Anything You Want
Haz de tu negocio lo que quieras.
¡Mantente fiel a ti mismo, pero sé flexible! Elabora un plan de negocio que haga que los inversores crean en ti, ¡pero que sea sencillo!
Delega, pero no delegues demasiado.
Quizás ya te hayas esforzado por equilibrar algunas o todas estas cosas aparentemente desequilibrantes al poner en marcha tu propio negocio. Tal vez te sientas bastante perdido. ¿Y te vendría bien algún consejo?
En Todo lo que quieras, eso es exactamente lo que te dará el autor Derek Sivers. Basándose en su propia historia de éxito personal y con el objetivo de desenredar los enredados hilos de la creación de una empresa, te ayuda a averiguar la respuesta a la pregunta: ¿Cómo hacer que tu negocio sea lo que tú quieras?
En este resumen, descubrirás
- por qué en realidad no necesitas tanto dinero para montar tu propio negocio;
- cuándo es bueno delegar.
- cuándo es bueno delegar - o cuándo es demasiado; y
- por qué el autor se negó a trabajar con algunos músicos.
- Cuando el autor se inició en el mundo de los negocios, nunca tuvo la intención de fundar CD Baby, una tienda de música independiente en línea. De hecho, anteriormente había intentado otros negocios que acabaron fracasando.
- Entonces, ¿qué hizo que ésta funcionara?
- Un paso clave fue darte cuenta de que cuanto más mejoras tus ideas, mayores son las posibilidades de que se te ocurra una que tenga verdadero éxito. La cuestión es que si llevas años promocionando tu idea "perfecta" y sigue sin llegar a ninguna parte, puede que haya llegado el momento de cambiar. Es decir, si no estás recibiendo comentarios positivos -y muchos-, probablemente sea mejor que abandones tu idea.
- En su lugar, deberías probar nuevas opciones y trabajar para mejorar tus ideas. Porque si siempre estás mejorando, seguro que das con una idea que a la gente le encantará. Por ejemplo, el autor se quedó totalmente sorprendido cuando una de sus ideas prendió de repente entre sus amigos músicos. Su duro trabajo había dado sus frutos, y había creado algo que le ayudaría tanto a él como a los demás.
- Pero dar con la idea adecuada es sólo el principio. El siguiente paso es llegar a unos números sencillos y construir los principios de un plan de empresa. No tiene por qué ser un documento complejo de 100 páginas con proyecciones financieras para las próximas dos décadas, sino un documento sencillo que exponga cómo funcionará tu empresa y cuánto dinero se necesitará para hacerla realidad.
- La clave es que sea lógico y fácil de entender. Porque cuanto más preciso sea lo que escribas, mejor comprenderá la gente tu idea y creerá en ella. En realidad, no es necesario lanzar cifras complicadas. Sólo tienes que explicar cómo ganarás dinero y si cubrirá tus costes.
- Por ejemplo, cuando el autor creó CD Baby, sólo utilizó dos cifras: cuánto costaría a los músicos publicar su CD en el sitio y cuánto ganarían con cada venta. Estas cifras sencillas y fijas fueron suficientes para calcular su éxito previsto.
- Puede resultar difícil establecer un grupo específico al que quieras vender productos, pero definir un mercado objetivo es clave para satisfacer las necesidades de tus clientes. Una buena estrategia consiste en desarrollar muchos grupos de clientes pequeños, en lugar de uno grande, para conseguir un negocio flexible y seguro.
- Por ejemplo, imagina que elaboras tu producto o servicio para satisfacer las necesidades de un único cliente con la esperanza de que invierta más en tu empresa. Al hacerlo, basas casi todas tus decisiones en sus pensamientos y deseos.
- ¿Pero qué pasa si de repente cambia de opinión y se da de baja?
- Tu negocio se iría al traste porque antepones las necesidades de un cliente a las de todos los demás. Por tanto, es mejor averiguar qué grupo de clientes es el más importante y cómo puedes satisfacer las necesidades de la mayoría.
- De este modo, serás más flexible e independiente, y no sufrirás cuando un cliente decida cambiar de aires. Además, tendrás acceso a cientos de opiniones para orientar tu estrategia.
- En cualquier caso, no puedes esperar contentar a todo el mundo. De hecho, a medida que tu negocio crezca, es probable que recibas muchas peticiones de todo tipo de personas. Cuando esto ocurra, es clave recordar que no necesitas satisfacerlas todas para tener éxito.
- En realidad, ocurre todo lo contrario. Mantente fiel a tus principios y recuerda las promesas que has hecho a tus clientes. Así que si algo te parece mal, no lo hagas. Está absolutamente bien dejar que los deseos de algunas personas no se cumplan.
- Por ejemplo, el autor recibía constantemente solicitudes de ejecutivos de discográficas que querían tener a sus nuevos talentos en el sitio. Pero él las rechazaba continuamente, ya que la tienda estaba diseñada específicamente para músicos sin discográfica. Esto se debe a que, cuando nació el sitio hace 15 años, estos músicos no tenían otras opciones de distribución.
- Cuando la mayoría de la gente habla de poner en marcha un negocio, se centra en conseguir suficiente dinero antes de invertir realmente en la idea. Pero no tener financiación puede ser una gran ventaja.
- De hecho, no hay nada malo en tener limitaciones financieras. Simplemente tienes que empezar con lo mínimo. Así que, si te falta dinero pero tienes una gran visión para el futuro de tu empresa, no te preocupes. El dinero no es lo que hace crecer las ideas. Ser útil a la gente sí lo es, y ése debe ser tu principal objetivo.
- Utiliza los recursos de que dispongas, ya sean personales o de otro tipo, aunque te parezcan insuficientes. Por ejemplo, digamos que quieres crear una empresa de clases particulares, pero no tienes dinero para hacerlo realidad de inmediato. No abandones la idea, empieza hoy mismo a enseñar algo a alguien. Empezarás a identificar clientes potenciales y estarás difundiendo tus conocimientos.
- De hecho, estar corto de dinero en realidad potencia la creatividad. Esto se debe a que los grandes financiadores pueden comprarte el mejor equipo, contratar a personal de alto nivel y alquilar la oficina más elegante, pero ¿son esas las cosas que necesitas?
- A menudo, la falta de dinero para lujos materiales te ayuda a idear soluciones creativas para hacer las cosas más fáciles, rápidas y baratas. En el mejor de los casos, incluso ampliarás tus propios conocimientos.
- Por ejemplo, mucha gente está arruinada pero tiene un gran sentido del estilo; algunos incluso van mejor vestidos que los ricos. Eso se debe a que sólo compran artículos que les gustan de verdad, que combinan bien con lo que tienen y que ofrecen innumerables posibilidades de estilo.
- Así pues, tener poco o nada de dinero puede hacer que tu trabajo sea más duro y te lleve más tiempo, pero el efecto a largo plazo será un negocio basado en el conocimiento personal y la resolución creativa de problemas.
- Todos conocemos el dicho "el cliente siempre tiene la razón" y está claro que satisfacer a los clientes es esencial para un negocio próspero. Al fin y al cabo, ¡ellos compran tus productos!
- Sabiendo esto, debes basar tus decisiones en las necesidades de tus clientes. Esto se debe a que un buen negocio no se trata sólo de ti o de ganar dinero: se trata de las personas a las que sirves. Así que escucha lo que quieren y hazlo realidad.
- Por ejemplo, tu negocio empezó con una idea: la de hacer más fácil la vida de ciertas personas. Y es clave que esta visión siga siendo central en todas tus decisiones empresariales. Por tanto, debes basar tus decisiones en las opiniones de tus clientes y no en tu inversor más rico o en tu cuenta de resultados. Porque si tienes en cuenta lo que dirían tus clientes sobre las decisiones a las que te enfrentas, estarás poniendo a tu empresa en la senda de la rentabilidad.
- Pero si ocurre lo impensable y tu empresa lucha por mantenerse a flote, no te dejes atrapar en el modo supervivencia. La mayoría de las empresas se esfuerzan por crecer y expandirse constantemente, pero a veces la mejor decisión es simplemente rendirse.
- Al fin y al cabo, toda idea empresarial se propone satisfacer una necesidad o resolver un problema, pero ¿qué ocurre si esa necesidad desaparece o ese problema se soluciona de repente?
- Por ejemplo, si los músicos encontraran una forma fácil de montar su propia tienda online, CD Baby perdería toda su base de negocio. De hecho, el autor reconoció esta posibilidad, pero no se preocupó por ello. Eso es porque su objetivo era resolver un problema y, si la solución ya estaba ahí sin él, podía pasar a resolver un nuevo problema.
- Así que, aunque a veces puede resultar difícil mantener el contacto con tus clientes, es absolutamente esencial para el éxito. Sólo recuerda: mientras tengas algo valioso que ofrecer, la gente estará encantada de oír hablar de ello.
- ¿Qué tienen en común la mayoría de los autónomos? No tienen ni idea de cómo delegar.
- Esto puede ser un gran escollo, ya que desarrollar una mentalidad de delegación es absolutamente necesario si quieres proteger tus valiosos recursos del agotamiento. Después de todo, si montas un negocio tú solo, haciéndolo todo solo, puede resultar difícil empezar de repente a compartir responsabilidades. A muchos empresarios les cuesta incluso encontrar tiempo para contratar y formar a empleados que se encarguen de determinadas tareas.
- Pero no delegar puede conducir a algo mucho peor: el agotamiento.
- Por tanto, es crucial encontrar tiempo para formar formalmente a tus empleados. Por ejemplo, puedes elaborar un manual de formación. Es fácil de hacer. Basta con que lleves una lista de los problemas que surgen al poner en marcha y dirigir tu empresa, junto con las formas de resolverlos. Con el tiempo, los empleados aprenderán a resolver los problemas por sí mismos y tú podrás centrarte en tareas estratégicas o en otros intereses.
- Así pues, no delegar es peligroso, pero delegar en exceso puede ser un desastre. Para estar a salvo, asegúrate de que tu delegación se basa en la confianza y el control.
- Delegar es peligroso, pero delegar en exceso puede ser un desastre.
- Así se hace:
- En primer lugar, asegúrate de cultivar una relación de confianza con tus empleados. Hazles saber que compartes responsabilidades con ellos porque confías en ellos. En segundo lugar, establece algunos mecanismos de control sencillos. No deberías vigilar a tu personal, pero sí desarrollar algunas normas y procedimientos que todos respeten.
- Por ejemplo, el autor repartía muchas tareas, dando a sus empleados mucha libertad para elegir su estilo de trabajo. Pero entonces recibió una llamada de su contable, diciéndole que se iba a poner en marcha un plan de reparto de beneficios basado en una decisión tomada por un empleado. Este empleado en concreto había decidido que todos los beneficios de la empresa se repartieran entre el personal sin que el autor lo supiera siquiera, momento en el que el autor se dio cuenta de que había delegado demasiado.
- Muchas personas sueñan con ser directores generales en algún momento de sus carreras, mientras que otras lo ven como una pesadilla de gerente.
- ¿Cómo te sientes al respecto?
- Si perteneces al grupo de los que se estremecen ante la idea de ocupar un puesto de gerente convencional, pero aun así quieres crear una empresa, no lo hagas. Habrá tareas que sencillamente no querrás hacer, y no deberías sentir la presión de ocupar un puesto que te hará infeliz.
- Por ejemplo, digamos que has abierto un restaurante porque te encanta estar en la cocina. Pero, a medida que el restaurante crecía, cada vez tenías menos tiempo para cocinar. Ahora tu trabajo consiste en logística, gerente y dirigir una empresa, una realidad con la que no contabas.
- Lo mismo ocurre con tus empleados. Es decir, ellos también necesitan disfrutar con lo que hacen. Para que esto sea una realidad, no debes preguntar a tus empleados en qué son buenos, sino con qué disfrutan. Y recuerda: no necesitas tener puestos convencionales como Jefe de Finanzas y Jefe de Marketing. Puedes simplemente dejar que tus empleados elijan puestos y títulos en función de sus pasiones.
- De este modo, descubrirás que hay gente entusiasmada por abordar incluso las tareas más molestas!
- ¿Qué te parece?
- Y, por último, ten en cuenta que las estrategias empresariales tradicionales pueden no funcionar para tu forma de hacer las cosas. Así que, te digan lo que te digan los consultores o los llamados "expertos", dirigir una empresa es una tarea creativa que requiere estrategias creativas.
- Por ejemplo, si tu único objetivo es cubrir gastos y no te interesa crecer, está totalmente bien. Si sólo quieres dirigir una pequeña startup tecnológica sin sueños de ser el próximo Steve Jobs o de que Apple te compre, es tu decisión. Incluso cosas que parecen absolutamente normales, como publicar constantemente en las redes sociales, siguen siendo decisiones que debes tomar por ti mismo, sin miedo a ser juzgado.
- Empezar un negocio con éxito es sólo cuestión de encontrar una gran idea, aprovechar la voluntad de satisfacer a tus clientes y resolver creativamente tus problemas. Así que, aunque no sea lo habitual, olvídate de las enormes sumas de capital riesgo y de los asesores; limítate a poner tu mente en hacer realidad tu sueño empresarial.
- Consejos para la acción
- Consejos Accionables:
- Toma decisiones empresariales que funcionen para ti. La forma de tomar decisiones en los negocios es personal. Así que, cuando te enfrentes a preguntas sobre el futuro de tu empresa, asegúrate de responderlas de la forma que mejor funcione para tú. Por ejemplo, aunque lo normal sea empezar a las 9 de la mañana, puede que te parezca mejor para ti y para tus empleados una jornada laboral que empiece más tarde.
Conclusiones
"Cuando lo conviertas en un sueño hecho realidad para ti, también lo será para otra persona"
Crear el trabajo de tus sueños depende de ti.
"Tuve que hacerme innecesario para el funcionamiento de mi empresa"
Comparte responsabilidades, pero no demasiadas.
Sigue las necesidades de tus clientes.
"Al no tener dinero que malgastar, nunca malgastas el dinero"
No necesitas mucho dinero para llevar a cabo una gran idea.
"El mundo es muy grande. Puedes omitir ruidosamente el 99% de él."
Define tu público objetivo y adapta tu negocio a sus necesidades.
"Si no dices "¡Di que sí!" a algo, di que no"