encontrar uno que garantice la confidencialidad de quienes le dan su opinión, que se centre en el desarrollo y no en la evaluación del rendimiento (lo que sesga los comentarios), y que pueda darle una idea detallada de cómo los demás lo evalúan de manera diferente a como usted se evalúa a sí mismo. Otra forma de tener una perspectiva externa sobre cómo sus acciones afectan a sus relaciones y a su trabajo es trabajar con un entrenador. Un entrenador puede ayudarlo a ahondar en la superficie y a ver cómo sus suposiciones y narrativas personales pueden estar yendo en su contra. Para encontrar un entrenador bien formado, haga su debida diligencia; el entrenamiento no es una profesión con licencia, por lo que depende de usted obtener referencias y averiguar si un posible entrenador ha seguido un riguroso programa de formación. Si trabajar con un entrenador no es factible, busque un compañero de aprendizaje, idealmente un colega en cuyas opiniones confíe y que esté dispuesto a hablar sobre su desempeño de forma regular. ### ¿Qué le importa? Cuando reciba comentarios de una evaluación o de su entrenador, deje que sirvan de base para lo que quiere mejorar. Pero considere también qué _su_ los objetivos son: cómo quiere mejorar en lo que hace ahora o adónde quiere ir en el futuro. Cuando se trata de cultivar los puntos fuertes de la inteligencia emocional, se encuentra en una enorme desventaja si solo le interesa porque un colega, su jefe o alguien de Recursos Humanos le dijo que debería estarlo. Su inteligencia emocional está tan ligada a su sentido de sí mismo que estar intrínsecamente motivado para hacer el esfuerzo es más importante cuando se cambian hábitos de larga data que cuando simplemente se aprende una habilidad como la presupuestación. Eso significa que las áreas en las que elija trabajar activamente deben estar en la intersección de los comentarios que ha recibido y las áreas que son más importantes para sus propias aspiraciones. Pregúntese: ¿Quiere aumentar su capacidad para ocupar un puesto de liderazgo? ¿Ser un mejor miembro del equipo? ¿Ejercer una mayor influencia positiva? ¿Mejorar en la gestión de sí mismo o en mantener los objetivos importantes centrados? O, sus objetivos no tienen por qué ser solo profesionales, ¿quiere tener una mejor conexión con su cónyuge o adolescente? Comprender el impacto de sus hábitos de inteligencia emocional actuales en relación con sus objetivos le permitirá seguir adelante a largo plazo mientras hace el trabajo de fortalecer su inteligencia emocional. Por ejemplo, supongamos que recibe comentarios de que no es un gran oyente, pero cree que sí. En lugar de tomar esta evaluación como un ataque, o simplemente descartarla, dé un paso atrás y considere sus objetivos: tal vez haya dicho que quiere conectar, entender y comunicarse mejor con impacto. ¿Cómo podría ayudarlo a hacer esas cosas? Ver los comentarios desde este punto de vista puede ayudarlo a posicionarlos como una oportunidad para avanzar hacia sus objetivos, más que como una amenaza. ### ¿Qué cambios realizará para lograr estos objetivos? Una vez que haya determinado en qué habilidades de inteligencia artificial quiere centrarse, identifique las acciones específicas que va a tomar. Si se esfuerza por escuchar mejor, por ejemplo, podría decidir que cuando converse con alguien se tome un tiempo para hacer una pausa, escuchar lo que tiene que decir y comprobar que lo entiende antes de responder. Manténgalo específico. Eso le ayuda a cambiar el hábito de los objetivos. También debería aprovechar todas las oportunidades que se le presenten de forma natural para practicar la habilidad que está desarrollando, por pequeña que sea. Está intentando entrenar al cerebro para que reaccione de manera diferente en situaciones comunes, y el principio de neuroplasticidad nos dice que, a medida que un circuito cerebral determinado se utiliza con más frecuencia, las conexiones dentro de él se hacen más fuertes. Y el cerebro no distingue entre casa y trabajo cuando se trata de cambiar sus hábitos: practique tanto en casa como en el trabajo, con su pareja o adolescente, como lo haría con su jefe o sus subordinados directos. Descubrir estas oportunidades para dar a conocer su nuevo hábito requiere un poco más de conciencia. Al principio esto requerirá esfuerzo (y, de hecho, hacerlo puede resultar extraño). Pero cada vez que lo hace, estas nuevas vías del cerebro refuerzan su conexión, lo que hace que su nuevo enfoque sea más fácil y habitual. Pronto descubrirá que es más natural hacer una pausa y escuchar una respuesta, por ejemplo, que interrumpir a la persona con la que está hablando en su entusiasmo por responder. Un día alcanzará un hito neuronal: el nuevo hábito se activará automáticamente, sin que tenga que hacer ningún esfuerzo. Eso significa que su nuevo hábito ha reemplazado al antiguo como circuito predeterminado del cerebro. En este caso, un entrenador puede serle útil a lo largo del camino, especialmente si tiene una formación explícita para ayudar a los líderes y ejecutivos a desarrollar sus puntos fuertes de inteligencia artificial. Desde acceder al tipo de evaluación correcto hasta observarlo en acción, un entrenador bien formado puede trabajar con usted para identificar las narrativas personales o los patrones mentales habituales que socavan su capacidad de salirse de su propio camino y, en cambio, explicarle esos días en los que las presiones de la vida lo obligan a volver a sus viejos y no tan buenos hábitos. Si responde a estas preguntas y empieza a cambiar sus reacciones rutinarias, estará bien encaminado para descubrir los viejos hábitos que no le sirven bien y transformarlos en otros nuevos y mejorados que sí lo hagan.