Una propuesta modesta: eliminar el correo electrónico
por Cal Newport

A principios de la década de 1980, IBM decidió implementar un sistema de correo electrónico interno. Siguiendo el típico estilo cuidadoso de IBM, empezaron midiendo la comunicación de los empleados para poder estimar el número de mensajes que se enviarían en el nuevo sistema. Basándose en esta investigación, IBM aprovisionó un mainframe de 10 millones de dólares para hacer funcionar su servidor de correo electrónico, una cantidad de potencia de procesamiento que debería haber gestionado fácilmente el volumen típico de interacción dentro de la oficina.
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