Aprendiendo los trucos del oficio

Cada industria y profesión tiene su propio vocabulario: palabras que describen tecnologías, procesos y materiales. Estos pueden sonar exóticos para los no iniciados, pero son críticos para hacer el trabajo. Las empresas individuales a veces tienen sus propias definiciones personalizadas. A medida que las personas pasan de una empresa a otra, deben dominar nuevos términos y nuevos significados, o no asimilar.

Saber hablar de la charla es la única manera de sobrevivir en algunos campos, como explica Lynda M. Baker, profesora asociada del programa bibliotecario y ciencias de la información de la Universidad Estatal de Wayne en su estudio de 2004 de viceoficiales haciéndose pasar por trabajadoras sexuales. En «Las necesidades de información de las mujeres agentes de policía que participan en actividades encubiertas de prostitución» ( Investigación de información, Octubre de 2004), Baker escribe que «para ser un señuelo creíble, los oficiales necesitan conocer y sentirse cómodos con el lenguaje de la calle. Algunos oficiales dijeron que lo aprendieron en la calle escuchando prostitutas reales. Otros consultaron a otros oficiales para que aclararan términos desconocidos. Un oficial mencionó haber recibido un folleto del departamento de policía de Las Vegas con actualizaciones sobre los cambios en los términos. El punto crucial es que, para hacer su caso, los oficiales necesitan entender completamente lo que un John está pidiendo».

Del mismo modo, los nuevos empleados en otras profesiones deben ser audaces al buscar aclaraciones de frases desconocidas y alertar de posibles malentendidos al comunicarse con colegas o clientes. «Justo a tiempo» puede no significar disponibilidad inmediata más que una «cita» significa cena y una película.

A version of this article appeared in the April 2006 issue of Harvard Business Review. — Marc Abrahams Via HBR.org